3.10.09

Miles de kilómetros

Todos los domingos, en Buenos Aires, como en cualquier ciudad del occidente civilizado, hay carreras. La gente corre. ‘Maratón Nike’, ‘Maratón Adidas’, ‘Maratón Reebok’, ‘Media Maratón por Axel’, ‘Por Brian’, ‘La Carrera de Miguel’, ‘Corramos por Josecito’, ‘Por el transplante de Tatiana’, no sé. Entre diez mil y treinta mil sujetos integrantes de la población económicamente activa, entre dieciocho y cincuenta y cinco años aproximadamente, saludables, con cierto poder adquisitivo, con zapatillas de doscientos dólares, chicas con tetas y culos más o menos dignos, maricas de cráneos afeitados y modernas gafas que ocultan sus famélicas miradas, viejitos simpáticos con también simpáticas gorritas con visera, divorciadas, oficinistas, tristes en general, boludos en particular, salen a correr.
Yo llego temprano, dejo mi automóvil a unas cinco cuadras, y me instalo a un costado de la calle por donde van a pasar los corredores, a quinientos o mil metros del punto de largada.
Llevo una sillita plegable, una botella de whisky Grant’s que me voy sirviendo en un vasito de plástico, enciendo un purito cubano, llevo un libro, también.
Y me quedo ahí, sentado unos cuarenta minutos, nunca más de una hora, mientras la gente pasa sudando como conejos de angora, jadeando como jabalíes perseguidos, esa enérgica multitud de boludos sin alma.
Al pasar, al verme, algunos dudan, algunos quieren detenerse para golpearme o hacerme una pregunta, otros lanzan un chistido del más profundo desagrado, otros abren la boca para decir algo, pero siguen, tienen que seguir con su carrera.
Pasa un rato, ya he apagado mi puro contra el pavimento, me hago un buche más de whisky, me desperezo, y me voy caminando, con paso cansino. Comprobar que mi fracaso personal y único, que mi desesperación está hecha de un material demasiado denso para ser licuado en un maremoto de errantes boludos, es una de las cosas que mejor me ha hecho sentir en mucho tiempo. No te voy a decir que es mejor que coger, pero supera ampliamente al psicoanálisis y las terapias alternativas. Te genera un tremendo cariño hacia tu propia tragedia. Te sentís bárbaro, y encima falta poco para la hora del almuerzo.

18 comentarios:

Alelí dijo...

"maricas de cráneos afeitados y modernas gafas que ocultan sus famélicas miradas" Más allá de esta imágen que me parece suprema. El texto entero es impecable y es que la vida ya nos ganó, sólo queda disfrutar de los pequeños y solitarios placeres...

Dígame, que almorzó?

Anónimo dijo...

Era usté? Casi lo puteo cuando corrí la Accenture. Saludos.
otra errante boluda total

Anónimo dijo...

Se cambió el shorcito manchado con pizza? Puedo pasar? Excelente su reflexión. Ahora dígame, yo salgo a caminar por Palermo los fines de semana, café mediante por la zona, siempre me cruzo con veteranos bronceados y aceitados a veces con cierto toque de libidinosos. Me pregunto, dentro de qué categoría de boluda me ubica?
Un abrazo!
Lady Baires

Lara dijo...

Ese maremoto de errantes, no sirve para licuar al menos, mi fracaso personal, ni lo denso del material que está hecha mi desesperación simplemente porque son unos boludos... no me alcanza ni un poquito para hacerme sentir bien. Qué bueno para Ud. que en ese contraste Ud. se sienta bien. Lo envidio un segundo, que bueno que a veces encuentre en esas comparaciones una diferencia que le sume algo... Lo dejo, me voy a almorzar y después si algunos arreglos se acomodan me espera una noche de placer terrenal, sexual y un tanto vicioso. Un saludito.

Unknown dijo...

¿te jode si voy con vos la próxima? Me llevo el tejido y no te molesto...te prometo. Lo que si, a mi me gusta tomar sol con la buzarda al aire...espero que no seas impresionable...jamás corrí más de 20mts en mi vida y desprecio a todo aquel que lo hace.

mara gena dijo...

jejeje... gran reflexión. Los NIKE BOYS corriendo pretenden esquivar a su muerte o a su boludez pero ambas los encontrarán donde sea que estén.

Yoni Bigud dijo...

Entiendo -seguramente de un modo muy personal, y por ende precario- eso del cariño hacia la propia tragedia.

