25.8.12

Chacarera


         Estoy en el subte, viajando en subte. Disculpame, pero las cosas que me pasan, muchas cosas que me pasan, me pasan viajando en subte. ¿Qué querés, que te cuente que estuve haciendo esquí acuático en Mónaco? Pelotuda.
         Línea B, voy al centro. Último vagón, paradito, abro mi libro, la idea es leer tres o cinco páginas de un libro, cualquiera. Peor es mirar los rostros de la gente. Entre la realidad y la ficción elegí la ficción, siempre, ni lo dudes. En la ficción tenés alguna posibilidad.
         Entra una chica. Es joven, es bastante gorda. Va en ojotas, pantalones pescadores, musculosa negra. Se nota que es del norte, sus rasgos son aindiados, su piel café con leche.
         Lleva una valija, con rueditas. Pero no es una valija, allí lleva un pequeño amplificador, un aparato de música, con la base de la música que toca, no sé. Lleva colgada una guitarra, también.
         –Buenos días –dice–. Voy a hacer un par de canciones.
         La verdad que lo lamento, porque estoy muy cerca, justo a su lado. Y aunque prácticamente no me importa lo que pasa, aunque la realidad no me interesa en lo más mínimo, la realidad hace tiempo que dejó de interesarme, aún así, si me guitarreás a menos de un metro de distancia, bueno, me dificultás la lectura. Así que cierro mi libro. Hace calor, un húmedo calor, Enero en Buenos Aires es la desgracia de saber que no te salió nada de lo que quisiste ser, no te salió nada y punto. No le des más vueltas.
         Estoy parado, entonces, tratando de no transpirar demasiado y no mucho más que eso, cruzás la ciudad en quince o veinte minutos y eso es todo lo que importa, aunque sientas que estás en Namibia o en Saigón,  aunque haya más vendedores de objetos inútiles que pasajeros, aunque la gente esté más triste que nunca. Respirás, y esperás quince minutos, no es tan grave.
         Arranca la chica. Canta una chacarera. Habla, la chacarera, de las cosas sencillas que recordará el autor de la chacarera cuando la muerte venga a buscarlo. De su casa, los olores de la infancia, el vino con amigos. Pide el autor, que cuando muera, lo tapen con chacareras, así dice la letra.
         La chica canta, canta y sonríe, rasguea su guitarra, es potente y dulce su voz, tan dulce. Me pasa, la chacarera, de lado a lado. Como si me atravesaran el corazón con una aguja de tejer, con un objeto de metal filoso y plateado.
No sé de dónde vino, no prestaba atención, no me lo esperaba. Me sale un sollozo, un sollozo venido de ninguna parte, un sollozo que sólo puedo recordar de cuando era chico. Un sollozo como cuando atropellaron a mi perro Urko, ese camión de reparto que dio marcha atrás y atropelló a mi perro mientras yo estaba en la heladería y lo dejó ahí, tirado sobre los adoquines con las patas traseras hechas un ovillo, y mi perro se me quedó mirando, le salía sangre del hocico y me miraba para que le explique, me miraba. No he vuelto a llorar así nunca más, la vida me fue curtiendo, mi corazón hizo el callo. Ahora estoy llorando, lloro como si fuera a llorar para siempre, como la lluvia o las olas de un mar tan lejano, caen mis lágrimas.
         La chica termina su tema, y me observa. Saco dinero que llevo en el bolsillo del saco, no sé cuánto dinero, no importa, se lo doy, y la abrazo. Ella me abraza también, caen algunos billetes al piso, ha corrido su guitarra a un costado.
         –Bueno, bueno, ya está –me acaricia la cabeza y sonríe, me mira hacia arriba, soy muy alto–. Ya está, chango, no pasa nada.
         Nos quedamos así, abrazados, un par de estaciones. La gente cree que es parte del acto pero después entienden que no y se preocupan, alguien se pone nervioso y se ríe, alguien niega con la cabeza y mira a los costados buscando la trampa.
         Paro de llorar. Beso la frente de la chica.
         –Gracias –digo–. Muchas gracias.
         Y me bajo en Florida.

*La chacarera se llama ‘Cuando me abandone mi alma’, letra de Raúl Trullenque, música del Cuti Carabajal.

16 comentarios:

Dany dijo...

