6.4.08

Otra lluvia

Antes de conocerte me gustaba la lluvia. Caminar bajo la lluvia es lo más cerca que he deseado estar de la naturaleza, con la exquisita excepción del mar, preferentemente de noche junto al mar.
Pero ahora sé, qué remedio, que los relámpagos y los truenos te dan mucho miedo, tus ojos miran como sólo he visto mirar a un perro que acaba de ser castigado por un impertérrito y vociferante dueño, te ponés temblorosa, frágil, te dan ganas de llorar.
Y a mí, que me gustaba la lluvia, se me da por pensar bajo qué lluvia andarás sin mi más dulce abrazo. Y me enojo, con la lluvia, me pongo mal.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es la lluvia bajo el mar Juan...
Usted no sabe como suenan los truenos bajo el mar; la lluvia sobre el agua se transforma en un martilleo ensordecedor e inquietante.Rompe el ritmo de cuna de las olas.El vaivén se vuelve inestable
Los relámpagos iluminan hasta 75 cm bajo la superficie y el agua se torna revuelta y fría.
Mar si, pero sin lluvia, please.
La lluvia para la tierra y sus habitantes resecos, el mar para nosotros.
Siga disfrutando de la lluvia y deje los temores para los medrosos marinos que traspolados a donde no pertenecemos, añoramos las pompas salitrosas.

Mar

stel dijo...

lluvia sí por favor, que por estas tierras escasea en exceso y hoy, aunque pareza que pueda llover, me da a mi que su amiga podría ir tranquila por la calle porque no caerá ni gota. Una pena...

J. Hundred dijo...

*
*stel! que llueva, entonces.