15.6.08

Canción de amor

El cantante escribe una canción que cuenta que lo dejaste. Es una triste, dulce, y hermosa canción. Una canción que nos acaricia el alma y nos recuerda que todos fuimos dejados, alguna vez. Una canción que nos transmite, atenuado por el poético filtro de la experiencia ajena, lo que se siente.
La canción, cosas que suceden, como la lluvia o el amor, es un éxito. La canción es genial, a todos les gusta la canción.
La canción hace que quieras volver con el cantante, que no puedas evitarlo, que adviertas que al irte estabas confundida, cometiste un error.
Así que escuchás la canción una vez más y decidís llamar al cantante, muy emocionada, y decirle que te equivocaste, al irte, que querés volver.
Ahora el cantante debe elegir entre la mujer que lo inspiró y la canción, entre el amor y el arte. El cantante duda si volver con la mujer, o escribir otra canción. El cantante se atormenta, el cantante no sabe qué hacer. El cantante, finalmente, elige suicidarse.
Mientras entierran al cantante la gente vuelve a escuchar la canción. Le encuentran, a la canción, nuevos significados. Les parece, la canción, todavía mejor. Vos estás mal, pensás hacer un viaje o un curso. Sin el cantante, tu vida no parece gran cosa, no se le ve magia ni color.
La pizza es napolitana, con ajo, y está buenísima. Me sirvo otra porción.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Mientras iba leyendo, no podía dejar de pensar con que remtae irías a salir al final del texto.
Iba pensando con cierto miedito donde irías a pegar el viraje imprevisto.
Y sí...llegó, tenía que llegar.
¿siempre tiene que llegar?

Reclamo mi asterisco
Me lo merezco
Lo exijo
estoy caprichosa, sepa disculpar,es parte de la esencia

La condesa sangrienta dijo...

¿el arte o el amor?
parece que la voz cantante la lleva el hambre (para mí sin ajo, gracias!)

Anónimo dijo...

Nadie se suicida por amor, por arte..mmm.. tampoco.. seguro hay alguna claúsula de seguro por ahí de donde agarrarse y del cantante ya no se acordará nadie. Y de canciones que recuerdan que de te dejaron está lleno... hay algo para inventar en música? en cine?
La pizza sin ajo, plis.. la acidez no va conmigo... o si? quizás.

J. Hundred dijo...

*mire, mar, entre usted y yo, total esto no lo lee nadie. yo podría ponerle un par de asteriscos, no me cuesta nada, y soy respetuoso de las palabras de la madre teresa de calcuta, aquello de ‘hay que dar hasta que duela’. pero tengo algunos reparos, a saber. primero, tengo casi todos los turnos tomados, es así, yo no sé qué pasa, pero la gente precisa que yo vaya y le escriba alguito, y bueno, uno debe de alguna forma cuidar el manantial, resguardar el surtidor, la fontana, porque los asteriscos tampoco son infinitos y deben ser aplicados a quienes en verdad los precisan. segundo, y lo que más me inquieta, es que si usted ha roto lo que ha roto las bolas así, sin que yo le garabatee nada, ni quiero pensar lo que puede llegar usted a romper los cojones si yo le pongo un par de asteriscos. es que, quiero ser humilde, quiero ser riguroso en mis conceptos, pero conozco gente a la que le he echado dos o tres asteriscos hace años, nada del otro mundo, lo que podríamos llamar un asterisco ‘base’, sin levantavidrios ni llantas de aleación, y esa gente sigue viniendo y viniendo como hámsters enardecidos o chihuahuas famélicos, arrastrando el parecer que sin mi modesta manera de tipear todo adquiere una inconcebible opacidad, la vida se les torna un sinsentido. y le estoy hablando de mujeres que cuando yo las conocí ya denotaban la falta de entusiasmo y el desgaste propio de haberse tragado varios alfabetos de ida y de vuelta, gente que evidenciaba haberse deglutido arrobas, comillas, paréntesis completos desde muy chicas, gente con el chasis algo cascoteado de tanto darle y darle a la semiótica, fatiga de materiales, que así le dicen. y aún así, yo no sé qué pasa, si genero un síndrome de abstinencia o qué. por eso le digo, yo que usted me quedaría calladita, como había prometido alguna vez. y lo más importante, lo que le recomiendo por lo general a toda esa juventud maravillosa: olvídese de mí, usted está para mucho más, lo mío es tremendamente ínfimo, casi un trivial accidente, un absurdo error, usted siga con lo suyo si así le va fenómeno, vaya.

*condesa! con todas las fichas que tengo puestas en usted. con el cariño y el respeto que le tengo, con las peleas que hemos superado porque vale la pena intentarlo y seguir con este via crucis personal e intransferible, y usted va y tira así, como quien lanza un esputo, que rechaza el ajo. renuncio a los honores, no al ajo, dijo la santa evita. le pido desde un poco más abajo del alma que reflexione, no tiremos por la borda todo esto que en medio de esta pleamar de boludos hemos construido juntos. le ofrezco, para que vea lo hondo que ha calado usted en mis gastados huesos, le ofrezco, decía, mis manos enchastradas de muzzarella, mi abrazo de la más pura calabresa, mi corazón de fugazzetta. no sé, recapacite.

*a pesar de la profunda inquina, de la monstruosa animadversión hacia mi persona, también hay una porción de pizza para usted, caia, por si le sirve, por si la pudiera necesitar.

La condesa sangrienta dijo...

Juan querido, con el occipucio quebrado de pena le pido a ud. sepa disculpar mi torpeza. Ajo de agónica plata llamó el andaluz a la luna y tal vez por estar ajada -que no decir alunada- lo he golpeado más abajo de dalma.
Mi corazón de alcaucil sugiere que nos reconciliemos a la putanesca ¿qué le parece?

J. Hundred dijo...

*condesa! me parece magnífico, me parece genial. y provoca en mí, también, ese lozano temor de no querer de ninguna manera convalidar la remanida frase, aquello de ‘alcauciles a los chanchos’. me permito entonces recurrir a borges, a su generoso bastón, y pensar que el venerable ciego también dijo alguna vez: da lo santo a los perros, echa tus perlas a los puercos, lo que importa es dar.

Anónimo dijo...

OK, OK calladita y al rincón. Ya entendí.

Ya le retrucaré por privado, o no le retrucaré nunca.Pero...¿vió que lindo que escribe usted cuando retruca? Lease, vaya. Le aseguro que es un placer leerlo

Anónimo dijo...

epa.. "profunda inquina, la monstruosa animadversión".. me pa que usted se morfó un par de asteriscos pero matemáticamente hablando, ya que me ha potenciado un poco la cosa. De todos modos, paso con la pizza, estoy a dieta y, además, temo sea de esa que usté se tiró en la cabeza unos posts atrás.