El otro día soñé que cogía con una sandía. Le había hecho un pequeño orificio a la altura de la mitad, y había quitado un círculo de unos cinco centímetros de diámetro, como quien quita el tapón de una bañera. Luego había colocado la sandía sobre el parquet y me había arrojado encima. Recuerdo que la escena transcurría en una habitación desconocida para mí. Había un perchero, y sobre el perchero había una lechuza que parecía seguir atentamente la escena. Aunque no estoy en condiciones de afirmar si la lechuza estaba viva o embalsamada. Los ojos amarillos de la lechuza apuntaban en dirección a la sandía, pero no parpadeaban. Aunque las lechuzas no se caracterizan por parpadear.
Y esa es la escena que soñé la otra noche, doctor. Yo me retorcía un poco sobre la sandía, y la lechuza miraba, y no recuerdo mucho más.
No se vaya, doctor, espere, todavía no le pagué la consulta. Por favor no se vaya.
Y esa es la escena que soñé la otra noche, doctor. Yo me retorcía un poco sobre la sandía, y la lechuza miraba, y no recuerdo mucho más.
No se vaya, doctor, espere, todavía no le pagué la consulta. Por favor no se vaya.
6 comentarios:
A ver... si los sueños son proyecciones de deseos insatisfechos, usté desea que una vagina roja y enorme devore su miembro con los negros dientes de la pasión, o bien la sandía establece la deseable medida del mismo (no se cogía un kiwi, por ejemplo). La lechuza expresa su necesidad de ser visto.
El psicólogo, seguramente, salió corriendo a comprar un par de melones.
Si quiere, págueme a mí, la consulta en especias (no mande fruta).
para mi que quería comer sandía y nada más, y lo de la lechuza es por harry potter.
Mi interpretación es que Ud. desea realmente a la lechuza pero no se atreve a hacerle un orificio de 5 cm. de diametro. El doctor cree que la lechuza lo representa a él y por eso escapó.
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*next!
No disfrace Juan, no se gaste en escenarios tan bizarros. Usté sólo quiere que lo abracen.
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*next!
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