30.9.20

Animal kingdom


Me pasé tres años largos, y después un año y medio más. Llegaba a mi casa y prendía la televisión, ponía el canal de la National Geographic. No me interesan las noticias, la verdad es que no me importa mucho la realidad, lo que pasa. Y no sé nada de deportes, gente corriendo o saltando, pegándole a una pelota con un bate o con el pie. Toda esa energía derramada.
Así que llegaba a mi casa a eso de las seis de la tarde, me hacía un mate cocido, y prendía el televisor. Calculo que me dormía a eso de las doce de la noche, a veces un ratito antes. Veía unas seis horas, la tele, National Geographic.
Vi todo. Vi a los cocodrilos quietos, muy quietos en el agua, sin moverse, esperando que crucen las cebras o los ñus o los ciervos para morfárselos. Vi a los guepardos corriendo antílopes casi en el aire a velocidades prodigiosas, hasta tocarlos de atrás, como si estuvieran jugando a la mancha.
Vi a una leona defendiendo a sus cachorros mientras le disputaban su presa un particularmente embravecido grupo de hienas. Ese espeluznante ‘jiji’ en el aire. Vi a los elefantes preocupados porque uno caminaba más y más lento, le costaba avanzar, y se moría. Vi a las jirafas peleando a los cuellazos limpios, vi a los hipopótamos jugando a ver quién era capaz de abrir la boca más grande. Vi a los chimpancés cogiendo, comiendo bananas, volviendo a coger, colgados de una rama. Vi al macho joven ir y desafiar al macho alfa de la manada y que lo sentaran de una piña.
Vi a las cebras paradas pastando, como si fueran crucigramas. Vi a los osos pardos pescando salmones con las manos. Vi a los lobos marinos tomando sol uno al lado de otro en perfecto orden, vi a los pingüinos tirándose al agua congelada todos juntos a la voz de aura.
Por eso te digo, vi todo lo que se te ocurra que se pueda ver sobre el reino animal. Y jamás, ni una vez vi a un animal tener una actitud tan repugnante como las que me ha tocado ver trabajando en una oficina.

6 comentarios:

Tamara dijo...

cuanta realidad, esas actitudes repugnantes solo pueden venir de esa cruel y vil humanidad que nos toca, pero agregaría, que no solo se da en las oficinas....

Anónimo dijo...

Eso es sabiduría empírica resumida en la frase final. Y le digo más, uno que transitó oficinas en los años de plomo vio actitudes no solo repugnantes también peligrosas.
Saludos
Alberto Baru

J. Hundred dijo...

alma! lo importante es la palabra ‘repugnante’. transmite el concepto, lo que quiero decir, bastante bien. la saludo.

*anónimo alberto baru! si uno pasó, pongamos, diez años en una oficina, ya está. ya se ha visto e incorporado todo lo malo de este mundo. lo que queda es intentar, por decirlo de algún religioso modo aunque quizás no sea posible, la redención. lo saludo.

José A. García dijo...

Trabajar en oficina debería de ser calificado como trabajo insalubre.
O directamente prohibido, y todos los edificios de oficina dinamitados uno detrás de otro.

Saludos,

J.

Pd, me inclino por la segunda opción, claramente.

J. Hundred dijo...

*josé a. garcía! yo diría que trabajar en una oficina debiera ser considerado como cualquier otro defecto físico. lo saludo.

Frodo dijo...

Siento llegar tarde.
Cuando creí que se iba a pique usted me da un uppercut y me deja en la lona.
Lo felicito. Escribió exactamente lo que siento en este momento.

vuelvo a la jaula