15.2.09

Que me perdone Australia

Para su cumpleaños, le regalé un canguro. Me costó mucho trabajo conseguirlo, y una pila de plata. Es un canguro jovencito, cola parada, ojos del tamaño de dos pelotas de tenis y piernas que le permiten dar saltos de más de dos metros de alto.
Los traen de Australia, de contrabando, es ilegal, y la pena por atentar de esa forma contra los animales, alejándolos de su hábitat natural, es de varios años de prisión. Tienen que sacarlos en barco, narcotizados, y luego en avión. Los llevan a Europa. Hay que sobornar funcionarios de aduana, adulterar papeles, inventar pedidos oficiales de zoológicos inexistentes.
Decidí tomar el riesgo, violar no sé cuántas de mis propias normas éticas, hacer la inversión. Necesito que ella sienta lo que es vivir, aunque sea por un día, con alguien que no para de romper las pelotas.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Luego de haber tenido ocasionalmente un brevísimo y a la vez tierno contacto con un cangurito bebé, en una ocasión y en relación a ciertos eventos que, por cierto, no vienen al caso en este tiempo y en este espacio, le sugeriría que tuviera cuidado; no sea cosa que la susodicha opte, con cierta madurez intelectual y afectiva, por quedarse con el cangurito y lo mande a usted a saltar a Malasya

Alelí dijo...

si ud. se queda es por que le gusta a quejarse a otro lado, m´hijo...eh? No hace falta tanto gasto y quilombo...con cerrar la puerta o cortar el tel basta y sobra y para colmo es más barato. Quizas una o dos sesiones de terapia...o una buena sesión carnal.

Anónimo dijo...

Tal vez ella también pueda domar al canguro.

J. Hundred dijo...

*mar!

*alelí!

*row! se trata, sin dudas, de una posibilidad.

*quizás resulte tan esclarecedor como oportuno citar al filósofo finisecular, pensador postestructuralista, sabio positivista, pedagogo impar, el licenciado johnny allon, quien repetía una y otra vez aquello de ‘cambiame la música!’

Yoni Bigud dijo...

No pierde nada con intentar, aunque no creo que logre establecer su punto.

El cerebro femenino no se rige por los mismos patrones que el masculino. No estoy diciendo nada nuevo, ya sé, pero es que su intento, creativo, minucioso y desesperado me conmovió.

Un saludo.

J. Hundred dijo...

*yoni bigud! cualquier cosa que sea creativa, minuciosa y desesperada, bueno, creo que me conmueve a mí también. un saludo para usted.