15.6.10

Siempre lo mismo

Hace un tiempo, me doy cuenta, que hablo siempre de lo mismo. O mejor dicho, lo escribo.
Escribo sobre las dietas como elemento de dominación, cómo tener a la gente atormentada con el colesterol, vendiéndoles yogures para cagar y yogures para reír y explicándoles que deben repetir la palabra fitoesterol como un mantra hasta caer muertos de pena sobre una avenida cualquiera.
Escribo sobre la gente que corre, sobre esos boludos sin alma que sólo piensan en huir, en correr como el preciso sucedáneo de una religión que les permite flagelarse en grupo al tiempo que se les promete una recompensa que nunca llega, porque no te va a ocurrir absolutamente nada y encima te faltan un par de kilómetros (vos dale). Lastimosas conchudas dispuestas a correr 21 kilómetros pero incapaces de bajar a comprar medio kilo de dulce de membrillo y un poco de queso, con sus zapatillas de quinientos pesos y sus miradas inyectadas de la más pura energía bovina, cosas así.
Escribo sobre todo lo que me salió mal, desde siempre, todo lo que no me salió nunca, todo lo que no va a poder ser. Escribo sobre este fracaso redondo y contundente como un pomelo en el lugar donde debería estar el corazón.
Escribo sobre todas las chicas que me dijeron que no, que yo no era suficiente, que ellas siempre tendrían la oportunidad de elegir algo mejor. El rechazo como un exquisito motor.
Escribo sobre el eterno desencuentro que nos excede y nos abarca, sobre la perecedera naturaleza de las cosas, sobre la imposibilidad de ser feliz.
Escribo sobre lo que escribimos todos en la adolescencia, chorritos de poesía que luego, por ningún arte de ninguna magia, se transforman en ese líquido que gotea de las pilas sulfatadas, igual igual. Caminatas bajo la lluvia, amaneceres en la playa, la mirada de un perro, un abrazo bien fuerte, una pizca de amor como una lucecita en una tormenta en medio de un embravecido mar en alguna parte.
Escribo que te extraño, también.

20 comentarios:

Juan Manuel dijo...

Yo sospecho que todos escribimos siempre sobre lo mismo. Yo, por lo menos, escribo siempre sobre lo mismo. Y yo también a veces hago todo un desarrollo, cuando lo único que de verdad quiero decir son las cuatro palabras finales.

Viejex dijo...

Es tan cierto esto como que las pocas veces que escribimos algo distinto es tan solo porque queremos, inútilmente, pensar en otra cosa.

Mr. Kint dijo...

Mi mamá me decía, cuando yo era chico, cada vez que me aprestaba a salir de casa, o sea, muy seguido, bueno, ella me advertía que estaba fresco pa' chomba, que se iba a poner frío, que me abrigue. Por aquella misma época, mi tata, en sus últimos años, me repetía, cada vez que podía, con particular enfásis, me decía que me ponga en bolas siempre que se diera la ocasión, que le baje la caña a todas las que pudiese, que no perdone a ninguna. Su veteranía si algo le había dejado claro, era que más o menos de eso se trataba el efímero paso por estos carnales planos.

Bueno, lo que digo es que se puede ser reiterativo de infinitas maneras y en concepto de los más contradictorios. Lo importante es machacar con el mensaje.
A mi también se me nota cuánto la extraño, especialmente cuando escribo boludeces como estas.
Saludos!

The One Muppet dijo...

Yo creo que todos funcionamos más o menos igual, por eso es que con textos como estos nos sentimos identificados muchos de los que los leemos. Y tiene mucha razón también lo que comenta el Señor Viejex.

De todas maneras, me gusta mucho cómo está escrito, saludos.

A.R.N. dijo...

yo me siento, escribo y no tengo idea de que puede salir. solo cuando releo, con el tiempo, entiendo que comparti un pedacito minusculo de mi, de como me senti. es una forma de librarme de mis fantasmas y viajar mas liviana. un beso.

Maica dijo...

Algo lo está molestando... escribir siempre sobre lo mismo? o extrañar?, o, es solo el acto de darse cuenta, de temerse previsible, quizás?...
disculpe, hoy me levanté curiosa...

Anónimo dijo...

Ah bueno, Hundred es humano tmb,y puede bajar la guardia un poco. No está todo perdido.
un abrazo
Lucas

leandro molins dijo...

Llegue a esa conclusion tambien, entonces me puse a escribir cuentos fantasticos, raros, pero son sobre el mismo tema en definitiva, viejex tiene razon, pero hacer eso es saludable.
Aunque no guste, por que me parece que esto esta flotando en la blogosfera: Ah, no!, para fantasia me termino de leer aquel libro de cortazar, que voy a perder el tiempo con este perejil.
En fin basura, pilas reventadas y chorreando acido, como dijiste.

nat.lop dijo...

Groso Juan : )

Yoni Bigud dijo...

Y está muy bien. Hay que saber abordar todos los temas con entereza. Eso también lo tiene que escribir sin perder la elegancia. Si no, no sirve.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Exacto, somos tan predecibles como nuestra historia, y nadie se escapa a eso, ni JH.
Yo también lo extraño, por eso sigo esperándolo en esa esquina. Inútilmente, claro.

