17.1.07

Antigua Roma

Existe una corriente poética, cuyos orígenes son atribuidos al por todos conocido poeta romano Horacio. Es este hombre, entonces, dicen, el padre fundador, aunque el título no alcance a definir la magnificencia de lo alcanzado, de lo que se ha dado en llamar ‘carpe diem’.
El carpe diem vendría a significar entonces la idea madre y rectora que implica disfrutar el presente, el hoy, el ahora, entender la mortalidad y actuar en consecuencia, entender lo efímero que es la vida, no esperar a mañana, aprovechar el momento.
Disculpen si mis palabras no logran explicar en su totalidad el concepto. Además, no soy Horacio.
En la actualidad, me encuentro transitando en las filas de otra corriente poética, algo más pragmática, llamada 'garpen men'.

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