10.9.22

El problema de las mujeres que se psicoanalizan


El problema de las mujeres que se psicoanalizan bueno, como le cuentan lo que les sucede, lo que ellas creen que les sucede a alguien, a alguien que las escucha o al menos parece escucharlas, terminan por creer que sus vidas tienen alguna trascendencia.
Hablan frente a algún hombre que por lo general usa lentes o se ha dejado la barba. Un hombre que suele usar camisas a cuadros y que cada tanto interrumpe el relato para decir cosas como ‘ajá’, o ‘usted qué siente’.
Entonces la mujer que se psicoanaliza, la mujer en cuestión, cree que no puede ser feliz porque su mejor amiga tiene el pelo lacio en cambio ella nació con el cabello similar al pelo de la vagina de una africana de Guinea Ecuatorial. O la mujer cree que su fracaso con los hombres, su fracaso en lo que podríamos denominar las lides del amor bien pudiera ser atribuido a que siendo niña, cuando la llevaban a una heladería para, claro, para comprarle un helado. Cuando la llevaron a la heladería ‘Caballo Loco’ en Miramar ponele, entonces, decía, ella alcanzó a ver que el heladero se rascaba el culo metiéndose la mano bien adentro antes de terminar el pedido, para alcanzarle el cucurucho de dulce de leche y frutilla casi inmediatamente después, con una amable sonrisa pero con esa mano.
Lo que la mujer psicoanalizada no cuenta, lo que la mujer psicoanalizada omite mencionar cuando habla con una amiga acerca de la profunda patología que la atormenta y que está tratando con su psicólogo, es que pagó. Tuvo que pagar, entregar dinero a cambio de ser escuchada. Así como cuando uno concurre a una prostituta quizás escucha que tiene el pito largo o grueso o que coge bien y se siente un poco mejor aunque sabe que es mentira.
Y así se pasan unos buenos años yendo al psicólogo sin solucionar absolutamente nada de nada, porque lo que la mujer psicoanalizada no podría soportar es descubrir que le sucede más o menos lo que le sucede a todo el mundo. Envejecer, estar angustiada o triste, sentir que todo pudo haber sido mejor. La falta de sentido en líneas generales, fatiga de materiales, melancolía.
No hay manera de resolver los problemas de la mente desde adentro de la mente. Lo que hay que hacer es salir, salir de la mente y quedarse ahí afuera, tomar aire y mirar un árbol o un perro y darse cuenta que todo es una tremenda estupidez. Pero no se le puede decir a alguien, a algo que está adentro de la mente y cree que existe que salga afuera de la mente, porque ese algo ya es la mente. Están buscando el truco hace dos o tres mil años pero no aparece, está jodida la mano che.
No, ya sé que no estás de acuerdo con nada de lo que te estoy diciendo. Pero a mí no me pagaste, coger con vos tampoco es gran cosa.

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