10.9.20

Gamas de gris


Siempre, en todo momento y en todo lugar, hay dos versiones de vos.
Está la versión de los demás. Lo que los demás ven de vos. Cómo te ven. Y está tu versión de vos. Cómo te ves vos.
Ahora bien. Lo que me ha sucedido desde que puedo recordar, desde siempre, o si querés no desde siempre pero sí desde los once años. Desde aquella vez que saqué a bailar lento a Gisela y me dijo que no, que de ninguna manera. Que no tenía pensado bailar un lento conmigo, jamás.
Lo que me ha sucedido, entonces, te decía, es que la versión que tengo de mí mismo está por debajo de la versión que los demás tienen de mí. No importa lo mala que sea, la pobrísima impresión que tengas de mí en determinada circunstancia, tenés que saber que lo que yo pienso de mí es todavía peor.
Se sufre mucho, claro, andar por la vida así, todo el tiempo. Pero también le quita prácticamente el 98% de la importancia que pudiera tener tu opinión. Y eso me hace sentir un poco mejor, eso ayuda.

9 comentarios:

Mona dijo...

¿las estructuras que determinan la imagen que uno se hace de alguien, son la misma que aparecen cuando nos versionamos a nosotros mismos?
¿nunca volviste a preguntarle si quería bailar una lenta?

Alberto Arenas dijo...

Yo creo que el problema, al menos en mi caso particular, es que la opinión sobre mí mismo no es siempre igual sino que va fluctuando a través del tiempo, dependiendo en forma casi directa de mis aciertos y desventuras. Supongo que tal vez, a los demas le sucederá algo parecido al opinar sobre mi persona.
Ojalá vuelvan los lentos, aunque mas no sea para sentir esa adrenalina y esa emoción en el momento justo antes de sacar a la chica a bailar.
Abrazo Juan, lo saludo desde el rincón mas oscuro de la pista de baile.

J. Hundred dijo...

*vale a secas! no debería contarle, pero le cuento. la crucé en un supermercado, a la sujeta en cuestión, muchos años después. y no me pareció prudente invitarla a bailar lento otra vez, porque, bueno, a ver, no quisiera resultar hiriente ni mucho menos ofensivo. ella era a todas luces una víctima de lo que se conoce como ‘ap’, o sea aporcinamiento prematuro. lo que le quiero decir, lo que le digo, lo que le estoy diciendo, es que iba a resultar verdaderamente difícil, desde lo técnico, desde la fisicalidad, poderla abrazar. o sea, no me río, pero está estudiado el fenómeno, lo que se conoce como la ‘maculayculkinización’ del sujeto. es decir, si brillaste demasiado y demasiado pronto, si fuiste alguna clase de prodigio, bueno. lo que te queda es hacia abajo, demos gracias a Dios por eso. lo/la saludo.

*alberto arenas! lo que dice usted respecto a la fluctuación de la opinión, la suya, sobre usted mismo, es de una absoluta irrelevancia. lo importante es el lugar más oscuro de la pista, eso sí, porque es el único lugar donde vale la pena estar. lo saludo.

José A. García dijo...

La pandemia de opiniones no pedidas está haciendo estragos en todo el mundo. Y sólo unos pocos sobrevivirán a ella.
Claro que tampoco entonces el mundo será de ellos.

Saludos,

J.

J. Hundred dijo...

*josé a. garcía! ‘la pandemia de opiniones no pedidas’, maravilloso, punto para usted. respecto al mundo y al fin del mundo, había un maravilloso poema de robert frost llamado ‘fire & ice’. el poema habla sobre si el mundo terminará en fuego o en hielo, y es bellísimo y recuerdo que me conmovió cuando lo leí por primera vez.
le pido disculpas por ser autorreferencial, pero escribí una vez al respecto. no le adelanto la conclusión, y me permito citar el miserable fragmento de referencia. y lo saludo, claro.

http://juanhundred.blogspot.com/2008/10/un-poco-de-fuego-un-poco-de-hielo.html#comments

Frodo dijo...

Tenemos bastante en común querido Hundred. y esta vez no lo digo por el tema de la visión que uno tiene de sí mismo, sino por Gisela. ¡Vaya coincidencia!
Pero claro, debemos tener una edad parecida, y estaba de moda. Ahora las niñas de 11 se llaman Mía, Valentina, Martina... y los pobres nabos como nosotros serán Tiago, Benjamín o Santino...

Abrazo

J. Hundred dijo...

*frodo! le cuento algo que viene al caso. en una oportunidad, hace muchos años, mi hermana estaba embarazada de lo que sería su primer hijo. y vino de visita, a casa, creo que yo todavía estaba con mis padres o también había ido de visita. lo importante es que mi hermana empezó a comentar los nombres que tenía en mente para la criatura. y en determinado momento dijo que le gustaba mucho el nombre ‘milton’. mi padre seguía comiendo, sin decir nada, mirando algún noticiero, tal era su costumbre. pero de pronto miró a mi hermana y le dijo ‘ponele algún nombre con el que pueda ir a trabajar’. y yo recuerdo eso con mucho cariño, y lo comparto con usted, se lo estoy contando. lo saludo.

Anónimo dijo...

Si sigue contando lo de Gisela voy a creer que es real la anécdota del rechazo.
Por otra parte, la respuesta a Frodo me pareció un acierto. La frase de su padre es tan contundente que me recordó a la que Pappo le dijo a un DJ: "buscate un laburo honesto".
Abrazo
Alberto Baru

J. Hundred dijo...

*anónimo alberto baru! pero claro que sí. aquella vez el señor norberto napolitano le explicó de la mejor manera al señor deró que ser disc jockey, bueno, no es ser músico. demos gracias a deus por eso. lo saludo.