3.2.09

Lo que tenés que saber, pibe

Lo que tenés que saber, pibe, es que existen tres tipos de mujeres. Y no tiene nada que ver con que sean madres, o profesionales, o que tengan las tetas grandes o que lloren cuando ven por televisión el hambre en Etiopía. Tiene que ver, pibe, como todo lo importante en esta vida, con el alcohol, con la bebida.
Están las mujeres ‘ceteris paribus’. Es una mujer que no toma. No importa si estás comiendo un asado o una pizza, ella pedirá alguna repelotudez sofisticada, como jugo de frutilla con canela y ralladura de coco, o un licuado de durazno, menta y melón, o simplemente una gaseosa dietética.
Están las mujeres ‘pari passu’. Es una mujer que va a acompañar. Si fuiste a comer una pizza y decís ‘¿tomamos una cerveza?’, ella dirá ‘bueno’. Si fuiste a un restaurante italiano y decís ‘¿Tomamos vino?’, ella dirá ‘bueno, sí’.
Están las mujeres ‘mutatis mutandi’. Es una mujer que si estás en un bar y te pedís una cerveza con maníes, ella pedirá un gin-tonic, luego otro, y otro más, antes que vos hayas podido llegar a la mitad de tu primer vaso.
Ahora bien. Si estás en presencia, si la vida te coloca por un instante en compañía de una mujer ceteris paribus, andate. No lo pienses. No lo analices ni lo dudes, tirá cincuenta pesos sobre la mesa y andate. Es una mujer que más temprano que tarde no podrá ocultar la absoluta tristeza que le corroe el alma. Puede tener flequillo o querer tener hijos o ser una diseñadora gráfica, pero detrás de ese antifaz hay una tristeza tan grande como para llenar una bañadera de lágrimas. Andate, no te des vuelta, no existe forma sobre el planeta tierra de combatir ese mal.
Si estás en presencia de una mujer ‘mutatis mutandi’, preparate para el mejor mes de tu vida. Ella se meterá un turrón en el culo y bailará ‘satisfaction’ desnuda en la terraza un día de tres grados bajo cero. Ella te pedirá que la ahorques con un cinturón durante la práctica sexual, y te masturbará en los cines y tendrá la carcajada más sensual que te puedas imaginar. Pero además de verte a vos querrá ser amiga de Charly García, se pondrá cocaína en el clítoris e intentará que su perro Ulises le chupe la vagina, se tirará en aladelta después de haberse frotado el culo con un mantecol tamaño familiar y te dirá que quiere coger con las nubes, en fin. No puede durar.
Queda entonces la mujer ‘pari passu’, pibe. Una mujer a la que le gusta coger pero también dormir, una mujer que por lo general está contenta pero a veces no, una mujer que no es demasiado linda ni sueña con ser la nueva Janis Joplin, una mujer que mira la tele y también sabe leer, y le gusta caminar por la playa pero no toma sol. Una mujer que sabe que las cosas pueden mejorar, pero lo normal es que empeoren, porque la escalera mecánica siempre va para abajo y tu esfuerzo está muy bien pero también está bien descansar, porque hay fracasos plácidos que valen más que muchas victorias, y a veces es bueno estar juntos, abrazarse, tener algún que otro efímero plan.

7 comentarios:

La condesa sangrienta dijo...

Cualquier declaración dejada aquí podrá ser usada en mi contra, así que mejor me tomo...el raje.
chin chin

Anónimo dijo...

Este fragmento merece un Nobel. Sabiduria en estado puro....

J. Hundred dijo...

*condesa! brindemos, brindemos.

*anónimo! su generosidad es tan excesiva como bienvenida. gracias.

Alelí dijo...

estamos en el horario de 2x1? yebaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

Lara dijo...

Economía... Pari passu... solo así una relación podría funcionar...un tiempo, por supuesto...

Anónimo dijo...

Queria decirte que tenes una Pari passu leyendote hace varios días. Che en serio, está tan mal no habele encontrado la vuelta al alcohol? Tragos dulces cuentan?

J. Hundred dijo...

*alelí!

*lara!

*anónimo(a)! estimada, los tragos dulces cuentan. yo una vez fui al médico y el tipo me preguntó si fumaba, si bebía. le dije ‘en la semana no’, porque me parecía que el vino y la cerveza eran alimento o medicamento, no debían ser considerados como ‘bebida’. una más, para reforzar el concepto. una amiga trabajaba en un hospital, y cayó internado un hombre hecho pelota, un paquidermo que había esssplotado por dentro. los análisis daban que tenía, bueno, de todo. cuando le hacían el cuestionario de rigor, el tipo, al preguntarle si bebía, había respondido ‘lo normal’. como no mejoraba, en una nueva pasada volvieron a preguntarle. y descubrieron que ‘lo normal’, para el hombre, era una damajuana de vino por día. la saludo con cariño.