La falta de sentido en todo lo que hago, en todo lo que veo, no me impide continuar, cosa extraña y porqué no paradojal, haciendo y viendo.
El desapego se transforma en indolencia, en qué otra cosa podría transformarse.
El virus del fastidio hace una clásica pirueta y muta con displicencia hacia el tedio.
Claro que te estoy prestando atención, te estoy escuchando. Me interesa lo que me decís.
Estás deprimida, te parece. Mirá vos.
El desapego se transforma en indolencia, en qué otra cosa podría transformarse.
El virus del fastidio hace una clásica pirueta y muta con displicencia hacia el tedio.
Claro que te estoy prestando atención, te estoy escuchando. Me interesa lo que me decís.
Estás deprimida, te parece. Mirá vos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario