21.12.05

Legión

Después de haber trabajado una veintena de años en oficinas del planeta tierra, estoy en condiciones de afirmar que la gente que trabaja en oficinas es una basura infecta, casi sin excepción. No debe culparse a nadie; el efecto mencionado se produce independientemente de la voluntad del sujeto. Es la situación, la circunstancia, que lo atormenta, lo aturde y lo aniquila.
Y si bien no es su culpa, tampoco tiene posibilidad de redención. Una vez que la vileza penetra el organismo humano, no tiene cura. Se es malo y punto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Brillante bis (y ya es demasiado para mi en un mismo sitio de Internet)
Ahora me pregunto si usted queda exento de su propio análisis o forma parte de la citada "legion"

J. Hundred dijo...

yo no estoy exento de nada.
ahora que lo pienso: 'exento de nada'.
buen título para un libro de poemas; o para un restaurante en palermo Ho Chi Minh.