30.1.21

Cambio de paradigma


Fijate cómo funcionan los avances científicos, la ciencia, los acontecimientos en cualquiera de sus manifestaciones.
Se producen saltos, y los saltos son, así se llaman, ‘discretos’. Pero no en la forma que conocemos la palabra ‘discreto’, como sinónimo de reservado, nada de eso. Discreto como distinto de continuo, en un gráfico, no deseo aburrir con matemáticas. Lo importante es que el conocimiento, si pensáramos en un gráfico, viene siendo más o menos una línea, una viborita, que se mueve hacia arriba y zigzagueando, hacia arriba dije, el conocimiento avanza. Y de repente ¡páfate! La línea se corta, no está más, no sigue más nada. Y aparece, en otro punto, en otro punto del gráfico, los gráficos de coordenadas, de dos ejes, a esos gráficos me refiero.
En eso consiste el avance científico, la ciencia. Se crea una cosa, todo el mundo estaba convencido de una cosa hasta que de pronto se descubre que esa cosa no es tan así, esa cosa deja de ser verdad. Se descubre otra cosa que reemplaza a la anterior, cambio de paradigma, así le dicen.
Por ejemplo, por poner un ejemplo, los ejemplos suelen hacer las cosas más sencillas. El huevo, ahí tenés. Después de tantos años que se estigmatizó al huevo, se decía que el huevo hacía mal, que el huevo tenía colesterol. Hasta que alguien, un grupo de científicos, descubrieron un día que no. Que el huevo no es el problema, el huevo no produce colesterol. El problema debe estar en otra parte, de hecho el huevo es sano, hace bien.
Un ejemplo al revés, controvertido por cierto, sería correr. Se puso de moda en las grandes capitales de occidente, hace muchos años, eso de correr. Correr era estar sano, correr era cool, te venden zapatillas hechas con piel de culo de guepardo bebé, correr hace bien. Pasaron los años, todo el mundo se puso a correr como desesperados. Hasta que alguien, un traumatólogo, mostró lo que sucedía en su consulta. Si ves a las personas de más de cuarenta años que se han pasado, no sé, más de tres años corriendo, no queda nada. Se arrastran, reptan de costado, no tienen rodillas, vendieron sus rótulas al infierno. Les duele hasta sentarse para cagar, sufrirán horrores hasta la muerte porque alguien dijo que había que correr. Lo único que había que hacer era caminar. Las mujeres peor, de tanto correr las tetas les quedan a la altura de la cintura. La celulitis les mastica el alma, en fin. Alguien descubrió que correr no hace bien, correr hace mal. Pero vos te enterás treinta años después.
Ahora, con respecto a lo que escribo, ahí no. Te parece una mierda ahora y te seguirá pareciendo una mierda dentro de algunos años. No veo que eso vaya a cambiar.

6 comentarios:

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Es algo molesto, ese cambio de que beneficioso y que es perjudicial.
No escribís mal, diría que no está mal, incluso que escribís bien.

José A. García dijo...

Cuanto te duele al sentarte a cagar ya sabés que estás en las últimas.

Saludos,

J.

J. Hundred dijo...

*el demiurgo de hurlingham! lo saludo.
https://www.youtube.com/watch?v=useU7LH4ZC8

*josé a. garcía! el dolor en cualquiera de sus manifestaciones nos avisa lo bien que estábamos cuando no nos dolía nada. conste en actas. lo saludo.

Frodo dijo...

Como esto me pareció una cagada, sigo colgado con el anterior:

Los locales de ropa de marca son la antesala al infierno, uno de esos locales a las 15 hs de un domingo de enero en Buenos Aires es una mierda embolante que te hace sentir que sos mortal y que estás ahí porque tenés que purgar todo lo mal que llevaste tu vida.

El que diseñó todo eso de tener que comprar ropa de marca a un par de boludos que por más que se hagan los cancheros no les sale, es un verdadero sorete, es el Diablo.

En fin. Ya estamos en febrero, pero mucho no cambia.

J. Hundred dijo...

*frodo! le cuento algo que puede ser útil. en una oportunidad, en una ocasión, el señor gerardo sofovich, ya bastante grande, cayó internado, no recuerdo si en los arcos o en la suizo. no tiene importancia, no hace a lo que quiero contarle. sigo. en algún programa de chimentos, o para algún noticiero, trabajaba de panelista o notero o como se diga el señor roberto funes ugarte, alias robertito (en adelante, por fines prácticos, diremos ‘rfu’). el asunto es que rfu tenía que salir al aire contando algo como el parte médico, el estado de salud del señor gerardo sofovich que permanecía internado. y hacía frío, eso es importante. entonces alguien del equipo, el camarógrafo supongo, alguien que no quería mucho a rfu, prendió la cámara antes de tiempo, o mandó al aire a rfu que esperaba que le dieran el pase desde el estudio para hacer su intervención. y rfu, sin saber que estaba al aire, dijo algo como ‘me estoy cagando de frío. morite de una vez, ruso de mierda’. variaciones por el estilo.
el asunto es que pasó el tiempo, indolente como suele acontecer con este tipo de cuestiones. y gerardo sofovich, el ruso, no se murió.
pasó el tiempo, entonces, decía, y llegó el verano. y el señor roberto funes ugarte, para nosotros rfu, fue enviado a punta del este a cubrir la temporada, a un desfile de modelos, alguna imbecilidad por el estilo. y no va que estaba en el casino de san rafael que todavía existía para cubrir algún evento como dije, y mientras esperaba para hacer su trabajo, ve que está gerardo sofovich, jugando en una mesa. al señor gerardo sofovich le gustaba mucho jugar a la ruleta, y le gustaba jugar en el casino de san rafael, tuve oportunidad de verlo llenando de fichas la primera docena. un verdadero espectáculo.
seguimos entonces, vamos muy bien.
el señor rfu ve a gerardo sofovich y decide acercarse a saludarlo, a disculparse por su aberrante actitud que había sido dada a conocer por televisión mientras el señor gerardo sofovich había permanecido internado en los arcos, o en la suizo.
y ocurrió más o menos lo siguiente.
rfu se acercó a gerardo sofovich que jugaba en una de las mesas de ruleta y le dijo ‘buenas noches, gerardo. me quería disculpar con usted por lo que dije, usted sabe que yo lo respeto mucho, usted es un prócer del mundo del espectáculo y no fue mi intención, fue un chiste..’.
y el señor gerardo sofovich, que seguía jugando a la ruleta y fumando, porque al señor gerardo sofovich le gustaba jugar a la ruleta y le gustaba fumar y le gustaba hacer las dos cosas juntas. el señor gerardo sofovich, sin levantar la vista de la mesa, dio una pitada a uno de sus cigarrillos y dijo ‘no existís, pibe’.
eso es lo que aconteció, y eso es lo que le conté. y si presta atención, si lee bien, va a encontrar que la historia es bellísima, y tiene mucho contenido. ah, si, claro, lo saludo.

Frodo dijo...

Hey, Hundred! Mirá quién volvió!

La historia de Sofovich que más me gusta es la del jenga. Luciano Pereyra no me caía ni bien ni mal. Esa noche, sumó un buen punto a favor