11.2.09

En la tormenta

Con todo este fracaso, con todo este dolor, con todo este cúmulo de tragedias más o menos tradicionales pero con la curiosa e irrebatible peculiaridad de ser mías. Con este muestrario de barbaridades, decía, con este catálogo personal e intransferible de frustraciones, he construido algo hermoso. He sido capaz, aunque jamás me hubiera creído capaz, ha sido supervivencia tal vez, llamémoslo defensa propia, he podido sobreponerme, por decirlo de alguna forma, he podido transformar todo este abanico de hecatombes en una flor, una sonrisa, una canción.
Y he generado también, imagino que como parte de la construcción, de la reacción química descripta, como parte del proceso, una considerable cantidad de grasa. Tengo una panza.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

somos dos. beso.

Alelí dijo...

Ambos son, a mi entender, indicios de profunda sabidurìa.
Atentamente,

J. Hundred dijo...

*caia! en tal caso, como dijera sandrita, somos mucho más que dos.

*alelí! podemos inferir de sus palabras que la sabiduría no tiene los abdominales muy marcados.

Lara dijo...

jajaja! sí, es supervivencia!!!!! definitivamente. el catálogo de frustraciones no tiene fin... la construccion de algo hermoso sí. La flor se seca, la misma canción cansa, y la sonrisa no dura... eso sí, el fracaso es siempre algo que parece novedad, aunque ya lo conozcamos... y la grasa... bueh, qué va a ser!!! Al menos que sea por acumulación de buen vino!