20.12.06

Ajeno

Al despertar por la mañana, al abrir los ojos, descubro que a mi lado, sobre la cama, yace media res. La sangre empapa las sábanas; el olor a carne impregna el cuarto en su totalidad.
Me incorporo. Me siento en la cama. Tengo que bañarme; tomar unos mates; ir a trabajar.
Sé que no es un sueño, sé que no estoy soñando. Si fuera un sueño mío habría una guarnición de papas fritas o españolas, supongo que sobre la almohada, no sé. Habría un humeante puré de papas en alguna parte.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y... si los sueños son expresiones de deseo entonces o no era un sueño o los sueños son otra cosa.

Tampoco era un sueño mío, eh. De haberlo soñado yo (y de haberlo hecho a usted testigo de mis profundidades), el impávido cadaver estaría regado de pimienta negra.

J. Hundred dijo...

*testigo de sus profundidades. y pensar que hay gente que busca destinos de veraneo en el suplemento 'viajes'. de algún diario. de algún domingo.
un saludo.