Luego vuelvo...por ahora comparto esto con el resto de los que vengan.


CUANDO ME ABANDONE MI ALMA - Chacarera doble

Letra: Raúl Trullenque
Música: Cuti Carabajal

Cuando me abandone mi alma,
cumpliendo con mi destino,
se irá con ella mi sombra.
Mi sangre, llena de grillos,
cantará en el joven cauce
de los ríos de mis hijos.

Quizás añore en mi muerte
cosas sencillas, mi casa,
algún sueño no cuajado;
mi hermosa y dulce nostalgia,
que siento cuando me acuden
los olores de mi infancia.

La noble cara del campo
o matear un dia llovido.
Oir en el patio anciano
el coyuyal de changuitos
y esos vinos guitarreados
en un remanso de amigos.

Cuando inauguren mi muerte,
no llores mi noche negra.
Sembrame en mi pago, luego
tapame con chacareras,
para que mi alma se lleve
el corazón de mi tierra.

Voy a añorar cuando muera
la tibia miel de tus manos,
tu boca enjambre de besos
y todos nuestros pecados,
aquellos que a mi existencia
dieron sentido y amparo.

En el más allá, quisiera
encontrarme en un camino
con aquel árbol que fuera
un pueblo de arpas y nidos;
hoy mi mesa y mi guitarra,
mañana mi último abrigo.

La muerte vive celosa
de mi amada flor, la vida;
dicen que me anda buscando
¡Ojalá si algún día me pilla,
me halle machao y cantando
pa' que se muera de envidia!

Cuando inauguren mi muerte,
no llores mi noche negra.
Sembrame en mi pago luego;
tapame con chacareras,
para que mi alma se lleve
el corazón de mi tierra.

Dany dijo...

Son pocas las veces pero sorprenden cuando miramos a los costados buscando la trampa y no la encontramos. Un abrazo!

Rob K dijo...

Todos deberíamos abrazar a Trullenque por esa letra.

J. Hundred dijo...

*dany! lo va a tener que compartir con casi nadie, lo cual no deja de ser un precioso gesto.

*dany! le cuento una nimiedad. la semana pasada, un día de la semana, muy temprano, estaba caminando por un parque. estaba que no podía con mi alma, y no se me ocurrió otra cosa que bajar a dar una vuelta. de pronto, vienen del parque, caminando en mi dirección, caminando hacia mí, dos muchachos. bastante jóvenes, gorritas, uno con un buzo con capucha, equipos de gimnasia, en fin. ‘eh, amigo’, me dijo uno. me cuadré, todo mi cuerpo se preparó para tirar una trompada y salir corriendo. querían saber dónde quedaba tal o cual hospital, me preguntaron con corrección, me dieron las gracias. seguí caminando, todavía con algún que otro temblor, era una pila de adrenalina, puro ‘fight or flight response’, no podía manejarlo. lo que le quiero decir es que ya no sabemos cómo vivir sin esperar la trampa. un abrazo.

*rob k! sí, la letra es absolutamente genial. aunque, como usted de seguro sabe, como usted no ignora, uno suele terminar abrazando lo que tiene más a mano.

Br1 dijo...

La imagen del perro buscando una explicación es excelente y desesperante a la vez.

Diego dijo...

El otro día escuchaba a un genial Cortázar decir que el no distinguía, dentro de un cuento, lo fantástico de lo real. Sin ir más lejos, argumentaba que la línea discursiva de lo fantástico encastraba tan perfectamente en las tramas que era imposible sorprenderse indicando que había algo que no era, que no existía.
Ahora bien, el otro día me escuchaba a un pésimo mí mismo decir que lo real es tan triste, tan desgarrador que ya no hay espacio para la fantasía, van faltando lugares para soñar.
Las trampas son necesarias, dijo un psicólogo laborista francés, pero que mal que hacen, que mal.
Fuerte abrazo, don Juan.

Manulisa dijo...

Gracias Juan. Un regalo al alma esa canción, no la conocía.

Debo confesarle que soy el tipo de persona que se emociona más veces de las que le gustaría.

Sólo por eso (y sin ninguna intención de transformar este espacio en una bitácora de intercambio folkclórico) me tiento y le regalo una canción que produce en mí ese efecto que usted tan bien describe (va un poco más optimista la cosa pero llega igual).

