21.10.06

Iluminaciones de índole político

‘Donde hay una necesidad, nace un derecho’, dijo, alguna vez, Eva Perón, o así la citan.
Así que repetí la frase, de pie, imitando la voz del General (especialidad de la casa; no sé imitar la voz de Evita) para luego abalanzarme sobre la chica que me acompañaba. Arrojé un beso que aterrizó en una carótida, y mis manos pugnaron por apretar un seno, manotear una nalga.
Ella se liberó de mis torpezas con displicencia, me arrojó la Mirinda en el rostro, y se marchó dando un portazo.
Fue entonces cuando el peronismo empezó a calar hondo en mí.

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