Estos son los últimos que vi. Los últimos que me crucé. Y si bien aquello de ‘los boludos son como las hormigas’, se aplica, me parece útil agregar cierto trabajo estructurado, cierto rigor científico, cierta tipificación que pueda resultar de alguna ayuda, a pesar de encontrarme siempre limitado a la hora de combatir la toxicidad, los nocivos efectos.
*Está el boludo setter irlandés. Es el boludo eléctrico, el boludo epileptoide, el boludo agitado, con la lengua afuera, el boludo que mueve la cabeza en todas direcciones, como si en alguna parte estuviera sucediendo algo de relevancia. Patología muy femenina, también, muy de boluda.
*Está el boludo ketchup o boludo mostaza. Es un boludo que mancha, un boludo torpe, un boludo al que se le caen las cosas. Un boludo que te da la mano y uno percibe que en alguna parte de esa palma hay moco, o miel, o dw40.
*Está el boludo fluorescente. Es un boludo que brilla, que encandila un poco, al principio, un boludo que puede incluso usar un pañuelo en el bolsillo superior del saco, o el pelo prolijamente cepillado. Es un boludo que por lo general usa gel. Es un boludo que cree que un tatuaje, o un piercing, lograrán atenuar su boludez. En la versión femenina es la boluda que cree que un corte de pelo diferente la vuelve distinta, que tal vez peinándose de otra forma se diluya aunque sea por un ratito su tremenda carga bolúdica.
*Está el boludo críptico. También conocido como boludo crucigrama, o boludo sudoku (ex boludo cubo mágico). Es un boludo que se hace el profundo, que habla complicado, que para pedir que le alcances la sal te puede recitar una estrofa de un tema de Spinetta, o una frase atribuida a Jenofonte.
*Está el boludo a cuerda. Es el boludo al que le cuesta arrancar con su boludez. Es un boludo que necesita un voto de confianza previo. Es un boludo que precisa que alguien, la novia o un vendedor de camisas, le diga ‘dale’. Es un boludo que necesita que lo empujen, que lo animen.
*Está el boludo dolby. Es un boludo de lo más común, sin notas de color en exceso distintivas, pero habla muy fuerte. Sobre todo en lugares públicos. Sobre todo en bares y medios de transporte.
*Está el boludo espasmódico. Es un boludo que lucha, que no se decide. Es un boludo que es boludo por completo, hace una boludez, dice una boludez, y para. Piensa. Y vuelve a empezar, para invariablemente hacer o decir otra boludez, a la cual le ha pegado un par de vueltas. Y así.
*Está el boludo light o boludo bajas calorías. Es un boludo descafeinado, un boludo actimel, un boludo que va por la vida descubriendo nuevos yogures que lo hagan cagar como una avispa, es un boludo que come un queso port salut que parece una aleación plástico gomosa, es un boludo que toma bebidas de colores chillones, y deja una botellita al lado de la cama porque cuando cogés perdés muchas sales. A decir verdad, es más que nada una boluda.
*Está el boludo Ferrari o boludo con alerón. Es un boludo apurado, un boludo entusiasta. Es un boludo que va rápido. Es un boludo con personalidad, con iniciativa. Un boludo dispuesto a no frenar en las curvas de la vida. Es un boludo que se ríe mucho, un boludo que utiliza su carcajada estentórea como un cortinado detrás del cual esconderse.
*Está el boludo espejado. Es un boludo al que no le importa en lo más mínimo lo que te pase, es un boludo al que no le interesa para nada lo que le digas. Es un boludo esperando su oportunidad, y la oportunidad siempre llega, para hablar de él mismo, porque no hay nada más interesante para él, que él, sobre la faz de la tierra.
*Está el boludo épico. Es el boludo, la boluda, que cree que haber comprado medio kilo de queso cuartirolo, o haber pagado una factura de gas vencida, debe ser encuadrado bajo la categoría de epopeya. ‘¿Sabés lo que me pasó hoy? Cuando quería bajar del colectivo, llovía. ¡Y tuve que dar un saltito!’.
Acepten entonces este módico aporte para la categorización entomológica que, mucho me temo, no termina nunca.
*Está el boludo setter irlandés. Es el boludo eléctrico, el boludo epileptoide, el boludo agitado, con la lengua afuera, el boludo que mueve la cabeza en todas direcciones, como si en alguna parte estuviera sucediendo algo de relevancia. Patología muy femenina, también, muy de boluda.
