15.9.12

Detalle técnico


         No voy a describir la previa. Lo previo al coito imaginátelo como más te guste. Ya es por todos sabido que, antes del coito propiamente dicho, bueno, hay algo previo. Salvo que tengas no sé, diecinueve años, entonces no hay previa. La previa, por decirlo de algún modo, te estalla en las manos. Los participantes son devorados por una pulsión que les impide, incluso,  el adecuado uso y disposición, ejem, del herramental que forma constitutiva parte de sus seres. Juventud, divino tesoro, no es este el caso.
         Te pusiste el preservativo, el forro. Sí, también, esto no es un matrimonio, estamos hablando de sexo.
         Ahora bien. Estás de pie, con el preservativo puesto, la garompa enhiesta, la bandera izada, el perico famélico, como más te guste decirlo. Y ella está, hace a la cuestión, ella es partícipe necesaria desde ya, sobre la cama.
         Ella está sobre la cama, recostada, sobre un almohadón quizás, las plantas de los pies apoyadas sobre el acolchado, sobre la superficie de la cama, las rodillas flexionadas entonces, las piernas algo abiertas. En estado de existencial predisposición. 
         Entrás a la cama, el tatami del amor, apoyás una rodilla, vos. Entrás en la zona. Te separan, ponele, noventa centímetros, quizás un poco más, quizás un metro, del acople.
         Acá viene lo que te quería comentar. Ahora viene lo importante.
         Podés avanzar, vos, acercarte el tramo que te falta para ingresar al interior de la vagina misma. Pero. De ninguna manera. No es eso lo que tenés que hacer, no de esa forma.
         Lo que tenés que hacer, tomando de ambas piernas a la afortunada, pasando tus antebrazos por debajo de sus rodillas, es dar un leve, suave pero contundente a la vez, tirón. Se desliza entonces, la mujer, no mucho, hacia delante, es una fuerza que la arrastra hacia la pija, la mujer siente que es el universo entero que la coge, la pija es destino.
         Lo que viene después ya lo sabés, lo que viene después es coger, podés ver videitos por internet si te faltan ideas. Pero es ese tironcito, quién se acerca a quién en ese último tramo antes de proceder con la fornienda, lo que define no sólo el éxito del garche, sino también la naturaleza de la relación.
         Acordate, no te zambullas como un embravecido chancho pecarí, pegá ese tironcito de las piernas. La vagina viene hacia vos. Vos sos el surtidor, la fuente. Eso cambia muchas cosas. Tantas. 

7 comentarios:

A.Torrante dijo...

Me alegró saber que cada tanto garcha.

Mr. Kint dijo...

El que sabe, sabe, Juan. Y el que no se enceguece y le entra como chihuahua en celo.

Yo no sé si a veces llegué a percibir que a mi mujer se la cogía el universo todo, pero sí al menos la mitad del barrio.
Saludos y abrazo.

Diego dijo...

'la pija es destino.'

Creo que una preposición de desmesurada muestra de conocimiento, como esta, hubiera solucionado problemas de índole filosófica a varias escuelas del pensamiento. Seguramente, al existencialismo le hubiera cerrado la cola.

Fuerte abrazo.

J. Hundred dijo...

*a. torrante! que nos vaya bien a todos.

*mr. kint! estimado camarada, quién no ha sentido alguna vez, al fornicar, que colocaba la garompa en una bolsa de supermercado, casi seguro de coto (con todo lo que eso implica). lo saludo con afecto.

*diego vargas! a veces leo alguna frase mía y pienso ‘madre de deus, como me gustaría conocer a alguien con esa capacidad, alguien que escriba así’. al ratito nomás me doy cuenta que soy yo, que el que escribe así soy yo, y entonces ya no me interesa tanto conocerme. 1abrazo.

Juan Sebastián Olivieri dijo...

"...lo que define no sólo el éxito del garche, sino también la naturaleza de la relación."

Sin palabras.

Dany dijo...

Sabe que ando atrasado pero llego a leer. Y le digo más, lo dejo para el final, no me zambullo en su blog como un pecarí.
Agradezco el detalle técnico...

J. Hundred dijo...

*juan sebastián olivieri! como dijo el superior onetti alguna vez: dejemos hablar al viento.

*dany! le confieso, total esto no lo lee prácticamente nadie, anduve mucho tiempo quizás extraviado, quizás confundido. en el sentido amplio, en la vida, quiero decir, sin saber muy bien qué era lo mío. ahora sé que lo mío es dar, sin entrar en demasiadas especificaciones. 1saludo.