La mayoría de las palabras que escribimos quedan en la nada. Otras, las menos, sintonizan -tenuemente- la frecuencia de algún pensamiento aislado, de alguna sensación, de alguna intuición habitual del lector, y por eso arrancan, con suerte, algún aplauso. Y otras, casi ninguna, alcanzan la médula espinal de algún razonamiento, de algún sentimiento, de una filosofía de vida.

Muchas veces usted tiene suerte con las palabras.

Un saludo.

Viejex dijo...

Suerte con las palabras, Bigud? No, este tipo no juega a los dados con las frases...
Hundred, comparto 100% su postura. Pero prefiero el whisky y el habano en casa. Verlos correr me cansa.

Anónimo dijo...

Claro... , Yoni Bigud, aún no entendio que Dios existe, que se llama Hundred y que todo lo que escribe es calculado? jajaja! Lo invito ajugar al poker cuando quiera jajajaja1

Lara dijo...

Ah, Yoni, soy Lara.(salió anónimo) Confío en que entienda ... UN saludo.

Mauro dijo...

Este blog es increíble.

Anónimo dijo...

Lo peor de todo esto son los estupidos que le responden a este sujeto queriendo implementar absurdas palabras que este mismo emplea, o una amarga vision de sus propias vidas que a nadie le interesa.

La condesa sangrienta dijo...

Una procesión de endorfinas pasó frente a mis narices también, sólo que yo me encontraba frente al mar tomando sol y café.
Algunos eligen fracasar transpirando y otros fracasar descansando.

LeO dijo...

Me reconozco uno de tantos que no entienden para qué sirve eso de "correr".
Cuando creo que tal vez lo puedo llegar a entender, se da una de estas maratones y la gente lo hace de a miles. Confirman la necesidad de sufrimiento y masoquismo, organizando dichos eventos alrededor de las 7 de la mañana de un domingo cualquiera.

Por suerte hay gente que se siente con sus puros y sus whiskys al costado, para recordarles lo mal que hacen.

Si el evento fuera más cercano al mediodía, correspondería hacer lo propio con un choripán.

Bugman dijo...

De ninguna manera yo haría eso que usted dice. Yo mandaría a otro. Si acaso, que después me enviara las fotos.

(¿Vio que ya tiene su propio anónimo crítico de morondanga? ¡Felicitaciones! Usted está más cerca del éxito de lo que supone).

Anónimo dijo...

jaja See Es Bueno!!!

Viejex dijo...

Bugman tiene razón. Hasta se refirió a ud como "sujeto"! Faaa!

Como lo envidio, Hundred. Yo creia qie los trolls estaban en extinción, y aca usted tiene un ejemplar que hasta escribe bien!

J. Hundred dijo...

*alelí! no le puedo contar mi almuerzo, es algo muy íntimo, muy privado. lo que sí puedo hacer, lo que le vengo debiendo, es invitarla a almorzar.

*caia! muy bien.

*lady baires! no hay problema con caminar. caminar es aprehender sin inconvenientes aspectos de la motricidad de los mamíferos medianos. si se fija usted bien, si mira un poquito national geographic, verá que un animal sólo corre cuando es estrictamente necesario (para comer, para coger). el resto del tiempo, el animal en cuestión, se dedica a rascarse. usted me pide que la categorice, no debiera, no corresponde, pero bueno. si tuviera que decir qué tipo de boluda es usted, pues, para mí, estamos en presencia de una boluda de lo más interesante.

*lara! un saludo.

*penélope! esa busarda al viento debe ser una experiencia cautivadora. considérese invitada.

*mara gena! los nike boys, si usted se fija bien, corren con la misma actitud, el tesón, el empeño, que en épocas pretéritas sólo se dedicaba a las prácticas religiosas. mediante un fantástico operativo de marketing, han logrado que la gente canalice su desesperación, su tremenda imbecilidad, en correr. eso quise decir.

*yoni bigud! será suerte, entonces, como usted diga. un saludo.

*viejex! compartimos 100% una postura, espero que ese nivel de intimidad no nos comprometa.

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*mauro. sí, coincido.

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*la condesa sangrienta! ‘procesión de endorfinas’. esa es la condesa que nos educa, nos instruye, la condesa que todos anhelamos conocer.

*leO! los han convencido que si corren un domingo, a las siete de la mañana, algo bueno va a sucederles, sus vidas van a cambiar. es para rendirse ante los profetas del marketing.

*bugman! su claridad nos ilumina, una vez más.

*delfína flor! bonita risa.

*viejex! yo conozco poco y nada de la jerga internáutica. soy un anacoreta, un eremita, tirando a boboncho. pero sé que ahí afuera están los peligrosísimos trolls, y también sé que están los temibles ebuses. y cuando se juntan, mamita querida, cuando se juntan.