29.11.06

Botiquín

Cuando alguien se enferma, cuando alguien se siente mal, suele abrir el botiquín (por lo general ubicado en el baño de la vivienda) en busca de una pastilla, un jarabe, una crema, una pócima que permita aliviar la incomodidad, la dolencia.
En el caso de quien esto escribe, descubro de manera tan unívoca como invariable que las pastillas, los jarabes, las cremas, las pócimas, están vencidas.
Esta situación quiere decir dos cosas.
1)Que la dolencia que me aqueja ya me ha visitado, alguna vez, en el barro que hemos dado en llamar ‘pretérito’.
2)Que han pasado un par de años desde que compré ese remedio. Que el tiempo pasa.
La situación quiere decir algunas cosas más, pero son más bien tristes. Preferiría no entrar en detalles.

25.11.06

Princesa, princesa

Le regalé un cactus en lugar de una rosa, para que comprendiera que mi amor tiene cualidades perdurables.
–Sí, pero la rosa es bella –dijo ella.
–La belleza es fugaz, es efímera, es un instante –dije yo.
–Sí, pero el cactus pincha –dijo ella.
–Debe pinchar, a veces. Debe tener ese costado doloroso, es parte de su naturaleza –dije yo.
–Sí, pero la rosa tiene su aroma, su fragancia capaz de endulzar el alma –dijo ella.
–Es justamente esa cáscara de sensualidad la que te traerá inmediatos desencantos. Lo que te dejará melancólica y triste. Lo que te dejará un regusto amargo sobre tu almohada cualquier mañana de invierno.
–Sí, pero… –dijo ella y exhaló un suspiro. Hizo un mohín. Se acomodó con dos dedos el cabello detrás de una de sus orejas de porcelana.
–¡Okey, ya entendí! Es que el cactus estaba en oferta. Mañana te traigo rosas. Esperáme hasta mañana. Es un día, nomás. Dale.

Bajo la lluvia, again

Esta ley física ya fue enunciada, pero no veo porqué no puedo repetirla, en tanto fui yo mismo quien la enunció.
Dice así: a mayor tamaño del paraguas, menor será el tamaño del pito de su portador.
Así que cuando me cruzo por la calle con alguna mujer que camina, protegida, por un hombre portador de lo que podríamos denominar, en términos técnicos, una sombrilla, bueno, creo que por un instante los tres sonreímos, como quienes comparten un secreto que debe ser callado.

22.11.06

Azúcar

Se me acerca el mozo. Deja la bandeja y el trapo rejilla en otra mesa. Toma un sobrecito de azúcar. Lo abre. Espolvorea el contenido del sobre, justamente sobre (valga la redundancia) el diario que estoy leyendo.
–Permítame endulzarle un poco la realidad –me dice.
No estoy en condiciones de discernir si merece una trompada o una propina.

Para una vida semiplena

Desde que no voy a ser lo que quiero, entonces no veo inconvenientes en ser lo que vos quieras.

18.11.06

Permanecer callado

En las series de televisión, cuando un policía atrapa a un ladrón, por lo general después de tener que correrlo algunas cuadras, por lo general después de haber trepado un alambrado, o saltado del techo de un edificio a otro, por lo general agitado pero no por eso menos satisfecho, entre las cosas que le dice, una es ‘todo lo que diga puede ser utilizado en su contra’.
¿Hace falta aclarar esto? El ladrón, el policía, el espectador, todos hemos tenido alguna novia, alguna vez.

Desconsuelódromo

Envejecer, fracasar, saber que todos y cada uno de los sueños infantiles no serán siquiera rozados con la punta de los dedos, es una de las cosas más terribles, más desgarradoras. Dan ganas de llorar.
Pero podría ser peor, creéme. Mirá por televisión algún documental de una tribu de Africa. Mirá un ciervo tratando de tomar agua en un río infestado de cocodrilos. Mirá en el supermercado a la cajera de la caja cuatro. Mirá en el subte, una cara. Mirá a tu vecino. Vos mirá.

15.11.06

Sustancial, sustancia, sustantivo

Despojado de toda pretensión, estoy en condiciones de afirmar que, bueno, si me despojo de toda pretensión, francamente, no estoy en condiciones ni de rascarme el culo.

