12.7.06

Aclaración

Ya sé, ya sé, están esos fanáticos de la nada dispuestos a jurar que uno es lo que come. En cuyo caso, mi corazón es de fugazzetta.
Y están los maratonistas de la vida que juran que uno es lo que hace. Entonces, yo soy un hombre en un bar, un hombre que observa sin demasiado interés, a través de una ventana.
Y están aquellos amantes de la radioactividad, que sostienen eso de ‘dime con quién andas, y te diré quién eres’. De ser así, soy un imbécil sin excusas, el 97% de mi tiempo.
Aclaremos el maldito tema de una vez. El hombre no es lo que come, ni lo que hace, ni con quien anda. El hombre es lo que desea.
¿Estamos?

5 comentarios:

Anónimo dijo...

si estuviera cerca le conpartiría un pedacito de mi alfajor
Es muy lindo lo que escribió.
No...corrección, es muy lindo como lo escribió

stel dijo...

el otro día hablaba con un amigo de algo parecido, del hecho que lo que queremos nos condiciona, pero que por otra parte, conseguir lo deseado puede llegar a frenarnos mucho y que a mucha gente le cuesta horrores tener que pensar en nuevas metas/deseos/objetivos o como guste llamarlo.

A seguir deseando pues, y a seguir con ganas de hacerlo.
Besitos,

J. Hundred dijo...

°) hay un pasaje bíblico que me permito citar 'aquel que compartiere un pedacito de su alfajor, no tendrá que poner la otra mejilla, porque ya puso un pedacito de su alfajor'.
°°) stel! alguien dijo alguna vez que el deseo del deseo es permanecer insatisfecho. demasiado sofisticado para mí. yo creo que el deseo del deseo es servirse otra porción.
°°°) gracias.

Anónimo dijo...

Perdon: eso de servirse otra porción no se estará refiriendo a mi otro pedacito de alfajor ¿no? Escribe lindo, lo se, pero le comparto la mitad, la otra mitad es mia ¿Está bien?

J. Hundred dijo...

")está bien, está muy bien. aunque había una frase de la Madre Teresa de Calcuta: 'hay que dar hasta que duela'. yo he sentido una particular predilección por esa frase, aunque, mucho me temo, fuera de contexto.