18.3.15

Slalom


Veo gente que se casa. Gente que se casa y tiene hijos. Mujeres que arrastran a sus hijos por la calle con un fastidio tatuado en el rostro, un fastidio de haber hecho exactamente lo que quisieron, aquello para lo que estaban convencidas que habían sido puestas sobre la faz de la tierra. Ellas no quieren a sus maridos, y sus maridos no las quieren. Esperan que se desocupe una mesa en un restaurante de barrio donde los panes yacen en metálicas paneras (una suerte de morgue para panes) mientras la vida se pasa. Se miran o se hablan pero no se miran ni se hablan, una desarmonía tan perfecta, demasiado perfecta, jamás imaginada.
Veo gente que trabaja. Diez o veinte años en alguna oficina, esperando esa subgerencia que nunca llega, ni a Godot lo esperaron tanto. Viajando una y otra vez en subterráneos como una mala película donde la gente, otra gente, lo único que quiere es gritar a través de un teléfono celular que a la noche a los fideos les pondrán salsa pomarola o habrá un partido de fútbol o un programa de entretenimientos donde los participantes cantan o bailan, no puede ser tan malo.
O ponés un negocio. Antes o después ponés un negocio, para comprar y vender algo hasta que no des más, hasta que odies la mercadería que comprás y que vendés y sólo te queden deseos para tener dos negocios.
Después llegan las enfermedades, la muerte, las tragedias que se limitan a flotar apenas, a moverse no mucho esperando la oportunidad como aplicados cocodrilos.
En lo personal no he hecho mucho con mi vida, no hice, ahora que lo pienso, prácticamente nada. He tratado, simplemente, de no ser como vos, de no hacer nada como vos. Nunca tuve un plan, pensé que con no ser como vos alcanzaba.

7 comentarios:

WOLF dijo...

Y no, no alcanza si uno pretende algo más que zafar de ser ESO que, coincido con usted (creo), nos horroriza. Pero podría ser peor. No darse cuenta, por ejemplo...

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Coincido en que no me gusta eso que planteas tan elocuentemente.
¿Llegaré a hacer algo? Por ahora, elijo no contestarme.

J. Hundred dijo...

*wolf! hacemos lo que podemos, y nunca alcanza.

*el demiurgo de hurlingham! hay gente que elige no preguntarse, algunos eligen no contestarse. yo a veces me hago un sánguche de mendicrim, mortadela, y ajo. como dijo el filósofo de la ley, el señor fernando burlando: son situaciones.

Manulisa dijo...

"Esperando esa subgerencia que nunca llega"... eso es optimista. Yo diría que ni siquiera eso, muchas veces ni siquiera hay una zanahoria. Así de terrible, así de tremendo.
Sí, sí, el grupo musical también. Espantoso todo.
Un abrazo

J. Hundred dijo...

*manulisa! es conveniente que exista la zanahoria, real o imaginaria. si no, lo complicado se vuelve, bueno, complicadísimo. como dice el slogan de aa: ya hemos estado allí. la abrazo.

Mr. Kint dijo...

"Yo NO tengo un plan y te lo vengo a contar".
Con eso alcanza para brillar.

Lo abrazo

J. Hundred dijo...

*mr. kint! está algo degradada, quizás por una mala interpretación, aquella figura laboral que ha sido denominada hacer una ‘presencia’. se entiende por eso la visita a un boliche de figurines sin alma, las calus riveros de la vida, en fin. pero fíjese usted que no, que yo deambulo por el planeta tierra haciendo presencias. me siento en un bar cualquiera, por ejemplo, a tomar un café. dejo de pensar por un instante, por la mitad de un instante, por la mitad de la mitad de un instante, y el universo todo cambia aunque por lo general nadie me lo agradezca. lo abrazo.