20.6.12

Es tu opinión

         Es de noche. Sé que me va a costar dormir, es algo que se siente en el cuerpo. Algo, como si durante el día hubieras pisado una baldosa y la tristeza te hubiera salpicado hasta el alma. El alcohol no está funcionando, el alcohol no funciona, y cuando el alcohol no funciona es porque no va  a funcionar nada. Acostumbrate.
         Bajo a dar una vuelta, al parque, para estirar las piernas, fumar un cigarrillo, tratar de olvidarme de algo que debió ocurrir y no ocurrió, o de algo que ocurrió y quizás no debió ocurrir.
         Estoy caminando. Deben ser las once de la noche, a esa ahora ya afloja un poco la locura, la gente se guarda. Hace frío, además.
         Un par de chiflados corriendo, escapando, como pueden, como les sale. Por lo general, cuando la gente ve pasar a alguien corriendo, temprano a la mañana, imaginan virtudes como el intento de superación, el esfuerzo, la búsqueda de la salud en alguno de sus edulcorados sabores. Yo, cuando veo a alguien corriendo a la mañana, lo único que veo es alguien que no cogió la noche anterior. Y si corrés a la noche, bueno, quizás llevás no cogiendo quién sabe, una vida. Correr es un sucedáneo de la religión, es todo lo que tenés que saber al respecto.
         Un tipo pasea a su perro, un boxer. Le tira de la correa. Le pega, le habla.
         –¡Pero qué hacés, boludo! –le da un patadón, de costado–. No me hagás embarrar porque te mato.
         Enciendo mi cigarrillo.
         –¡Dale, forro, dale! –el tipo le da un tirón lo suficientemente fuerte para arrancarle el cuello–. Cagá de una vez. Tengo frío. ¡Cagá!
         Me acerco un poco. Hago como que me masajeo una entumecida rodilla. Finjo atarme los cordones.
         –¡Qué comés, qué comés! –el tipo le pega al animal con la propia correa, le da un par de lonjazos. El animal lo mira, lo mira y aguanta. Un golpe más, para fijar los conceptos, dos golpes más, y lo suelta. El animal continúa con lo suyo.
         La crueldad con los animales es una cosa que me ha molestado desde siempre. Con las personas, con los seres humanos por decirlo de algún modo, jamás he logrado ese nivel de empatía.
         –Che –lo señalo, al tipo–. ¿Por qué no lo dejás tranquilo al perro? ¿Para qué carajo tenés un perro? Digo, si te molesta todo lo que hace.
         El tipo me mira, retrocede un poco. Se da cuenta que me lleva veinte o treinta años, y yo le llevo veinte o treinta kilos. Sabe que pierde, lo sabe con todo su ser, no puede hacer nada al respecto.
         Entonces siento la mordida, artera, de atrás, en mi pantorrilla derecha que empieza a quemar, a quemar y a pinchar al mismo tiempo, a doler de verdad.
         Me doy vuelta y me agacho todo en un solo movimiento, tratando de apretar la zona. El dolor crece como una mancha. Sangre entre los dedos.
         –No te metas, forro –el boxer me mira, me habla–. Qué carajo te metés.

10 comentarios:

Juan Sebastián Olivieri dijo...

Hundred, ¡Me gustó mucho!, eso.

("Correr es un sucedáneo de la religión..", extraordinario)

Dany dijo...

Desde el comienzo del relato se empiezan a abrir distintos juegos. Descripciones de la soledad y las distintas formas para combatirla. Una de ellas puede ser meterse en cosas ajenas.....por lo visto la mayor parte de las veces no da resultados.
Un placer leerlo una vez más. Abrazo.

A.Torrante dijo...

La primera lectura me recordó a otro relato suyo con canicidio. Y me digo: Este leyó algo de Ivanhoe.
La segunda y lo veo a Clint con Gloria en a Million Dollar Baby recordándole no bajar nunca la guardia.
La tercera y última: pienso en las mujeres golpeadas.
Y coincido, correr de noche es señal de no coger, pasear un perro tb, pero el otro día al menos bromeé con la dueña de Pancho, un salchicha-Ok no es brillante la dueña, pero tal vez haya material para el asombro.

A.Torrante dijo...

