30.8.11

El hada

Estoy en un bar, desayunando. No importa el bar, qué carajo importa el bar. Fue en un bar donde ella te dejó, y en un bar donde te diste cuenta que te ibas a morir, y fue en un bar donde supiste que eras un genio, también. Si te preguntaran qué cosa importante te pasó fuera de un bar, tendrías problemas para responder.
Ya sé, también, muchas veces mis historias empiezan así. ¿Qué querés, que te diga que me enfiesté con la selección nigeriana (femenina) de vóley? ¿Que estuve haciendo jet ski en bolas en los lagos de Palermo? No, loco, la mayor parte del tiempo no te pasa nada, la vida no es como en las películas.
Estoy en un bar, desayunando. Nada, hay una humedad del carajo, una humedad que te deja la ropa como si un elefante se hubiera sonado los mocos encima tuyo, Buenos Aires.
Entra una pareja, al bar. Clase media, con aspiraciones quizás. Mayores de treinta, la edad del reconocimiento, las galeras hacen huelga de conejos, se pierde la gracia. Lo que era divertido deja de serlo, y es lo suficientemente triste como para llenar una bañera de lágrimas.
Es mala, ella, se nota que es muy mala. Bajita, con un fastidio que la supera en estatura. Se queja, de algo, de cualquier cosa, de cómo se abre la puerta del bar, de la humedad, de lo mal que estaciona el auto su marido, de la rotación y traslación del planeta tierra. Nació para quejarse, ella, porque hizo más o menos lo que quiso, llegó como pudo adonde creía que debía llegar, y ahora se da cuenta que no le sirve, que el fastidio se le ha pegado como una fina película de polietileno que la envuelve, la contiene, la abarca.
Detrás de ella, corresponde mucho más desde lo metafísico que desde la cortesía, entra, su marido. Debe tener dos o tres años más que ella, aunque ha comenzado un proceso de inexorable deterioro, producto quizás de la mala alimentación, el tránsito en la ciudad, el día a día en la oficina comiéndole el corazón como una metódica rata. Él sabe, también, cómo no saberlo, porque ni siquiera hay que saberlo, basta con sentirlo, que no aguanta más. No aguanta más y sabe que le faltan, como mínimo, otros veinte años de ese insoportable crucero donde el paisaje nunca cambia, no hay nada para avistar, sólo bandadas de tedio. No era malo, él, quizás de jovencito, soñaba con algo que no fue, la frustración muta con asombrosa velocidad y un día sos todo maldad, querés ver noticias donde se caen los aviones, o que muere de sobredosis algún rockero que parecía estar pasándola bien, el resentimiento se para en dos patas como un oso después de un largo invierno y se golpea el pecho. La envidia quiere comer.
Detrás de ellos, entra una niña. Es la hija, debe tener cinco años, quizás siete. El cabello con dos vibrátiles colitas, la inquieta mirada. Pero eso no es lo llamativo, no. Va vestida de hada.
Sí, va vestida de hada. Blancas medias que le cubren la totalidad de sus piernitas como alambres, y una pollerita de tul. Es eso, básicamente en eso consiste el disfraz, en la pollerita de tul, en las medias. No, lo que define que es un hada, es que tiene un palito, en una mano, que termina en una precaria estrella de cinco puntas. Puede que el palito sea la base de una percha, y la estrella es dorada, hecha con cartón y papel metalizado, algo pegoteada de plasticola.
La nena entra al bar, también. Yo estoy sentado, desde el punto de vista de los que ingresan, del lado izquierdo. Los padres avanzan, caminan, hacia el lado derecho, en busca de una mesa, pero la nena se desvía. Viene para mi lado. Da un saltito, un esforzado saltito con las dos piernas juntas, que la deposita junto a mi mesa. Con teatral gesto me toca, me toca la cabeza, con la varita de estrellada punta. Y sonríe, es la sonrisa más linda que yo jamás haya visto, aunque no cambie nada.

18 comentarios:

Alelí dijo...

esta vez empecé entre divertida y deprimida y terminé enternecida.

divinos.

besos
Pd: algunas descripciones superan todo lo anterior.

Dany dijo...

Otro relato excelente. Bandadas de talento....vea. Un abrazo.

yaz! dijo...

dicen q la sonrisa de un niño hace milagros,veremos que consecuencias le dejo a ust.
realmente excepcional su descripción
mis mas sinceros saludos.

Juan Sebastián Olivieri dijo...

"...las galeras hacen huelga de conejos..."

"...Bajita, con un fastidio que la supera en estatura..."

Estas dos seguro se le ocurrieron después que el hada lo tocó con la varita.
Excelente.

Yoni Bigud dijo...

Uno nunca termina de ser todo maldad, aunque el resentimiento se pare en dos patas, como un oso, golpeándose el pecho. Siempre es capaz, como mínimo, de apreciar una sonrisa genuina.

Es poco, sí. No cambia nada. Pero es lo que hay.

Asombroso lo suyo. Fenomenal.

Un saludo.

LaLa dijo...

y Plop! se convirtió en el Principe PePe.
besoo

Jorge dijo...

Impecables retratos, todos tienen 3 deseos en el fondo del cuore...
Atte/

Anónimo dijo...

Me mató lo de la nena: tengo un nudo en la garganta...

Tilinga dijo...

El hada es la niña que todas llevamos dentro, por más cursi que suene. Estoy segura que incluso esa amargada treintañera también conserva esa capacidad de encontrar alegría en el presente, aunque el 90% del tiempo se la pase despotricando porque vive con lo justo y tiene que pagarle la cuota del colegio a la nena, más el trajecito de hada y las lecciones de danza...