J. Hundred dijo...

*juan manuel! estimado, alguna vez, refiriéndose al tema knockin’ on heaven’s door, en la versión dylan, alguien dijo ‘el tema que todos cantan, pero que nadie canta, como él lo canta’. parafraseando, entonces, podríamos afirmar que todos escribimos siempre sobre lo mismo, pero nadie lo escribe, como yo lo escribo. ejem.

*viejex! queremos pensar en otra cosa, y descubrimos, con desconcierto, que no hay otra cosa en que pensar.

*mr. verbal kint! lo que le dijo su madre estuvo muy bien. lo que le dijo su padre estuvo muy bien. después, bastante lejos, viene lo que dijo usted.

*david halcón! un saludo.

*a.r.n.! un beso para usted.

*maica! hay preguntas que no le he respondido ni a gente que ha tenido la delicadeza de coger conmigo. considérese disculpada.

*anónimo! sí, tal cual, batistuta y crespo pueden jugar juntos, perfectamente.

*leandro molins! a veces alguien dice algo, y a uno no le gusta, lo que le dicen. a veces alguien dice algo, y a uno no le gusta, cómo se lo dicen. a veces las dos cosas.

*n m l! es usted muy amable.

*yoni bigud! fracasar con elegancia, tiene muchas veces gustito a victoria. un saludo.

*caia! estamos mal, pero vamos bien, dijo aquel noble riojano que intentó rescatarnos, de una vez y para siempre, del más triste de los naufragios.

El Gaucho Santillán dijo...

"...flores con espinas, dirìa un poeta,/cosas de la vida, dirìa un anciano,/pero Antonio sabe, con saber gitano,/que mejor SER MUERTO,/....que escribir sin pena."

Es claro que la nostalgia, la pena, la frustraciòn o la rabia, han motivado el 99% de las obras literarias.

Debe ser porque tenemos la certeza (ademàs de fracasos) de lo inevitable de nuestra propia muerte.

Saludos. Bien escrito.

El Gaucho Santillán dijo...

No creo en brujas, pero.....14!

Alelí dijo...

al menos así recuerda que hay corazón...y que respira, claro.

la niña z dijo...

Todos escribimos más o menos sobre lo mismo; por ahí todos somos uno al fin y al cabo en algún lado. Por ahí lo que extrañamos es eso, nomás.

J. Hundred dijo...

*el gaucho santillán! ahora que lo pienso, lo que a uno lo pone triste son las certezas. la incertidumbre, por lo general tan criticada en todos los órdenes de la vida, quizás haya sido víctima de una campaña de prensa. un saludo.

*el gaucho santillán! me dicen que en japón, los ascensores no tienen el piso 13. se pasa así del 12 al 14, por motivos que tienen que ver, podríamos decir, con alguna ancestral creencia, con lo esotérico. en argentina te pueden afanar en cualquier piso, nuestro contacto con la suerte es desde ya mucho más complejo.

*alelí! lo sé, me pasa todo el tiempo, soy visto sólo como una cara bonita, como un pixelado e inagotable pito que todo lo puede, un verdadero manantial capaz de calmar angustias y ansias. pero debe usted saber que detrás de este bello rostro, de esta descomunal garompa, se oculta una persona sensible, que llora, que sufre, que cobija pasiones y anhelos.

*la niña z! por lo general, la gente pasa por aquí con real malicia, pasan como quien se limpia un moco debajo de un pupitre, dejan algún residuo más o menos incómodo, una caquita, una bombacha en mal estado, un chorrito de pis contra algún zócalo de mi singular talento. sabedores de la propia incapacidad, sienten que sólo queda el primitivo arrebato de arruinar lo ajeno, conducta menos repudiable que entendible, desde ya. pero usted ha dicho algo de lo más hermoso, algo que brilla como una pequeña gema sobre el quizás para siempre indiferente asfalto de la web. yo se lo agradezco.

Anónimo dijo...

este blog es hermoso

lectora que volverá

Jazmin dijo...

El Sr. Viejex lo ha dicho por mí.

Mi estado permanente es el de extrañar. Y cada vez requiere más sofisticación el llenar un poco del vacío que produce ese sentimiento.
Extrañar es cuando el corazón funciona como una aspiradora y... chupa el aire, dejando una piedra angustiosa en su lugar.

Coincido, extrañamente, ya que no extrañadamente, con usted en cuanto a la incertidumbre.
Lo único cierto es lo que me falta, lo que no está conmigo.
Lo incierto es lo que recibo, generosamente, como migajas.

De limosna se puede sobrevivir.

Mar dijo...

¡qué afortunada!
Aunque mi malicia indica que si fuera ella no volvería jamás sólo para tener el placer de leer cuando escribe así.
Porque si extrañarla es en parte causa del talento, y el hacer lo mismo lo lleva a escribir igual ¡Viva entonces la monotonía para usted! que ocasiona sus escritos y nuestro consiguiente deleite.

(supongo que mi rapto de egoísmo merece flagelación, sepa disculparme, es que cuando escribe así bonito, redondo, da ganas de salir corriendo y abrazarlo)
Pero no se alarme, me quedo aquí quietita y lo releo. Ya entendí.