24.3.07

Sensaciones análogas

Colóquese una empanada, preferentemente de carne, en un atril. Siéntese en una silla cómoda. De ser posible, que haya luz natural. Dedíquese ahora sí, con su mayor concentración, con su mejor empeño, a leer la empanada. Dedíquese a tal accionar unos veinte minutos, media hora.
Transcurrido ese lapso, póngase de pie. Advertirá usted que no experimenta sensaciones análogas a las que hubiera obtenido leyendo a Cervantes, o a Dostoievsky.
Sin embargo, puede usted tomar la empanada y darle un mordiscón, cosa que no hubiera sido posible con El Quijote, ni con Crimen y Castigo.
Todo no se puede.

3 comentarios:

Bugman dijo...

Por supuesto que la sensación no será comparable a la lectura de Cervantes o Dostoievsky. Eso es obvio. Después de media hora, la empanada estará fría.

J. Hundred dijo...

*bugman! creo, me parece, que no se entiende lo que usted quiso decir. pero, no es menos cierto, tampoco se entiende lo que yo quise decir. compartamos entonces, por lo que dura un instante, este exquisito fracaso.

Bugman dijo...

Es que el éxito, en estos aciagos tiempos, está al alcance de cualquier salame. Por consiguiente el fracaso se convierte en algo casi aristocrático. Salud, querido colega!