Y cumplirás roles, claro que cumplirás roles. Subirás por la escalera mecánica de los roles, no es negociable, carecerá de importancia si estás o no de acuerdo. No tiene nada que ver con la voluntad, manda la inercia.
Y aprenderás a vivir de los intersticios. De esa media hora juntos, de ese paseo de madrugada, de ese whisky, de la vez que te toqué, de esas dos páginas que leíste, de ese cigarrillo.
Mientras tanto serás madre o gerente, doctora, profesor, tío. Y en cada esquina que te detengas esperando que cambie el semáforo, los días de lluvia oirás cómo las alcantarillas devoran el agua, con qué indiferente apetito. Y te dará frío.
Y aprenderás a vivir de los intersticios. De esa media hora juntos, de ese paseo de madrugada, de ese whisky, de la vez que te toqué, de esas dos páginas que leíste, de ese cigarrillo.
Mientras tanto serás madre o gerente, doctora, profesor, tío. Y en cada esquina que te detengas esperando que cambie el semáforo, los días de lluvia oirás cómo las alcantarillas devoran el agua, con qué indiferente apetito. Y te dará frío.
5 comentarios:
Yo pensé que con romper los espejos alcanzaba
No alcanza ¿no...?
Ni aun corriendo más rápido ¿no?
sin roles, con intersticios, sin mientras tantos, y el frío.. el frío sólo en los pies...
Nada mejor que soñarse Guasón.
Bueno, lo de los intersticios está complicado, pero el frío se soluciona más o menos fácil...
Un saludo,
*no, marucha. no alcanza.
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