21.10.08

Solución de esquina

Son las siete de la mañana, algo así, en ningún caso más de las ocho. Camino por mi barrio, por una cuadra cuyo nombre preferiría no mencionar. Delante de mí, yendo en igual dirección, camina una pareja. Van de la mano. El hombre puede tener treinta años, treinta y cinco tal vez, y no hay un solo rasgo distintivo en él. Peinado hacia el costado, como si lo hubiera peinado la mamá para ir al colegio, y no hubiera sido necesario volver a peinarse jamás, dudar de ese orden establecido. Sus ropas son grises o celestes, la atonía, reflejan la ausencia, entre otros rasgos distintivos, de personalidad. Es delgado, algo inclinado hacia delante, por una ignota vocación de mirar el piso que le viene de muy lejos, y nada más.
Ella tiene demasiados lunares en los brazos, y la piel apagada, gris, como si hubiera estado demasiado expuesta a impiadosos caños de escape de malévolos colectivos. No hay nada en sus formas que llame al deseo, de un flaco triste y amorfo, sin caderas ni tetas, nada para imaginar. Los dedos de sus pies no merecerían ser tocados por una mano humana, jamás. Lleva los labios pintados, apenas, de un rosa pálido, un color que debiera ser arrancado de la paleta de colores, un rosa con el que he visto pintado el frente de algunas casas de playa en lugares demasiado ordinarios, lugares que prefiero olvidar.
Van de la mano, ya lo dije. Se detienen en una esquina a esperar el cambio del semáforo, y yo me acerco y miro esas dos manos juntas. Hay una fuerza ahí, que los sostiene, en medio de un fracaso cotidiano, una tempestad de generalidades que moverá el precario bote de sus vidas hasta hacerlo naufragar.
Hay una fuerza en esas manos que me conmueve de una forma que no creo poder explicar.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

lo no atractivo, gris, ordinario, feo.. tiene que ser fracaso? esas dos manos unidas tan fuertemente, sólo puede ser por compartir precariedad? qué lo hace a ud. ser menos fracasado, menos precario que esas dos personas? Botes precarios.. todos navegamos en ellos. Saludo gris.

La condesa sangrienta dijo...

Ud. no puede ver el milagro que los embellece porque se construye de a dos. Sólo de a dos.

La condesa sangrienta dijo...

Perdón: magnífico texto, tan bueno que me quedé en la anécdota.

Yoni Bigud dijo...

Sin embargo ha dejado muy claros los motivos de su conmoción. Aunque parece que lo hizo sin querer.

El Caballero de la luna dijo...

Usted es un tipo sensible, muy a su pesar. Excelente escritor, aunque no tanto como imagina (podría más). Lástima que camine inclinado hacia adelante de la mano de una pecosa.

J. Hundred dijo...

*caia! upalalá!

*condesa! y pegue, y pegue..

*yoni bigud! es prácticamente como todo. sin querer. queriendo.

*caballero! le pido un poco de paciencia. es que, le juro, tengo la tan íntima como infundada convicción que yo puedo mejorar.

*llenan mi copa, otra vez, con pommery brut royal. hay noches donde ser yo es una de las cosas más interesantes que te podrían pasar.