28.10.06

Dulce de leche, chocolate

Si se procede a la ingesta de un alfajor de chocolate con dulce de leche, no se logrará comprender ni por asomo las complejas diferencias entre círculo y circunferencia.
Tampoco se entenderá, no, el significado del diámetro.
Se ignorará por completo en qué consiste el radio.
No se estará ni cerca de acercarse a las enigmáticas y procelosas aguas del número pi.
En resumen, al ingerir un alfajor de chocolate con dulce de leche, no se aprenderá nada de nada. Un alfajor no ha vuelto, jamás, mejor a nadie.
Pero no sabés lo rico que estaba.

1 comentario:

Bugman dijo...

Discrepo. Un alfajor de chocolate puede enseñar a un niño lo que es la avaricia, la envidia, el placer, y fundamentalmente la gula. Algunos niños aprenden más de moral gracias a la existencia de alfajores que de la prédica de pastores evangélicos. Ahora, los niños de hoy no aprenden nociones de geometría ni a patadas.