30.10.18

La felicidad ja ja jaja


–La felicidad es lograr aspiraciones, muchachos, eso es todo lo que tienen que saber. Logros sobre aspiraciones –dijo el profesor. No, no importa qué profesor, no importa la materia. Era la escuela secundaria y yo no sabía un pomo de la vida, pero tenía la fuerza del tamaño de un mar, no quería conformarme con mordiscones. No sabíamos todavía, no podíamos saber que la vida te empieza a pasar la piedra pómez por las bolas despacito primero, casi ni te das cuenta. Cada trámite, cada viaje en subte, cada vez que te lavaste los dientes y miraste y viste que escupías pedacitos de comida, cada vez que te sacaste el forro y viste eso que había salido de tu cuerpo, y así. Cada óptica que rompiste del auto, cada noticia donde cuentan que le quemaron las plantas de los pies a un jubilado con una plancha porque no quiso decirles a los ladrones dónde escondía sus ahorros. Hasta que no das más, hasta que te das cuenta que vas caminando por una calle del centro con la mirada perdida o gritando incoherencias por el celular. Y entonces entendés un poquito pero ya es tarde, porque darse cuenta es justamente el chinchin tibetano que te avisa que se fue todo a la mismísima mierda para nunca más volver, aquello que podríamos llamar tu ‘vida’.
Y me acuerdo que el profesor dijo eso sobre la felicidad y después terminó la clase, la clase de cualquier cosa y cada uno siguió con lo suyo.
Pero lo que el profesor no dijo es que todos nos íbamos a pasar la vida corriendo por agrandar de algún modo, de cualquier modo, trabajando el numerador. No dijo que también se podía achicar el denominador. Una vida menos agitada, quizás más sencilla.

9 comentarios:

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

¿Una vida sin aspiraciones? ¿O con pocas? No me convence.
Tal vez la clave es tener aspiraciones, aunque aparezca obstáculos por todas partes. Aun lo más trivial tiene dificultades.

J. Hundred dijo...

*el demiurgo de hurlingham! me chupa la bolsa de los huevos si te convence, fenómeno de lalalaif! bueno, estamos listo? grabamos? 1,2,3, va: estoy de acuerdo con usted, la verdad, muy atinado su comentario. lo saludo.

alberto baru dijo...

Es de Perogrullo, lo se, pero que imprescindible es tomarse unas vacaciones...

Jorge Aureliano dijo...

Depende de donde vengan las aspiraciones y a que llamamos aspiraciones. Yo por ejemplo aspiro a cogerme a mi prima y lograrlo me haría feliz. Aspirar a ser presidente me convertiria en un pobre tipo, aunque millonario.


Hace tiempo que no entraba a leerte, la vida empezó a pasarme la piedra pomez por las bolas, pero que feliz me hace leer este blog. Ojalá sigas escribiendo, Juan.
Desde Tucumán, aplaudo cada entrada.

Frodo dijo...

Aplaudo su entrada, ovaciono de pie su respuesta de erupción vesubiana con lluvia de piedras pomez al Demiurgo, pero trátelo bien que es amigo de la casa.

Estoy con Alberto Baru en esta. Pero recuerde: una semana no alcanza, 14 días mínimo, mínima pelota al celular y vino del bueno.

Lo abrazo

J. Hundred dijo...

*alberto baru! tiene usted razón. y se aplica a tantísimas cosas, incluso, mucho me temo, a este precario espacio. lo abrazo.

*jorge aureliano! cogerse a una prima siempre es una actividad reconfortante. presumo que ser presidente implica un grado de imbecilidad algo más complejo. me alegra saber de usted, aunque la piedra pómez nos vaya dejando las bolas, bueno, como suele decirse, lisas. lo abrazo.

*frodo! he aprendido a apreciar al demiurgo. casi siempre me dice que soy un pelotudo, pero me lo dice bien. es curioso pero la modernidad implica pura y exclusivamente velocidad, la gente quiere, sin saber muy bien por qué ni mucho menos qué, seguir. y lo único que hay que hacer es parar. conste en actas, lo abrazo.

José A. García dijo...

¿Quién dice que los profesores enseñamos algo útil? Solamente disfrazamos la realidad para que parezca un poco menos dura, pero tampoco demasiado.

Saludos,

J.

J. Hundred dijo...

*josé a. garcía! me atrevería a decir que se aprende más tomando un whisky solo en una habitación a oscuras que en el 97% de cualquier carrera universitaria. pero qué se yo, en el mundo tiene que haber dentistas, escribanos, esas cuestiones. lo saludo, profe.

José A. García dijo...

Si lo subimos a un 99% te lo firmo.

J.