6.9.15

Por eso, por eso


Estuve en muchos lugares, me pasaron cosas. Estoy, por decirlo de algún modo, vivido, creéme. No soy un improvisado.
Cogí, por ejemplo, cogí mucho. Ese momento tan particular y exquisito cuando la mujer está en cuatro patas, lúbrica, en estado de existencial predisposición. Y vos avanzás, ponés una mano en una nalga y con un pulgar separás apenas y ella se arquea, se abre en el sentido más literal del término, esperando la llegada de la redentora garompa.
O tener un hijo, claro. Cuando levantás a tu hijo en brazos, tu creación, y el niño todavía ni siquiera se ha afirmado en su sensación de ser, pero de pronto te enfoca con esos ojos tan enormes. El universo todo te mira y él, tu hijo, sonríe. Se deja caer contra tu pecho, te abraza.
Tenés la velocidad desde ya, la aventura. Ir por la playa saltando médanos con tu cuatriciclo y se hace de noche, y vos acelerás, y podés sentir la sal en la cara. O esquiar, deslizarte, vas bajando y la naturaleza te acompaña y la pista de la alegría no se va a terminar nunca, la nieve tan blanca. O tirarse en paracaídas. Caer, caer mientras te sostiene apenas el aire. No volvés a ser el mismo después de saltar en paracaídas, algo en vos cambia.
Podría seguir, claro. Acariciar un delfín, tocarle el lomo y ver que el delfín se quiere quedar con vos, mientras se ríe (qué otra cosa puede ser eso que risa) en voz alta. Llegar a tu casa y que te reciba tu perro, un perro atorrante y bigotudo que no puede más de la alegría por el solo hecho de verte, porque verte a vos es suficiente motivo para estar contento. Tantas cosas, nadar en el mar, desayunar, ver llover.
Pero nada supera, no hay nada comparable con el primer sorbo de whisky en una habitación a oscuras. El vaso en mi mano.

8 comentarios:

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Mencionás cosas que son muy buenas experimentar. Lo último lo sustituiría por comer pizza, tomando cerveza. Y claro que los perros son especiales.
Y que el sexo es intenso y placentero, es innegable. Es algo que la ciencia ficción suele mencionar.
Interesante entrada.

Viejex dijo...

Estuvimos en muchos lugares, nos pasaron cosas, estamos vividos (una expresión exquisita, si.me permite), pero mucho me temo que ahí, donde importa. siempre seremos improvisados y no sí sí está tan mal que así sea.

Saludos, Hundred.

Yoni Bigud dijo...

He recorrido, estimado, un camino muy similar al que usted describe en este artículo. Tal vez podría cambiar algún detalle, agregar algún placer pasado por alto por su ojo estudioso, no mucho más. Pero he llegado a una idéntica conclusión. Eso quería decir.

Le dejo un saludo cargado de admiración.

J. Hundred dijo...

*el demiurgo de hurlingham! estimado, estas precarias playas tienen un buscador, nunca entendí por qué. pero si pusiera usted, en el buscador, la palabra ‘pizza’, vería que sobre eso he escrito, quizás más que sobre ninguna otra cosa.

*viejex! parafrasear a neruda y decir ‘confieso que he bebido’, supongo que ya debe estar un poquito trillado. lo saludo con afecto.

*yoni bigud! me cuentan mis esbirros que por las noches da cátedra, usted, en chuirer, para todas las burritas de buena voluntad que deseen habitar el suelo argentino. quiero decir que sé de su noctámbula agenda, y agradezco su presencia. lo saludo, camarada.

LaLa dijo...

... a mi se me da por mirar al cielo por la ventana de la cocina por la noche, escuchar la paz nocturna, no veo estrellas ni la luna, pero ahí siento la noche en todo su esplendor...

Mr. Kint dijo...

Es clarísimo que usted tiene la sabiduría espiritual y juvenil de saber deleitarse con las cosas más elementales; que en su mayoría se pueden lograr con dos o tres monedas o incluso gratis.
Intuyo que puede haber una excepción con el whisky, que lo vivido le haya desarrollado un paladar refinado respecto a las maltas destiladas. En fin, no siempre se puede alcanzar un Highland Park.

Con todo lo que ha dado usted en todos estos años, siento la necesidad de hacerle llegar un whisky en agradecimiento. Ya encontraré la forma.

lo abrazo con singular cariño

J. Hundred dijo...

*lala! lo que usted dice nos habla de su exquisita sensibilidad. y también nos habla de un contrafrente bastante cerrado, casi interno, todo no se puede. le mando un beso en la frente.

*mr. kint! camarada kint, como dijo el general: ahí donde hay una necesidad de single malt, nace un derecho. sabe Dios que he dado prácticamente todo, y he recibido, a cambio, prácticamente nada. y por curioso que pueda parecer, se me antoja un trato de lo más justo. aprovecho para recordar al venerable ciego, aquello de ‘Dios es más generoso que los hombres y los medirá con otra medida’. lo abrazo en carne viva.

LaLa dijo...

Si se puede, no es contrafrente de hecho hay veces que levanto la mirada y veo la luna que me sonríe y quizá alguna que otra estrella me pega un guiño. A veces, digo...