*Está el boludo ketchup o boludo mostaza. Es un boludo que mancha, un boludo torpe, un boludo al que se le caen las cosas. Un boludo que te da la mano y uno percibe que en alguna parte de esa palma hay moco, o miel, o dw40.
*Está el boludo fluorescente. Es un boludo que brilla, que encandila un poco, al principio, un boludo que puede incluso usar un pañuelo en el bolsillo superior del saco, o el pelo prolijamente cepillado. Es un boludo que por lo general usa gel. Es un boludo que cree que un tatuaje, o un piercing, lograrán atenuar su boludez. En la versión femenina es la boluda que cree que un corte de pelo diferente la vuelve distinta, que tal vez peinándose de otra forma se diluya aunque sea por un ratito su tremenda carga bolúdica.
*Está el boludo críptico. También conocido como boludo crucigrama, o boludo sudoku (ex boludo cubo mágico). Es un boludo que se hace el profundo, que habla complicado, que para pedir que le alcances la sal te puede recitar una estrofa de un tema de Spinetta, o una frase atribuida a Jenofonte.
*Está el boludo a cuerda. Es el boludo al que le cuesta arrancar con su boludez. Es un boludo que necesita un voto de confianza previo. Es un boludo que precisa que alguien, la novia o un vendedor de camisas, le diga ‘dale’. Es un boludo que necesita que lo empujen, que lo animen.
*Está el boludo dolby. Es un boludo de lo más común, sin notas de color en exceso distintivas, pero habla muy fuerte. Sobre todo en lugares públicos. Sobre todo en bares y medios de transporte.
*Está el boludo espasmódico. Es un boludo que lucha, que no se decide. Es un boludo que es boludo por completo, hace una boludez, dice una boludez, y para. Piensa. Y vuelve a empezar, para invariablemente hacer o decir otra boludez, a la cual le ha pegado un par de vueltas. Y así.
*Está el boludo light o boludo bajas calorías. Es un boludo descafeinado, un boludo actimel, un boludo que va por la vida descubriendo nuevos yogures que lo hagan cagar como una avispa, es un boludo que come un queso port salut que parece una aleación plástico gomosa, es un boludo que toma bebidas de colores chillones, y deja una botellita al lado de la cama porque cuando cogés perdés muchas sales. A decir verdad, es más que nada una boluda.
*Está el boludo Ferrari o boludo con alerón. Es un boludo apurado, un boludo entusiasta. Es un boludo que va rápido. Es un boludo con personalidad, con iniciativa. Un boludo dispuesto a no frenar en las curvas de la vida. Es un boludo que se ríe mucho, un boludo que utiliza su carcajada estentórea como un cortinado detrás del cual esconderse.
*Está el boludo espejado. Es un boludo al que no le importa en lo más mínimo lo que te pase, es un boludo al que no le interesa para nada lo que le digas. Es un boludo esperando su oportunidad, y la oportunidad siempre llega, para hablar de él mismo, porque no hay nada más interesante para él, que él, sobre la faz de la tierra.
*Está el boludo épico. Es el boludo, la boluda, que cree que haber comprado medio kilo de queso cuartirolo, o haber pagado una factura de gas vencida, debe ser encuadrado bajo la categoría de epopeya. ‘¿Sabés lo que me pasó hoy? Cuando quería bajar del colectivo, llovía. ¡Y tuve que dar un saltito!’.
Acepten entonces este módico aporte para la categorización entomológica que, mucho me temo, no termina nunca.
4 comentarios:
Y los pelotudos? Porque no es lo mismo, tienen otra categorización, se lo aseguro, además de que la palabra pelotudo en sí tiene más fuerza y una profunfidad que la hace superior.
Le faltó encuadrarse en alguna categoría. Calculo la mía es light, aunque al lado de la cama no tengo una botellita de sales precisamente.
A propósito, que día perfecto para boludear.
Cualquier cosa que diga después de su categorización será una boludez y me dejará a la altura de aquel viejo conocido "el boludo campana" (porque era tan-tan boludo!).
No lo creo condesa, ustéd siempre tendrá la palabra justa, la mirada diferente, la opinión que vale la pena leer. Saludo,el cansancio me va ganando.. dura la vida del bolú.
*condesa! debo reconocer que toda categorización peca de de arbitraria, simplificadora, subjetiva, limitada, parcial. pero no menos cierto resulta que cuando yo categorizo tengo toda la onda.
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