27.11.08

Saudade

Ella le dijo a mi amigo L. porqué lo dejaba. Ella le dijo que él nunca le había pegado una trompada para que ella tuviera un moretón que mostrar. Ella le dijo que él nunca le había apagado un cigarrillo en un brazo, o en la espalda. Ella le dijo que él nunca la había forzado, mediante alguna suerte de ahorcamiento, o apretándole la nariz con índice y pulgar, a tragar su esperma mientras sentía por un instante que en verdad se moría, que se asfixiaba. Ella le dijo que él nunca la había ridiculizado en público, haciéndola quedar mal delante de la gente, diciéndole que era una puta barata o algo así, humillándola. Ella le dijo que él nunca la había dejado del lado de afuera a las tres de la mañana, con lluvia o con frío, y que ella no tuviera dinero ni lugar donde ir a dormir.
Ella le dijo que él, básicamente, la había cuidado y querido, la había tratado bien, habían tenido buen sexo y alegre convivencia, comprensión, amistad, cariño. Y ella extrañaba.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Por qué la señorita en cuestión habría de ser más torpe que un simple pichicho?

medicamentoso dijo...

parece tango en vez de fado

Yoni Bigud dijo...

Y contra eso no se puede. Nostalgias...

Roedor dijo...

A veces, dicen, se pueden tratar temas seriamente a través de la exageración desaforada.

Posiblemente este sea uno de ellos.

Sólo basta con no ser literales.

La condesa sangrienta dijo...

No me parece muy serio adjudicar el maltrato a la víctima, roedor.
(y no me venga ahora con que hice una lectura literal...).

La condesa sangrienta dijo...

Ahora, si quiere, hacemos la lectura liviana y chistosa del sádico y la masoquista.

Roedor dijo...

Ni una cosa ni la otra, condesa. Ya hace tiempo le dije que usted era demasiado femenina, che.

No se me vaya a los márgenes que en el diome estamos todos fenómeno...

J. Hundred dijo...

*mar! conozco gente que es, conozco gente que se hace. hay veces que usted parece no decidirse.

*para el lector casual, para el lector distraído, incluso para el lector desaprensivo, puede parecer que usted me está diciendo que soy un repelotudo. pero no, es tan sólo una delicada clase de música de su parte. un saludo.

*yoni bigud! le agradezco la homeopática dosis de comprensión.

*roedor! dijo el bueno de saer, aunque por más que volví y volví a releer el libro jamás pude volver a encontrar la frase, misterios que llevo conmigo. dijo el bueno de saer, entonces: se dice que la comedia es superficial, porque elude las evidencias de la tragedia. pero en sí, no hay nada más que comedia, en el sentido que la realidad es superficial. la tragedia es puramente imaginaria.

medicamentoso dijo...

un abrazo.