15.2.10

Novedades

Nada es tan malo, nunca es tan malo.
Estar vivo es mejor que todo lo malo. Mejor que tu labio leporino y la quemadura en el rostro del más puro morado y la gente que grita después del choque de trenes y los famélicos chiquitos con ojos de insecto que aprietan los dientes y extienden sus bracitos como fósforos esperando un vaso de leche tan blanca como la sonrisa de algún Dios.
Siempre habrá un perro que mueva la cola a pesar del más lacerante de tus fracasos. Siempre habrá un café con leche con tostadas, queso y mermelada, en algún bar de mala muerte, escondido entre los mitológicos pliegues de algún barrio. Siempre habrá una lluvia que te lave tantos pero tantos sueños rotos. Una carcajada sin motivo, un atardecer en la playa. El sonido del mar.
Te lo digo yo, que ya casi no soy nada, apenas todo lo que no me salió, lo que no fui. Soy el dos por ciento de mí, que camina por una calle cualquiera, silbando una vieja tonada. Soy los harapos de lo que quise ser, estas palabras que se vuelven a tropezar, este whisky transpirado.
Nada es tan malo, nunca es tan malo.

20 comentarios:

Jazmin dijo...

Hace un par de días mencioné en otro blog algo sobre el principio de polaridad del Universo.
Y he aquí que Ud. vuelve a refrendar una cuestión que me visita bastante seguido últimamente.
Todo tiene su doble cara, el mal y el bien, el calor y el frío, la verdad y la mentira.
Todo es lo mismo, una sola cosa, moviéndose en forma pendular.
Y como me encuentro en una etapa más positiva que de costumbre (porque ante todo el espíritu de supervivencia), me atrevo a pensar que sin estas marcas profundas e indelebles en la piel, no podría valorar su suavidad.
Nada es tan malo...

Saludos.

Paula Irupé Salmoiraghi dijo...

Excelente texto para contrarretrar mis momentos de sensación de catàstrofe. ¿Lo puedo pegar en mi heladera?

Matías dijo...

Es así, y creo fervorosamente en eso. Nunca nada es tan malo.
Saludos,

Lara dijo...

Puede ser que nada sea tan malo...pero yo no estoy en un día tan para adelante! qué increíblemente optimista está Ud. hoy! yo creo que sí, que mucho de todo lo que se vive es muy malo. Ser el 2 % de lo que quisimos ser no se si no es peor que no estar...

Anónimo dijo...

Aún no perdí del todo la inocencia. Todavía me queda un poco (más) de optimismo. Hablás desde el fracaso más recalcitrante, y yo aun me esfuerzo por embarcarme (ojo, tampoco he perdido el miedo)

Yoni Bigud dijo...

Ser un dos por ciento de lo que se quiso ser alcanza para estar vivo. Usted es una prueba irrefutable.

Y estar vivo es mejor que todo lo malo.

Su lógica es inatacable.

Un saludo.

Jazmin dijo...

Ser el 100% de uno mismo significaría no tener más por alcanzar.
Y tener un 98% por delante, pendiente, es un desafío de la hostia. Duro, sí. Difícil, sí. Pero de eso se trata estar vivo. Primero, de sobrevivir, y después de aprehender lo aprendido, venga en forma de risa o de lágrima.
Mientras haya sangre en las venas, todo es posible. TODO.
A veces nuestro cristal perceptivo se empaña y nos juega una mala pasada, pero cada latido es un milagro, y creo que eso vale la pena honrarlo.

Ya lo dijo Héctor Alterio, cierto?

Cariños

Roedor dijo...

Bueno, pero tampoco hay que asumirse como una completa falla.

Creo que la excelentemente escrita reflexión es una actualización del trillado poema de Almafuerte.

No está mal, sirve para el camino, como el whisky transpirado.

J. Hundred dijo...

*jazmin! las profundas e indelebles marcas en la piel la hacen, si esto es posible, todavía muchísimo más interesante. un saludo.

*paula irupé salmoiraghi! puede usted desde ya pegar el texto sobre la heladera. ahora, si lo que usted quiere es contrarrestar sus momentos de sensación de catástrofe, mi recomendación es tener pegado, en la heladera, el imancito de una pizzería pulenta.

*matías! creer fervorosamente en algo, eso tampoco es tan malo. un saludo.

*lara! yo tengo un 2% que mete miedo, ojito conmigo.

*anónimo! vos dale.

*yoni bigud! más irrefutable será su hermana. un saludo.

*jazmin! desafío, aprehender, sobrevivir, sangre en las venas, latido.. en mi barrio le hubieran dicho: te comiste dos porciones de grecia colmenares, pichona. que me está chorreando todo el parquet de telenovela venezolana, oiga, tenga un poquito de cuidado.

*roedor! alto! atención! me llaman autoridades de google para decirme que es la primera vez, en meses, que usted no afirma en un comentario que yo soy un pelotudo, por lo menos de manera taxativa. quieren saber, desde todas partes del mundo, si se siente mal, si precisa un dioxaflex, un gancia.

Anónimo dijo...

Nada es tan malo, y ud. sabe no es el 2%, abusa de su "subestimación" a lo cual yo exijo algo más.. porque está cayendo en reiteraciones como yo en ... (puntos suspensivos para los no entendidos). Como siempre, espero un previsible *, o quizás ni eso.
Saludo.

Jazmin dijo...

Como estamos en su casa, acato.

Qué chévere...

Araceli dijo...

Creo que la idea de Paula me vendría bastante bien estos días, aunque ya con solo leer el post me levantó bastante el ánimo.
Es tan real lo que escribis, pero a la vez se nos olvida tan fácil.

Saludos,
Ara.

J. Hundred dijo...

*

*jazmin! no estamos en mi casa en un sentido estricto, aunque estamos en mi casa. no es importante que lo sepa, pero sí es importante que no lo olvide.

*araceli! para eso, quizás, entre tantas otras cosas, estoy yo. para recordarle algo que usted ya sabía. un saludo.

Mar dijo...

Este post no debería haber sido comentado, por nadie.
Como alguna otra de tus perlas merecía un respetuoso silencio, una relectura para atesorar en el alma y como mucho, un clap clap. Todo el resto, mancha, va de sobra, arruina el momento.

Jazmin dijo...

Comentar que nada debería haber sido comentado.

Extraña lógica.

J. Hundred dijo...

*mar! era un fragmento para aplaudir, pero no aplaudió nadie.

*jazmin!

melisa dijo...

yo aplaudo!
de pie!

J. Hundred dijo...

*melisa! gracias, gracias (dígame qué le debo).

la niña z dijo...

Wow,

Yo me quedo callada, se me llenan los ojos de lágrimas, me conmuevo y después sí, claro, aplaudo. De pie.

J. Hundred dijo...

*la niña z! me pongo de pie, yo también. y con un movimiento algo torpe pero no exento de gracia, le seco una lágrima, con apenas el roce de un pulgar.