27.10.09

Lotería

Cada mañana, mientras espero que el semáforo cambie de color para poder cruzar caminando la avenida, con mi absurda y displicente cara de gorila plateado, veo gente que entra al kiosco que vende billetes de lotería. La gente entra, y es claro, compra un billete de lotería, quiniela, bingo, el azar en alguna de sus manifestaciones. La gente entra y al comprar un billete de lotería, también está claro para mí, quieren ganar.
Aquí es donde empiezan los problemas. Sin entrar en discusiones que rozan los rudimentos de la probabilidad y estadística, para ganar, vamos a decirlo de una vez, hay que tener suerte.
Pero, no hay más que verlos, una y otra vez, a quienes compran billetes de lotería, la suerte les fue negada, como quien ha nacido sin flequillo o con una leve bizquera. No es grave en exceso, pero es un dato a tener en cuenta. Pedirle entonces a alguna de estas dulces bestias que tenga suerte, sencillamente no es posible.
Se me ocurre entrar y hablar con el empleado del kiosco que vende billetes de lotería, sugerirle que a cada persona que entre a comprar un billete le diga que no, que no le vende nada, pero que sí puede anotarles en un papelito la dirección de la dependencia ministerial donde pueden tramitar un cambio de identidad. Si pretenden tener suerte que empiecen por cambiarse el nombre, que intenten ser otros lo antes posible.

11 comentarios:

La condesa sangrienta dijo...

Lograr que lo atiendan a uno rápidamente en cualquier dependencia ministerial, es haber ganado la lotería.
...y de esos tampoco conozco muchos.

Bugman dijo...

Imagino que la suerte (si existiera) estaría tan pegada a cada persona que cambiarse el nombre sería un artilugio inútil.
Equivalente a comprarse una Ferrari para dejar de ser pelado.

Yoni Bigud dijo...

Por eso el robo de identidad suele ser un delito peligroso para aquellos que no realizan un meticuloso estudio de la víctima.

Un saludo.

polaca dijo...

Mi quinielero acaba de quedarse con una clienta menos.
Gracias. Te debo 5 pesos.

Nefertiti dijo...

La esperanza triunfa siempre sobre la experiencia, dirán una y otra vez entrando al negocio

Zerkalo dijo...

Coincido con Bugman, y si no hay otra alternativa como la del que ganó el Gran DT esta semana.

Cony dijo...

Es por eso que nunca me moleste en comprar ni una rifa siquiera, soy mas que consiente que mi suerte en el azar esta echada.

Anónimo dijo...

Cómo siempre Juan! Lo suyo es impecable :) La lectura es altamente disfrutable.

J. Hundred dijo...

*la condesa sangrienta! quizás una de las cosas más interesantes que tenga la lotería, es que puede disfrazarse con los más insólitos ropajes.

*bugman! ningún artilugio es inútil. cualquier burrita del montón podrá explicarle, sin excesivas dificultades y con un precario uso de lenguaje, que el pelado de la ferrari, bueno, más que pelado tiene mucha personalidad, viste.

*yoni bigud! paso, como en el dominó. un saludo.

*polaca! ponga usted los cinco pesos, y compre una empanada, marca y gusto de su preferencia. yo estoy dispuesto a poner un vino de cien mangos. elijamos una esquina. quién sabe, quizás tengamos suerte.

*nefertiti! el mismo argumento para jugar a la quiniela y para el matrimonio. mirá vos.

*zerkalo! yo no.

*cony! hay un escalón aún más complejo y entretenido, creo. consiste en no comprar la rifa, y creer que se puede ganar.

*sepiensaenverde! gracias, es usted muy amable.

MatiAsF dijo...

Yo no gané ni la colección de Oblogo

J. Hundred dijo...

*matiasf! cito una milenaria frase, aggiornada para las condiciones actuales que nos tocan vivir: lo importante no es ganar, y no, lo importante tampoco es competir. lo importante es comerse un canapé, rozar una teta, afanarse una birome, antes que se termine la fiesta.