19.8.09

La marca del whisky

Me viene a ver un amigo. Mi amigo L. A mi amigo L. lo acaba de dejar la novia. La novia de L. era lo mejor, según L., que le había pasado en la vida, la vida de L. Cuando L. conoció a su novia, uno o dos años atrás, me acuerdo que L. vino y me dijo ‘esta mina es lo mejor que me pasó en la vida’.
Ahora la novia de L. lo dejó, lo que viene a confirmar la vieja teoría que dice que lo mejor que te pasó en la vida ya te pasó, o te está pasando, mientras lo estamos diciendo, pero la naturaleza intrínseca de lo que te está pasando es que va a pasar, tiene destino de pasar o ser parte sustantiva del pasado, y cuando algo pasa a formar parte del pasado es porque entonces, al mismo tiempo, dejó de ser parte del presente, y entonces, al mismo tiempo también, uno descubre que lo que te pasó no está pasando más, lo que te pasó, por decirlo de alguna forma, ya no te pasa.
–Me dejó –dice L. y se sienta, pero no se sienta, se desmorona en el sillón esperando que el sillón lo contenga, lo anime de alguna forma, le de motivos para seguir adelante–. Me voy a suicidar, Juan.
–¿Cuándo? –Le pregunto.
–¿Eh?
–Cuándo, digo. Cuándo te vas a suicidar.
–No sé, esta noche –saca un cigarrillo, pero no tiene fuerzas para encenderlo. Cuelga el cigarrillo de sus labios, y allí permanecerá por lo que dure la charla.
–¿Cómo?
–¿Eh?
–Cómo, dije. Cómo te vas a suicidar.
–Me voy a emborrachar. Voy a tomar whisky, hasta quedar inconsciente. Y tengo pastillas, tengo un frasco lleno de pastillas, para darme un refuerzo, para estar seguro que no me voy a volver a despertar.
–¿Cuánto whisky compraste?
–No sé, debo tener una botella en casa.
–¿Qué marca es?
–¿Eh?
–Qué marca es, el whisky.
–Old Smuggler, creo. O Ballantine’s. Había un Ballantine’s que me regalaron para fin de año.
–¿Y dónde vas a estar?
–Eh. No sé.
–¿En la cocina? ¿En el comedor?
–En el comedor, en el comedor tengo la tele.
–¿Y cómo vas a hacer?
–¿Cómo voy a hacer qué?
–Cómo vas a hacer para suicidarte.
–Me voy a sentar en el comedor, después de cenar. Me voy a sentar en el comedor, en calzoncillos, a mirar la tele. Y me voy a tomar el whisky. Media botella de whisky, primero. Ahí me voy a clavar las pastillas, tengo dos cajitas de rivotril, de dos miligramos. Y voy a seguir tomando whisky, hasta quedar inconsciente.
–Y te vas a morir.
–Y me voy a morir.
–Bueno, está muy bien.
–Por qué me hacés tantas preguntas, Juan. ¿Vos creés que ella va a volver? ¿Vos creés que no tengo que matarme?
–No creo que vuelva, para decirte la verdad. Tu mina siempre me pareció una repugnante conchuda. Pero vos sos un tipo muy desprolijo. A mí me parece que para matarte deberías haber pensado un poco más la marca del whisky, qué programa de televisión vas a estar viendo, qué vas a cenar antes. A mí me parece que el problema es siempre el mismo, acá todo el mundo debería prestar un poquito más de atención a los detalles.

9 comentarios:

Alelí dijo...

Coincido plenamente, en los detalles está el secreto...sólo que a veces preferimos no verlos cometiendo el peor de los engaños.

Grace dijo...

"La perfección está en los detalles".
Alguien que comenta que se va a suicidar, generalmente no lo hace.
Habiendo miles de "buenas" cosas para suicidarse en éste mundo, hacerlo por una mina es el colmo.

Señor usted escribe muy pero muy bien.

Geoffrey Firmin dijo...

Bueno, supongo que para morirse del espanto sería un Old Smugler...Jameson, Chivas, Jack Daniel's, Johnny Walker (exceptuando el Red Label), Justerini & Brooks, Jim Bean dan más para una muerte digna.
Abrazo cordial!

Yoni Bigud dijo...

En un negocio tan serio tan serio como la muerte, la propia muerte y por la propia mano, los detalles lo son todo.

Cardhu es el whisky que yo elegiría para la ocasión.

Un programa de esos que especulan sobre la velocidad de galaxias, el final del sol o la masividad de los agujeros negros. Eso también.

Y un huevo frito en manteca con pan del día, por supuesto.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Yo no pienso en los detalles. Si pienso en los detalles entonces me suicido.
El peor de los engaños, como dice Alelí, generalmente es el único antídoto cien por ciento efectivo.
Y yo no, yo elijo un Macallan. Mientras más años tenga mejor.

J. Hundred dijo...

*alelí! coincidir conmigo es un extraño fenómeno. como un eclipse, como lluvia con sol (arco iris incluido). no puede durar.

*grace! me tocó el corazón (ahí nomás, pasando la tetilla izquierda, no te podés perder).

*geoffrey firmin! usted trae a la conversa el espanto, la dignidad. usted nos trae a la fiesta invitados importantes.

*yoni bigud! su precisión me obliga a un respetuoso silencio (pero anoteme con highland park, un programa sobre el pajarito que vive arriba del rinoceronte –national geographic, qué la duda-, y milanesas con puré, un puré muy casero, con leche, con manteca, con pimienta también). un saludo.

*

Alelí dijo...

¿que importa cuanto dura? lo importante es esa imagen bellísima, Juan.

Nefertiti dijo...

Considerando que el “me voy a suicidar” de su amigo vendría a ser una mera figura para expresar que se sentía como el culo.
Considerando que dicho sujeto solo necesitaba un hombro amigo, que lo contuviera en ese momento.
Considerando que su estado anímico podía pasar rapidamente de la depresión suprema a la ira incontrolable.
Digo… en ningún momento le dio a usted como miedito que su amigo le partiera la mencionada botella de whisky en la cabeza, cansado de su insistencia por conocer los detalles del evento que el pobre cristo eligió para describir su tristeza extrema?

Llegué por casualidad a su rincón… me quedo….

J. Hundred dijo...

*alelí! una cosa bella es una alegría para siempre, dijo keats. tampoco era para que me haga semejante escena, delante de todo el mundo. esa chica es una conventillera, diría mi mamá.

*nefertiti! rechazo, con una indefinible proporción de ternura y fastidio, sus considerandos. eso no me impide agradecerle la casualidad.