28.6.18

Nada nuevo


Muchas veces me despierto y prendo la radio, todavía acostado en la cama, o sino prendo el televisor y pongo un noticiero, a la noche, mientras me preparo algo parecido a una cena.
Escucho, veo, las noticias.
Alguien en Berazategui o en Burzaco, un hombre que violó y mató a su pequeño hijito de tres años. Habla alguien que lo conoce, al hombre, dice que era puntual y trabajador, buena persona, buen amigo.
O un robo, un robo en una casita de morondanga de alguna parte. Robaron a una jubilada y como no tenía mucho dinero la torturaron. Le quemaron las plantas de los pies con una vieja plancha Atma de plástico naranja para que confesara dónde ocultaba su supuesto tesoro. Como la mujer no decía nada, porque no tenía mucho para decir sobre la cuestión, le quemaron el rostro, después. Y le mataron, de un tiro, a su pequeño perro.
Noticias así, variaciones por el estilo. Amputaciones, ahorcamientos. Alguien entierra viva a su novia adolescente en el jardín de la casa de sus padres, con ayuda de algunos familiares, alguien le cierra el hocico a su perro con cinta de embalaje y después lo acuchilla hasta que se desangra, alguien le corta un dedo a un viejo en un geriátrico y se lo mete en el culo, al viejo, y nadie se da cuenta porque nadie se toma el trabajo de mirarle las manos y contarle los dedos y ver qué carajo pasa.
Podría seguir, claro que podría seguir, con el espanto, con el horror, quién sabe hasta cuándo. Y ya sé lo que me vas a decir, también está el mar y la lluvia y las puestas de sol y la risa de un niño. La belleza, la música.
Así que no consigo entender de qué carajo estamos hechos. Por qué somos así, qué nos pasa.

8 comentarios:

alberto baru dijo...

Sin intención de ofender su intelectualidad digo: habría que averiguar cuantos médicos en el mundo están curando gente, cuantos bomberos salvando vidas y/o pertenencias de la gente, cuántos parlamentarios generando leyes para dar derechos a colectivos que los necesitan, cuántos maestros educando a otros, cuantos sacerdotes y pastores tratando de contener personas mal rumbeadas o abandonadas por el resto, en fin; y por otro lado averiguar cuantos crímenes se cometen y sacar el porcentaje.
Eso si tratando de no consultar el clarín por ej.

J. Hundred dijo...

*alberto baru! tengo tendencia a suponer que ganaron los malos. de hecho algún libro de poemas que escribí se titulaba ‘ganaron los malos’. pero su enfoque es el más apropiado, no me desanimo.

Frodo dijo...

El tema es ¿cuánto vale? (¿Cuánto vende?) una noticia.
Sabemos que el espacio destinado a una tapa en un diario -pongamos clarin, o crónica si no se quiere ser tan amarillista como el primero-, un recuadro abajo a la izquierda ponele, es el mismo para:
*3 muertos en un choque de autos en Capital
*30 pibes fallecidos en Jujuy por una enfermedad nueva
*300 nigerianos asesinados en un combate armado con armas regaladas por el Imperio

Acerca de lo que dice alberto baru, no se cómo mensurar. Se ve tan pocas veces...

Abrazo

José A. García dijo...

Estamos hechos de oscuridad.
La diferencia es que mientras algunos luchan por evitar ser atrapados por ella, otros nos dejamos hundir sin dar muestras de nada.
Después vienen los hijos de puta como los de tu entrada y nos ponen a todos en perspectiva.

Saludos,

J.

J. Hundred dijo...

*frodo! estimado, no se olvide que la naturaleza no tiene ángulos rectos. lo abrazo.

*josé a. garcía! la frase ‘estamos hechos de oscuridad’ se me antoja de lo más apropiada. respecto a los hijos de puta que usted menciona, bueno, debo reconocer que este blog no ha sido mucho más que un larguísimo desencuentro. lo que quiero decir es que a veces miro mi fracaso con cierta perspectiva y ni yo puedo creer algo tan inmenso. lo saludo.

José A. García dijo...

Ya lo dicen, el saludo no se le niega a nadie...

J.

Yoni Bigud dijo...

Si se me permite opinar, quisiera decir que somos lo que podemos ser. Lo que cabe en la mente. O no en la mente, me expresé mal. En una mente. Y no lo que cabe, sino lo que puede caber. No en la suya, en la mía o en la de alguno de sus amables lectores. En una mente que contuviera todas las mentes. Y entonces, si tuviéramos que ser geniales, ahí van a aparecer tres o cuatro tipos, o veinte, que van a diseñar o a comprender un algoritmo que permita descifrar qué sé yo qué misterio cósmico que no veía solución. Y si tuviéramos que ser solidarios, allí habrá médicos, almas sensibles, potentados altruistas o lo que sea. Y depravados, claro, también habrá tipos descubriendo o inventando agujeros nuevos en los objetos inanimados más inconcebibles. Y así podemos seguir hasta hartarnos, y aparecerán también tres o cuatros tipos, o veinte, que no se harten. Que enumeren ellos, entonces. Lo que yo vine a decir es que en lo referido al hijoputismo y a las pulsiones más bajas y oscuras, también vamos a tener tres o cuatro voluntarios, O veinte. Somos lo que podemos ser. No todos todo el tiempo. Hay especialistas para cada rama, por suerte y por desgracia.

Lo saludo con un abrazo y con el respeto y el afecto de siempre. Sabrá disculpar la extensión del comentario. Me agarró triste, reflexivo y borracho. O en lo mío, como lo quiera ver.

J. Hundred dijo...

*josé a. garcía! quedamos así.

*yoni bigud! dijo el sabio ramesh: el universo existe dentro de la conciencia como olas futuras dentro de un mar en calma. sólo aparentemente diferentes en su potencialidad. pero somos lo que podemos ser también está muy bien para mí. lo abrazo en medio de este naufragio tan personal y único.