10.2.21

Habla de vos


Lombroso tenía razón, mucho me temo. Es jodido, ya lo sé, sus teorías se dejaron de usar, cayeron en el olvido. Peor que Darwin inclusive, porque lo que decía resultaba, por decirlo de algún modo, discriminatorio. Estigmatizante.
Que se pudieran establecer pautas de comportamiento de una persona, rasgos de carácter, con sólo tomarle a la persona por ejemplo las medidas del cráneo, bueno. Es cruel y destruye la posibilidad de redención. Dónde queda la voluntad de cambiar, la posibilidad de mejorar. El libre albedrío.
Pasa algo, se mezcla el celeste cubilete y salís vos con determinada forma del lóbulo frontal. Los dados están echados mucho antes que vos ni siquiera te enteres. Fuerte.
Pero fijate vos que es verdad. No estamos acá para decir boludeces de cortesía ni hace falta mentir. No hay más que verle las orejas en jarra a un pibito de la villa para descubrir la intrínseca violencia que habita en su ser. Podría elegir entre mil adolescentes al que tiene posibilidades de ser un boxeador internacional con sólo mirarle las orejas. Me mostrás, ponele, cien chicas entre los quince y los dieciséis años de algún colegio secundario y yo te puedo decir, con sólo mirarles los labios, la forma de las comisuras de la boca, cuáles se van a dedicar a chupar la pija con fruición. Cuáles de ellas van a hacer de chupar la pija un plan de carrera. Para cuál de esas chicas coger será el único norte y desde ya su fuente de ingresos. Su pulsión.
Y así podría seguir, con los ejemplos. Te definen, los tobillos, el color de tus uñas, tu forma de pararte, tu nariz. Dicen todo lo que hay que saber de vos.
¿Qué? Ah, sí, en tu caso tenés una descomunal cara de boludo. Nada más.

1 comentario:

Frodo dijo...

Un viejo ciego decía que "Los espejos y la cópula son abominables, porque multiplican el número de los hombres"

Lo abrazo, en mi vuelta triunfal