Todo el mundo desea dar una vuelta más en la calesita. Aún cuando se aburran, aún cuando no entiendan, aún cuando sospechan que la calesita en cuestión no conduce a ninguna parte.
Esta actitud es merecedora tanto de repudio como de ternura. Es que nadie sabe si será capaz de hallar, en el parque, otro juego.
Esta actitud es merecedora tanto de repudio como de ternura. Es que nadie sabe si será capaz de hallar, en el parque, otro juego.
5 comentarios:
Las hamacas, ya sabemos, están siempre ocupadas. Tampoco conducen a ninguna parte y la ilusión de tocar el cielo dura poco.
*correcto! le diría yo sin ambages, condesa, si fuera susana giménez. pero me siento mucho más cerca, en lo filosófico, en lo conceptual, de ser el animal print.
La calesita tiene éxito porque siempre vuelve al mismo lugar. A nadie le gusta demasiado lo desconocido.
No hay milagro mas grande que el regreso. De todos modos, la sortija no es un mal comienzo para divertirse en el parque.
*emeefe! y geoffey firmin! no es por ahorrarme una respuesta, pero lo que quiero decir se aplica. a mí me pasaba otra cosa. yo era consciente de mi incapacidad, y de la maldad del género humano, en esa tierna edad, pero sobre todo de mi incapacidad. y sabía que sólo tenía lo que durara la vuelta de la calesita para recuperarme anímicamente, pero que volvería a fracasar, que la sortija me sería negada por manos diestras y conspiraciones que excedían mi capacidad de análisis.
lo que sufrí yo de pibe, no me hagan acordar.
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