10.10.10

Tostada con mermelada

El experimento no requiere demasiada inversión en tecnología. Lo podés hacer en tu domicilio, o en un bar. Debe ser hecho de mañana, temprano, antes de comenzar, por decirlo de alguna forma, el día. Digamos que no más allá de las nueve de la mañana, pero si es antes de las ocho, mejor, mucho mejor.
El experimento precisa, requiere, como elemento basal e insustituible, una tostada. La tostada puede ser de pan blanco, o de pan negro. Si es en un domicilio, la tostada será, preferentemente, una de esas rodajas de pan, cuadradas, más o menos un cuadrado de pan, de pan tostado. Si se procede con el experimento en un bar, pues entonces la tostada será la tostada que te traigan en el bar, seguramente algo parecido a un redondel de pan francés, de pan francés del día de ayer, de pan francés del día de ayer tostado, lo que equivale a decir que se tratará de una tostadita, no importa.
Y hace falta mermelada. Una generosa dosis de mermelada, no importa el sabor, el gusto. Sí, puede ser mermelada de ciruela, y sí también, puede ser mermelada de naranja. Puede ser mermelada dietética, aunque preferiría que no lo fuera, como tampoco preferiría que en los bares la mermelada viniera en esos tristes cuadraditos que son envases tipo muestra gratis en lugar de servirte mermelada casera. Hay tantas cosas que no prefiero.
Se debe untar la tostada, como dije, con generosidad.
Se pone uno de pie. Respire hondo, dos o tres veces. Piernas algo separadas.
Coloque la tostada sobre su mano hábil. Si es usted derecho, sobre su mano derecha, si es usted zurdo, sobre su mano izquierda. Si no sabe cuál es su mano hábil, también es muy sencillo. Es la mano con la cual se masturba.
Pero no se coloca la tostada de cualquier manera, no. Debe colocarla sobre el dedo índice, el dedo índice que está en posición horizontal, y semiflexionado. Debajo del índice, vertical, en contacto con el índice y flexionado también, agazapado, está el pulgar. La posición, difícil de detallar pero fácil de entender, es la posición que se utilizar para lanzar, a fuerza de utilizar el pulgar como catapulta, para lanzar, decía, una moneda al aire.
Cierre los ojos.
Y eso es, justamente, lo que hay que hacer. Gatillar, el pulgar, y lanzar, con fuerza, la tostada al aire. Para que la tostada, como si fuera una moneda, de algunas vueltas en el aire, antes de caer. Y caiga, la tostada, finalmente, al piso.
Fin del experimento. Puede abrir los ojos.
En el 95% / 97% de los casos, la tostada caerá con la cara cubierta de mermelada sobre el piso. La tostada quedará pegada al piso. Esto le permitirá a usted corroborar que no tiene suerte, que nunca tuvo ni tendrá suerte, que todo es un desastre, su día será más o menos tan malo como el día de ayer, como el día de anteayer, como todos los demás.
También podría usted haber comido la tostada, la tostada con mermelada, haberle dado un buen mordiscón o dos, no lanzarla al aire, no proceder con experimento ninguno. Usted, en tal caso, se hubiera comido una rica tostada rebosante de mermelada. Usted bien sabe que su vida es un rotundo fracaso, no debiera precisar mayores confirmaciones.

18 comentarios:

Maggie dijo...

en mi instrospeccion propia de domingo a la noche (no importa que sea vispera de feriado, es domingo igual) se me vino la loca idea a la cabeza que tengo suerte...
tengo suerte... por suerte no como mermelada, el queso blanco es mucho mas facil de limpiar!

sergio dijo...

Pero si cae del lado del pan,la parte opuesta de la mermelada, ese día, salís con todo. No miras a los lados al cruzar la calle, te le declaras a la mina que te gusta, intentas robar un banco. Y si todo sale mal, te chocan, te rebota, te atrapan, bue...mala suerte.

Desencantada dijo...

Che pero me da paja limpiar el piso para hacer el experimento. Además, a mi se me cae todo, no discrimino, tostadas, vasos, galletitas, recien le rayaba el chocolate a un postre y le hice una lluvia de chocolate al piso... no sé, no me parece mala suerte, es la ley de gravedad que rompe las bolas.

J. Hundred dijo...

*maggie! algún idóneo profesional de la psiquiatría podría llegar a aventurar que quizás le falta mermelada a su vida, o que que le sobra queso. yo me limito a reflexionar sobre sus palabras, hago un respetuoso silencio, pienso en manteca.

*sergio! entonces mala suerte.

*desencantada! quién dijo que todo está perdido (paéz -pre roth- dixit). alguien capaz de rayar chocolate para un postre es una ínfima luz de esperanza en medio de un inmenso mar de incomprensión, de la más pura maldad.

Yoni Bigud dijo...

Uno suele demandar esa clase de confirmaciones -continuas y medio místicas- para todo lo que hay de negativo en su vida.

A mí el experimento me viene bastate bien. Desde que era chico recojo cosas del suelo y me las como.

Un saludo.

Mr. Kint dijo...