¿Por qué ella es mala y el marido no lo es? Después de todo no es que están en el mismo barco del que no tienen escapatoria hasta que la nena cumpla 18, si él se aguanta las quejas y ella sigue casada con él, no hay más víctimas que la pobre nena a la que le toca crecer viendo a los padres tratarse así.

Mr. Kint dijo...

En su caso, ud. tiene toda la diversidad de animal planet dentro de esa magnífica galera de relatos.
Conmovedor. Cualquier comentario sobra. Acepte que le diga que lo suyo ha sido una genialidad, se lo digo de corazón, aunque no cambie nada.
Saludos.

J. Hundred dijo...

*alelí! se me ocurre que debe usted cenar demasiado tarde. de no ser por eso, bueno, sería la mujer perfecta. pintó ternura, qué le vamos a hacer. le mando un beso en la frente.

*dany! oiga, a ver si me dice de una buena vez que soy un pelotudo, como en las viejas épocas. no pierda la línea. un abrazo.

*yesica! entre usted y yo, total esto no lo lee casi nadie. resulta una curiosa carga para mí, algunas veces, brillar tanto. pero quizás no tenga yo toda la responsabilidad, quiero decir, la prepotencia del contraste. 1saludo.

*juan sebastián olivieri! gracias.com

*yoni bigud! ‘el resentimiento se para en dos patas como un oso después de un largo invierno y se golpea el pecho. la envidia quiere comer’, dijo el poeta. cómo es posible que no me hayan llamado de blogger para darme un premio, o de wordpress para comprarme el pase en quinientas lucas, o para ofrecerme algún descuento cuando pido empanadas de la continental. se podría decir que estoy sosteniendo la industria del blog con la gaver. me permito recordarles que la ingratitud es peor que la traición, manga de forros. un saludo para usted.

*lala! no veo manera de responder a sus palabras, sin ofenderla.

*jorge! una vez compuse unos precarios versos que cito a continuación:

tres cosas hay en la vida,
salud, dinero y amor,
si no te tocó ninguna
te está cogiendo tantor.

(tantor era un elefantito que a veces asistía a tarzán, pero yo, siendo niño, me daba cuenta que algo más sucedía entre ellos).

*anónimo! it’s cry time.

*tilinga! que nos vaya bien a todos.

*mr. verbal kint! se le atribuye al superior ciorán aquello de ‘lo que no es desgarrador, es superfluo’. resulta que tenía yo pegado esa tremenda frase sobre la puerta de un placard, cuando me tocó vivir en un departamento sobre la calle french, de 28 metros cuadrados, época en la que me sentaba a fumar y a tomar whisky sin hielo (grant’s, que yo recuerde), en shorcito, en el balcón, creyéndome un pichón de bukowski. en una oportunidad, recibí la visita de una burrita que, se detuvo ante la hoja pegada con cinta scotch, leyó, y dijo ‘lo que no es desgarrador, es superflúo. no entiendo’. estábamos en verano, y era la época, mucho me temo, en que las muchachas usaban lápiz de labios de colores fluorescentes en las playas de punta del este, supongo que esa fue la asociación que la piba alcanzó a realizar. me dieron ganas de echarla a patadas, por respeto a ciorán. pero la chica tenía un culito divino, y cogía con genuino énfasis. ahí comprendí que entre mis apetitos se encontraba la literatura, pero que a uno lo pueden conmover muchas cosas. un saludo.

Tilinga dijo...

JH, discúlpeme la osadía de comentar sobre su obra, veo alguna reacción negativa. Y ya que en su respuesta a Mr. Verbal Kint menciona a Bukowski, déjeme comentarle que a pesar que él también era un perdedor misántropo, las superaditas hipster que veraneamos en Punta amamos a incondicionalmente a Henry Chinaski porque era un perdedor de verdad: alcohólico, hecho pelota, desempleado, eyaculador precoz, lleno de problemas de salud. Para ser perdedor también hay que que ser bueno. Un saludo.

LaLa dijo...

mi querido Juan no hay nada en este momento que pueda ofenderme, si, admiro que siga escribiendo maravillosamente, que genere a cada uno con sus petates cotidianos distintas sensaciones, ya que si realmente sabríamos de algo, no necesitariamos escribir, por eso seguimos, aún sin entender, aún sin saber.
Beso de noche esperando la primavera!!

Familiarizada dijo...

¡que metáforas!

Mr. Kint dijo...

Usted estampaba sobre su placard hermosas palabras de Cioran mientras jugaba a ser un pequeño Bukowski al tiempo que recibía burritas jóvenes dispuestas a experimentar las más embrolladas posiciones sexuales en cada uno de los 28m2 de su depto. Por mi parte experimento similar estado de soltería; de Cioran, poco, pero sí guardo algún snack rancio en la alacena y en este juego estoy más cerca del gran Lebowski, con visitas de jóvenes cada vez más infrecuentes.
Y respecto a la frase, le digo que en algunas ocasiones lo super fluor es preferible a lo desgarrador, sobretodo si hablamos del lápiz labial de alguna moza.
Abrazo para ud.

JULIANA dijo...

como me gustan tus relatos.... EL HADA me tocó el corazón...

Undiaenlavida dijo...

Si no fuera por la diferencia de edades me reflejaría con la señora "petiza y quejosa" ultimamente estoy siendolo, y por todo...
Necesito la varita de la pequeña para ver si me saco el "quejismo", quizás funcione...a ud le cambió algo?

Dalilasearrepintio dijo...

Genial!
se me pianto un lagrimon y todo, a mis descreidos treintaypico.
Saludos