Bienaventurados los que de chicos no tuvieron Nesquik, porque cuando la vida tenga para darles sólo Nescao podrán soportarlo.
Bienaventurados los mansos, los tranquilos, los que escucharon ese tema de Piero. Ya tuvieron suficiente castigo y las cosas deberían mejorar.
Bienaventuradas las jirafas porque a la hora de la tortícolis comprenden con absoluta claridad que tener un don implica también tener un castigo así de largo.
Bienaventurados los que tienen una mascota, un gato o un perro, ya que jamás recibirán cariño parecido de un ser humano.
Bienaventurados los que tienen mucho y son felices con poco, porque tener poco y ser feliz con mucho lo puede soñar cualquier tarado.
Bienaventurados los que nunca fueron los últimos y nunca serán los primeros. Tal vez puedan jugar y divertirse sin esa pesada carga.
Bienaventurados los que trabajaron de mozos, porque alguna vez habrán escupido una ensalada de frutas y es raro que Dios otorgue semejantes revanchas.
Bienaventuradas todas las mujeres que me odian, porque les he regalado a sus existencias algún motivo.
Bienaventurados los que conocieron el lujo y la miseria, los que cogieron con gráciles doncellas y bofes hercúleos, los que tomaron Pommery y sidra Marolio, porque ellos han comprendido lo bueno y lo malo sobre la faz de esta tierra, y no deberían tener inconvenientes para poder discernirlo donde quiera que vayan.
(Bola extra). Bienaventurados los que no rompen las pelotas, porque ellos tendrán un dos ambientes en el cielo, contrafrente, vista abierta, bajas expensas, vecinos tranquilos.
Bienaventurados los mansos, los tranquilos, los que escucharon ese tema de Piero. Ya tuvieron suficiente castigo y las cosas deberían mejorar.
Bienaventuradas las jirafas porque a la hora de la tortícolis comprenden con absoluta claridad que tener un don implica también tener un castigo así de largo.
Bienaventurados los que tienen una mascota, un gato o un perro, ya que jamás recibirán cariño parecido de un ser humano.
Bienaventurados los que tienen mucho y son felices con poco, porque tener poco y ser feliz con mucho lo puede soñar cualquier tarado.
Bienaventurados los que nunca fueron los últimos y nunca serán los primeros. Tal vez puedan jugar y divertirse sin esa pesada carga.
Bienaventurados los que trabajaron de mozos, porque alguna vez habrán escupido una ensalada de frutas y es raro que Dios otorgue semejantes revanchas.
Bienaventuradas todas las mujeres que me odian, porque les he regalado a sus existencias algún motivo.
Bienaventurados los que conocieron el lujo y la miseria, los que cogieron con gráciles doncellas y bofes hercúleos, los que tomaron Pommery y sidra Marolio, porque ellos han comprendido lo bueno y lo malo sobre la faz de esta tierra, y no deberían tener inconvenientes para poder discernirlo donde quiera que vayan.
(Bola extra). Bienaventurados los que no rompen las pelotas, porque ellos tendrán un dos ambientes en el cielo, contrafrente, vista abierta, bajas expensas, vecinos tranquilos.
6 comentarios:
"Prefiero el cielo por el clima y el infierno por los amigos"
Lo de la jirafa es de una profundidad insondable. Jamas encontrare un ejemplo mejor para don y maldicion.
Abrazo cordial.
Su jirafa resumió en dos renglones mi último post.
Me uno a sus brillantes bienaventuranzas!
"No rompo las pelotas" debería ser la frase destacada del currículum de cualquier persona que valiera la pena contratar para cualquier puesto. O para tener de amigo, esposa, amante, vecino, proveedeor, cliente, jefe, maestro o carcelero.
Lo de la sidra Marolio me mata.
El otro día que fui al supermercado la ví y me acordé de su post, y elegí otra marca, gracias!
La verificación de palabra me rompe las pelotas, ojo, no vaya a ser que se pierda su dos ambientes!
*geoffrey firmin! un abrazo para usted.
*condesa! mancomunémonos. después vemos en qué consiste el término.
*bugman! lo noto colmado de fe y esperanza en el género humano. el lema debiera ser ‘no rompo las pelotas, luego existo’. porque si rompés las pelotas, no nos importa lo más mínimo tu existencia.
*emeefe! yo me creía un sabio escondido, un filósofo tan finisecular como ignoto, alguien que cambiaría el mundo a través del tremendo poder de su palabra. usted me ha recordado mi verdadero papel: analista de góndola del supermercado de la vida.
Gracias por haber publicado las Bienaventuranzas.
Y gracias por la comprensión
Todo mi cariño
La jirafa
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