Flipper, et al

Los delfines, está demostrado, son animales de una inteligencia superior. Abundan los documentales que dejan debida constancia de la cuestión. También, sus rostros exhiben esa bobalicona semisonrisa que suelen tener los niños pequeños, yo mismo en su momento, cuando intentan resistirse al cada vez más incontenible deseo de hacer pis.
Me sorprende lo poco que se ha mencionado el tema.

12.11.06

De reunión en reunión

Al ser convocado a un ‘brainstorming’, siento que lo mío es aportar el ‘storming’. Esa es mi misión; para eso fui llamado. Eso es lo que puedo dar.
El 'brain' ponélo vos, campeón.

Querida

cuando la lluvia se seque sobre el asfalto indiferente,
cuando el fracaso justifique lo anterior (–sic–),
cuando ya no tengas tiempo para no tener tiempo,
querida

cuando no te acuerdes qué ibas a hacer con todos tus talentos,
cuando lo que salió mal sea mejor que lo que salió peor,
cuando te de el mismo susto un espejo que un consejo,
querida

cuando los domingos te caigan encima como macetas,
cuando te de miedo dormir con la luz apagada,
cuando no queden risas, ni quejas, ni nada.

cuando llores en el cine por cualquier beso
y te gusten las películas donde ganan los presos
y te espere la gotera, tus plantas, tu perro.

8.11.06

Communism revisited

Cada vez que alguien invoca la tan altruista como imperativa necesidad de compartir se refiere, sin excepción, a compartir aquello que no es suyo, aquello que no le pertenece, aquello que no es de su propiedad si nos circunscribimos a la legislación que versa sobre la materia.
Es entonces mi parecer que a la hora de compartir, parece resultar conveniente el comenzar siempre compartiendo lo ajeno.

Mal perdedor

Después de veinte años de combatir la caída del cabello, he decidido dejar de luchar. Me entrego a fuerzas superiores, muy por encima de mi comprensión y raciocinio. Ha vencido la ley de gravedad; la dotación genética; la madre naturaleza; el paso del tiempo; el croupier celestial que quita y otorga recursos.
Esta actitud, lejos de recurrir a impericias conceptuales de índole cosmético, me vuelve más sabio, más puro.
Eso sí, al que me diga ‘qué hacés, pelado’, lo reviento.

4.11.06

Ida y vuelta

En la televisión entrevistan a un hombre más o menos conocido. El motivo de la entrevista, al parecer, es que el hombre volvió de la muerte. Así es como lo dice. Estuvo muerto, y volvió. Fue y vino. Tiene tatuado en el rostro una sonrisa que rebalsa, en indefinibles proporciones, imbecilidad y beatitud.
El hombre que volvió de la muerte dice que la experiencia lo cambió por completo. Dice que desde que volvió es otro; está distinto. Dice que no hay que tener miedo. Dice que está escribiendo un libro para contar su viaje, su cambio, su experiencia.
Lo que más me inquieta de sus palabras es que el viaje, su descripción, no difiere en demasía de cualquier viaje en subte.

Dos veces

Decía Poe, cita Asis, repito yo, que lo intenso, por una ley poéticamente física, es breve.
Recuerdo, vaya uno a saber porqué, aquello de ‘lo bueno, si breve, dos veces bueno’.
Así que, con la libertad que suele otorgar una sinapsis idónea, pienso, digo: ‘lo intenso, si breve...’.
Puta madre.

1.11.06

8

Debo confesar que no he llegado a ser ni la octava parte de lo que me hubiera gustado ser.
Los otros siete octavos se me han ido en pagar el gas, lavarme los dientes, asistir a un par de cumpleaños. Esas cosas.

Con la rima de tu prima

sin perjuicio de lo expuesto
deseo manifestar
que fui echado con lo puesto
de ese infecto lupanar.

dejo entonces la constancia
de mi humilde berretín;
me habré tomado tres gancias
y asomó mi pitilín.

me paré sobre la barra
y grité ‘¡que me la chupen!
pero que sea con garra’.

aún más triste que el ridículo,
que el dolor, que la maldad,
es la mala voluntad.