Donde dice Gloria debe decir Hillary..

J. Hundred dijo...

*juan sebastián olivieri! sería quizás un exceso decir que sus palabras justifican mi existencia, pero bueno, casi. así que gracias.

*dany! la mejor forma de combatir la soledad es hacerse amigo, invitarla a salir. 1abrazo.

*a torrante! quizás usted leyó el relato demasiadas veces. quiero decir, cada tanto aprovecho la oportunidad para usar aquella frase del superior onetti. lo estaban entrevistando para la televisión española, blanco y negro, y casi al finalizar, el periodista le dice algunas generalidades, y le agradece su presencia. onetti responde: no, por favor. yo le agradezco a usted por perder su tiempo así, conmigo.

*a. torrante! esa chica, swank, me calienta. no tanto como ver a narda lepes cocinando, pero me calienta.

A.Torrante dijo...

De nada, pero para su tranquilidad espiritual no lo considero perder el tiempo. Es que algunos de sus escritos tienen ciertas cualidades poliédricas. La Swank tiene lo suyo pero yo soy más bien "stick to the basics" y soy más CZJ-JLO

So dijo...

Me enamoré con este post. Ya sé, ya sé que es re cojudo lo que te estoy diciendo, enamorarme. Pero vaya uno a saber, uno se puede encontrar el amor en un rostro, quizá en un gesto, hacer click con una sonrisa. Mas sencillamente me ha gustado mucho. Es brillante.

Mr. Kint dijo...

Leí su relato y recordé la anécdota de dos amigos que venían en auto cuando de repente ven en la vereda un sujeto fajando con alevosía a una mujer a plena luz de la noche. Ambos muchachos se bajan rápidamente del auto en búsqueda del golpeador, más motivados por haber encontrado una justa causa para descargar la propia ira que por un desinteresado acto de compasión, y sin mediar demasiadas palabras le embocan dos o tres manos contundentes al bravucón que a esta altura insultaba y aturdido revoleaba manos pa cualquier. Grande fue la sorpresa cuando uno de los dos comenzó a recibir combinaciones de manotazos y rasguños por parte de un agresor externo. La mujer al grito pelado de "suelten a mi marido o los mato, hijos de puta!" estaba dispuesta a demostrar que también podía pegar.
En fin, uno aprende que con tanto enfermo dando vuelta esa clase de actos son para idiotas o santos.

Pero bue, yo pasaba a dejarle un saludo y veo que bonitas mujeres de los distintos rincones del globo pasan a declararle su amor. Los dejo solos, me estaría yendo a la esquina a ver si llueve.
Abrazo y suerte, Juan.

J. Hundred dijo...

*a. torrante!

*so! debo reconocer, quizás admitir, que su amor es una experiencia de lo más gratificante.

*mr. kint! docosa. primero, el pequeño fragmento de mi autoría, no es mucho más que la remanida historia que usted comenta, con una ínfima variación, un minúsculo detalle. pero esa ínfima variación, ese minúsculo detalle, hace que yo, muy a mi pesar, no pueda parar de ser tan genial. mi genialidad, por decirlo de algún modo, me excede.
respecto a las bonitas mujeres y las declaraciones de amor. cito al filósofo finisecular, poeta, sabio, degustador de whisky ordinario y amigo, pedro pablo mostanesa, cuando dijo: vosotros podéis venir a mí en busca de bellas semblanzas como la de la jirafa y el pequeño monito que hacía collares de mostacillas. vosotros podéis venir a mí y yo os daré un sentido a vuestras precarias existencias, sabiduría pura en los más variados sabores. pero si véis que estoy por hincar el tumefacto bizcocho en un generoso culo, entonces apartaos un poco, sentaos a reflexionar a la sombra de aquellos álamos. y esperad, que para todo lo demás hay tiempo. 1abrazo.

Mr. Kint dijo...

Oiga, es harto conocido el hecho de que usted escribe infinitamente mejor que yo y que además cogiendo burritas me supera en calidad y cantidad. No hace falta que me lo refriegue en público.
Pero también se sabe que yo casi no escribo y que mojo la nutria cada muerte de obispo. Lo que le digo es que no se me haga el vivo que tampoco es un mérito mayúsculo.
Un abrazo