19.4.09

La gente ríe, vos bailás

Lo que pasa con las fiestas, lo triste de las fiestas, lo tremendo de las fiestas, es lo siguiente.
La gente fracasó, eso es fácil de ver. La diferencia entre lo que son y lo que querían ser es ya demasiado amplia, sería como pedirle a un Fox Terrier pelo duro que cruce nadando un mar.
Entonces, por extraños vericuetos del azar, alguien hace una fiesta. Y la gente va a la fiesta y dice, aunque no lo dice, pero lo piensa: ésta es mi revancha, me voy a desquitar de tantas pero tantas cosas que salieron mal, ésta es una fiesta, éste es el momento, voy a ser feliz ahora, acá.
Y lo que sale, lo que gotea de ese esfuerzo, es como una pila sulfatada, como una mueca puesta sobre el lugar donde alguna vez hubo una sonrisa, es un carnaval carioca envolviendo todos esos apilados días que llevás aguantando todo lo que no querías que pasara, todo lo que se fue a la mismísima mierda para no volver nunca más.
Después viene la mesa dulce, y vos esperás que haya algún oculto secreto en la isla flotante o en la mousse de chocolate. Tal vez con otra porción de torta cambie de pantalla el jueguito de tu vida y se ponga más entretenido, quién sabe, puede pasar.

8 comentarios:

Alelí dijo...

Es domingo, ya avisé como me pongo.
Si el fracaso sirve para que alguno de los asistentes viva el ahora, bienvenido sea. Ahora, si el fracaso sirve para pensar o acaso imaginar que bajo un postre estará mi felicidad. Que al pedo ha vivido ese sujeto!
Dramáticos saludos domingueros!

Yoni Bigud dijo...

Esa última búsqueda, la de la madrugada, la de los postres, es la verdaderamente dramática. El fracaso está ahí, es casi natural. No tiene la culpa de nada. No merece esas rebeliones de niño caprichoso.

Un saludo.

ené dijo...

Acaso por eso mis (turgentes, y en menor grado eróticas) adiposidades sean metáforas de una cotidiana e insaciable frustración.

J. Hundred dijo...

*alelí! el problema, lo que yo trataba de expresar con mi habitual dificultad, es que para la mayoría de los asistentes, el ahora es ayer.

*yoni bigud! el fracaso está en la mesa dulce, buen título para un libro de poemas. un saludo para usted.

*ené! acá tenemos personal altamente capacitado para determinar qué es turgente, qué es adiposo, y qué es erótico. tráiganos su cotidiana e insaciable frustración! presupuestos en 24 horas! seis meses de garantía!

Roedor dijo...

Eso mismo ocurre en las convenciones de laburo, donde nos hacemos la ilusión de que nos vamos a empomar a la jefa de administración de ventas y le vamos a hacer morder la almohada en venganza por habernos rebotado tantos pedidos de clientes inmaculados.

Pero nada ocurre, y terminamos jugando un pica-pica con otros cinco nabos como uno.

J. Hundred dijo...

*roedor! ‘pero nada ocurre’, quizás debió ser el título del fragmento.

Mr. Kint dijo...

Tom Jobim lo dejó inmortalizado con linda música "A felicidade do pobre parece
A grande ilusão do carnaval
A gente trabalha o ano inteiro
Por um momento de sonho
Pra fazer a fantasia
De rei, ou de pirata, ou jardineira
E tudo se acabar na quarta-feira"

Es asì, tras la ruptura del trencito carioca cada vagón se da cuenta que ese instante de felicidad es efímero; como esa burbuja del champagne que trepa por la pared de su copa.

J. Hundred dijo...

*la cantante de plant! punto para jobim.