El décimo mandamiento, el mandamiento número diez, dice, versa, según fuentes fidedignas, más o menos así: ‘No codiciarás la casa de tu prójimo, ni codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo’.
O sea que no puedo desear… Ajá, no, ni tampoco… No, mucho menos.
Bueno, entonces que gane Argentina. Que seamos campiones otra vez.
O sea que no puedo desear… Ajá, no, ni tampoco… No, mucho menos.
Bueno, entonces que gane Argentina. Que seamos campiones otra vez.
1 comentario:
Hola. Como no se puede desear, el diablo inventó las tarjetas de crédito. Saludos. Puse tu blog en el mío.
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