Hay días para quedarse a mirar; hay días en que hay poco para ver (Calamaro -post Rot, mire usted- dixit). Lo que no dijo el cantante, lo que omitió, tal vez por pereza, quizás porque no encontró una buena rima, o ya sea por que no es campo de lo artístico inmiscuirse en los menesteres de la precisión estadística, es el porcentaje de unos y otros días.
Usted bien lo dice, es preferible comer la tostada, por ahí, en una de esas, quién sabe se lleva la grata sorpresa de amanecerse en unos de esos días que caen dentro del 3%/5%.
Saludos

J. Hundred dijo...

*yoni bigud! curiosas analogías brotan, en esta simpática ocasión, de sus palabras. un saludo.

*mr. verbal kint! quizás lo que yo dije, junto con lo que usted dijo, sirva para confirmar que la h no es inocente ni muda. la h tiene sus propios planes, sus ambiciones, sus anhelos. la h, simplemente, es callada. un saludo.

Jazmin dijo...

Iba a decir que no sabía cuál era mi mano más hábil, pero después ud aclaró.
Y ahora puedo decir que sigo sin saber cuál es mi mano más hábil.


Pero tampoco creo que se trate de suerte, disiento con ud. Si a mí me revolearan al aire, caería de cabeza. Y nada tiene que ver con mi suerte que cayera siempre de cabeza. Es lo más cargado que tengo.


Hacía mucho no lo leía. No sé por qué. Mala suerte.

J. Hundred dijo...

*jazmin! usted imagina el episodio de ser revoleada un poco, en una tan anhelada como quizás algo remota posibilidad. asimismo nos detalla su ambidiestra capacidad con altiva certeza. cómo no entender su disenso entonces, cuenta usted con mi generosa comprensión, mi sagrada paciencia.

Alelí dijo...

últimamente como muchas tostadas con manteca (el pan se come con manteca) y quizás dulce...tenía uno casero de rosa mosqueta, un encanto.

el fracaso de mi vida, la tristeza y angustia de la soledad no me la tiene que confirmar una tostada (que después me obliga a limpiar, cosa que odio con toda el alma) solita me siento en un banco de plaza y ya está.

no hay mucho que esperar.

Anónimo dijo...

La Ley de Murphy no es una metaley, no se aplica a sí misma. Ej.: no funciona prender un pucho deliberadamente para "hacer venir" el colectivo. Igual, la tostada no cae con al cara "enmermeladada" (¿?) hacia el piso por azar. ¡Es el lado más pesado!

Maica dijo...

En algún lado leí una vez:
"habría que probar, ver qué pasa, qué pasa si a un gato le atas una tostada con mermelada en la espalda (mermelada hacia afuera por supuesto), y lo arrojás al aire?... El gato lo tengo; la tostada, bueno, siempre recuerdo este experimento después de haberla comido...

Jazmin dijo...

jajajajajajaja... atarle la tostada al gato!!

Qué ocurrencia más graciosa.





No den ideas de andar atando tostadas a las cosas para ver cómo caen. Hay demasiados furibundos por ahí buscando nuevas técnicas para sembrar el terror.
Por ejemplo, atarle una tostada con mermelada a una jabulani.

Jazmin dijo...

Y... 14.


Que para algunos, la mala suerte no tiene sabor a ciruela...

Mar dijo...

Me rebelé.
Cada tanto me pasa. Poquito pero me pasa.
Y justo lo leí y como quien deshoja una margarita para ver de qué lado está la suerte, me decidí a probar la mia con su "receta"
Me senté en el bar, pedí todo lo que decía su escrito (que por cierto tuve la precaución de llevarme impreso para no olvidarme ningún detalle crucial) y armé el dispositivo.
Tostadita, mucha mermelada de manzana, deditos listos (por suerte yo sí tengo en claro cuál es mi mano hábil)
Cerré los ojos como si fuera a develarse el sentido existencial de mi vida y catapulté, con toda mi fuerza y confianza en el destino a la pobre tostadita.
Y he aquí, en realidad allí, que para el estupor de los comensales, la tostadita voló. Voló lejos porque tengo fuerza en los deditos. Fui flautista mucho tiempo. No viene al caso. La cuestión es que tengo fuerza en los dedos. La cosa, como decía, es que la tostada voló y yo con los ojitos cerrados escuchaba cosas como ¿Qué hace? Esta loca, Noooo!! Uyyy!!!
Y de repente. Silencio. Alguna risita y silencio, mucho silencio.
Supuse que el destino ya había sido revelado y abrí los ojos y me encontré a un señor, algo más grande que yo, algo más triste que yo, mucho más pelado que yo, con un feo traje marrón y mi tostada, mi tostada colgando (mejor dicho, resbalando) por su frente.
En fin. Al mozo no les gustó el experimento.
El señor no entendió que estaba testeando mi destino por más que le mostré el papelito impreso.
¿Esto qué es, oh gran gurú de los gurues? Estimado maestro, porqué cada vez que pruebo alguno de sus sabios consejos caigo en cana, me peleo con mi novio, pierdo a mi amante, se enturbian las olas del mar y los mozos me echan de los bares?
No comprendo. Y pensar que yo le tengo una fe ciega.

Viejex dijo...

Aprovecho la consulta de Mar para preguntar yo: que debe interpretarse si la tostada-oráculo queda, contra todo pronóstico y leyes de gravedad, colgada del cielo raso?

Jazmin dijo...

Que ud es el hombre araña y está colgado boca abajo...?



Perdón.

Anónimo dijo...

Ufff.!!