6.9.08

No es para cualquiera

Tenés que entender que no existe un ranking de tragedias.
Tenés que entender que tu dolor no es mejor que mi dolor.
Tenés que entender que para el rockero al que se le está cayendo el pelo, lo que le sucede es fácilmente comparable con el hambre en Etiopía.
Tenés que entender que cada vez que vos hacés lo que hacés, te parece que es un acto nimbado de una justicia divina, y cada vez que yo hago lo que hago, te parece que soy una rata egoísta.
Tenés que entender que todos vivimos en primera persona, y yo también vivo en tercera, cuando escribo, a veces, en una demostración de extrema cortesía.
Tenés que entender que si desaparecieras en este mismo instante de la faz de la tierra, como un pedo en una tormenta eléctrica, tu vecino del séptimo 'c' bajaría mañana a pasear a su caniche, y el perro se detendría en el mismo árbol e intentaría hacer lo que le fue dicho que no hiciera, como cada día.
Tenés que entender que fracasaste, aunque la peluquera te asegure que se te están fortificando las raíces.
Tenés que entender que comprar un kilo de mandarinas o escalar el volcán Lanín está muy bien.
Tenés que entenderlo, buenos días.

3 comentarios:

Bugman dijo...

Lo entiendo perfectamente. Lo cual es, más que la calvicie, más que las arrugas, más que los dolorcitos aquí, más que el aburrimiento, más que la nula tolerancia a los excesos, más que la extrema tolerancia a los desganos, una señal extremadamente clara de que me estoy volviendo viejo.

La condesa sangrienta dijo...

Dígale que si pretende el monopolio del dolor el combo viene con el monopolio del fracaso.

J. Hundred dijo...

*bugman! no se quiebre, estimado bugman. recuerde que es usted uno de los calvos más lúcidos que hayan pisado alguna vez el ciberespacio.

*condesa! y es probable que el combo incluya el monopolio de esta patada en el culo, también.