28.11.07

Forever otro

Desde que he dejado la adolescencia, desde que he ingresado, por decirlo de alguna forma, en la vida adulta, suelo sentarme en un bar, cualquiera, y fantaseo. El objeto de mi fantasía es lo maravillosa que podría ser mi vida con sólo intentarlo, o con un golpe de suerte, según el caso. Liberarme de mi asquerosa rutina como un elefante que se sacude y ruge o brama o como corno se llame el sonido que hace un elefante cuando se sacude. Liberarme, decía, y dedicar mi vida a hacer cosas maravillosas que siempre hacen otros. Dedicar mi vida, entonces, a ser otro.
Pero si fuera otro, estoy seguro, desearía ser el sujeto sentado en la mesa de un bar, con su cuaderno de tapa dura y su birome, el sujeto que mira por la ventana y fantasea con despreocupación, acerca de todo lo que no será jamás.

4 comentarios:

La condesa sangrienta dijo...

Si ud. fuera otro, seguramente estaría sentado en un bar con su cuaderno de tapa dura y su birome, escribiendo sobre aquél sujeto que mira por la ventana y fantasea con ser otro.

Anónimo dijo...

sí, sí, yo quiero tener rulos...

J. Hundred dijo...

*condesa! me hizo acordar a un poema que escribí y que empezaba así: ‘porque no puedo parar de ser yo mismo’. pero fue hace mucho. fue, si usted me permite el tecnicismo, cuando podía partir un azulejo de un pijazo.
*

La condesa sangrienta dijo...

¡Azulejos eran los de antes!