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Neike Chamigo

El carro de mi paciencia
va lento pero seguro,
la huella de la experiencia
me fue mermando el apuro.

Mi grito juega en el viento,
libre, macho y divertido
si es la voz del sentimiento
no importa que esté prohibido.

Por eso digo, para salvarse,
hay que juntarse y arremangarse
Neike, chamigo!
Si hacés memoria vos sos testigo
que nuestra gloria es hacer historia
Neike, chamigo!

Corto en palabras, hay gente
que piensa que soy uraño,
me gusta encontrar parientes
no me hallo si soy extraño.

Tengo mi música propia
y tengo un baile que es mío,
yo soy así, no soy copia
de lejos vengo, soy Río.
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Si no la conoce le recomiendo que la escuche, la melodía la completa (con esto no hace falta que le diga que soy del litoral, no?)
Un abrazo

A.Torrante dijo...

Debo decir que su relato de los "fierita" me parece un fiel calco de las sorpresas que nos da la vida, sobre todo cuando vivimos llevando esa mochila de prejuicios encima. Yo optaría por el flight. Un 2 a 1 de visitante no es recomendable.

J. Hundred dijo...

*br1! mi perro Urko, la puta madre.

*diego! el problema con cortázar, es que uno va y lee ‘el ídolo de las cícladas’, siendo jovencito, y se da cuenta que ya está, que jamás va a poder escribir algo así (igual creo que si hubiera que elegir un libro para llevarse a una isla, un último libro para leer, tendría que ser de saer). en cualquier caso, es muy frustrante, la incapacidad propia, de eso estamos hablando. lo abrazo con respeto, si la contradicción es admisible.

*manulisa! para seguir con lo puro, con lo dulce, con la emoción genuina. con eso que nos conmueve y nos toca el alma, llamémoslo poesía. 1abrazo.
http://www.youtube.com/watch?v=wKmhtxr0JYo

*a. torrante! ya lo dice el viejo adagio: soldado que flight sirve para otro response.

Manulisa dijo...

Jajajajaja!! Me hizo reir. Muchas gracias por la poesía Schiavi! Eso también llega y es efectivo.

Me tomo un mylanta y vuelvo.

Un abrazo

A.Torrante dijo...

Ya lo decía Sun Tzu:

El estratega victorioso sólo busca batalla luego de que la victoria ya ha sido obtenida, mientras que quien está destinado a derrotar, primero pelea y luego busca la victoria.

Tikicienta dijo...

a mi me emocionó tu relato.Esa descripción me conmueve. Quien no te hubiera abrazado con esa sensibilidad al escuchar esa canción tan hermosa?

Mr. Kint dijo...

"De nuevo estoy de vuelta, después de larga ausencia" decía una zambita de mi tierra (una letra que aunque no se pueda creer la escribió el Chango Rodríguez estando en cana).

Qué decirle, usted me puede cuando se pone sensible y melancólico. Aplaudo esta delicia de relato y lo abrazo también a la distancia.

J. Hundred dijo...

*manulisa!

*a. torrante!

*tikicienta! no sé, tantas veces quise que me abracen. de hecho, mi último libro de poemas se llama ‘a vos nunca te abrazaron así’. respecto a su afirmación, entonces, digamos que no me consta.

*mr. kint! he dicho hasta el cansancio, he tenido que explicar hasta la extenuación. hay gente que ve en mí sólo una cara bonita, hay quienes ven en mí una descomunal garompa con rueditas. pero no, detrás de esta belleza infinita que me acompaña, detrás de esta inconmensurable poronga que me ha tocado en suerte, bueno, también hay un ser humano que sufre, con sus anhelos, sus pasiones. un abrazo.

Clau dijo...

Mi querido JH, ud pasa de enternecerme con este relato, a sacarme una sonrisa con el comentario a Mr K.
Alto? y el "B", que ultimamente viene más lleno que nunca. Voy a poner más atención en hombres altos con libros en la mano. No.. no voy a mirar para abajo.

J. Hundred dijo...

*clau! estimada, se podría fijar coordenadas y viajar en subte, no sé, tres o cinco estaciones, una mañana, en un horario chivo. no puedo prometerle milagros, pero sería una salida de lo más original (y corta, por cierto). cualquier cosa comuníquese por línea privada, poner en el encabezado ‘yo deseo viajar en subte con juan hundred’.