30.8.19

No estés tan seguro


Qué vas a hacer cuando tu novia te diga que no te quiere más, que está cogiendo con un compañero del trabajo y te va a dejar. Qué vas a hacer cuando el doctor se acomode los lentes y te diga que no le gusta para nada lo que dice el estudio, lo que ve, que algo está muy mal. Qué vas a hacer cuando suene el teléfono en mitad de la noche y te digan tu nombre, te pregunten si vos, bueno, sos vos, si te podrías acercar lo antes posible a la seccional de policía, al hospital.
Qué vas a hacer cuando choques en la ruta, cuando te pisen el perro, cuando vuelvas a tu casa y los ladrones después de robarte pero antes de irse, se hayan puesto en cuclillas en medio del living que nunca más será living, a cagar.
Estamos a un milímetro de la desgracia, a un estornudo de la tragedia. Falta un segundo, la mitad de un segundo para que todo se desmorone como un castillo hecho de mermelada de durazno, los piolines que sostienen nuestras vidas están hechos de frágiles suposiciones y no mucho más.
Saberlo no cambia nada, no ayuda ni un poquito. Sirve apenas para pasar el rato. Y para molestar.

10 comentarios:

Jorge Aureliano dijo...

Muchas gracias Juan por arrancarme del tedio de vivir en una sociedad y vida que no me gusta.
Lo aplaudo y le agradezco que siga escribiendo.

Diego dijo...

Uno escribe para dos cosas. Coger y molestar.

Frodo dijo...

Escribir sobre pasar el rato es pasar el rato.
Escribir sobre molestar es molestar.
Escribir sobre coger... ¿es coger?

Lo abrazo con algo de dudas

José A. García dijo...

La sociedad está pensada para molestar y, al mismo tiempo, para convencernos de que no podríamos vivir sin ella.

Saludos,

J.

Anónimo dijo...

Justo cuando iba a hacerme el vivo comentando sobre esta suiza bloguera del subte que viene lleno, Ud. me sale con esto que, bien mirado parece un metáfora de estos tiempos de por acá:
"Estamos a un milímetro de la desgracia, a un estornudo de la tragedia."
Alberto Baru

J. Hundred dijo...

*jore aureliano! lo he contado varias veces ya. aparece algún amigo, una señorita, que enumera todas las cosas de las que se priva, los maratonistas de la vida, los que chupan una cáscara de palta porque tiene vitamina p, en fin. y yo digo, bah, ya no digo, pienso nomás ‘ojo con la tristeza’. porque la gente muchas veces no tiene idea lo cerca que está de la tristeza, y todo lo que eso implica. lo abrazo.

*diego! usted no me lo va a creer pero yo estoy en una situación de lo más particular, quiero decir que hago las dos cosas al mismo tiempo. por lo general molesto cuando cojo, y cojo cuando molesto. en otro orden de cosas aprovecho para saludarlo y preguntarle cómo está. qué se siente ser un genio absolutamente incomprendido. lo abrazo.

*frodo! creo que es mucho más circular de lo que usted cree. puede funcionar del siguiente modo: escribir sobre pasar el rato es molestar, escribir sobre molestar es coger, escribir sobre coger es pasar el rato. y así, ad náuseam. lo abrazo.

*josé a. garcía! todo está pensado para que creamos que no podemos vivir sin ello. ahí está el truco, ahí está la trampa. lo saludo.

*anónimo alberto baru! estamos a un milímetro de la desgracia, a un estornudo de la tragedia. le iba a decir que puede usted chuparme la bolsa de los huevos (por lo de ‘bloguera suiza’) pero no hace falta, guarde las energías, va a ser una semana de lo más entretenida. lo abrazo.

Anónimo dijo...

Che, pero que susceptible, con lo tranquilo que debe ser estar en suiza...
Por lo demás tiene razón, la semana viene entretenida.
Le devuelvo el abrazo totalmente agradecido.
alberto baru

Diego dijo...

Juan. En referencia al comentario que hace a otro, me acuerdo aún cuando usted una vez dijo, me dijo. "Pero de pronto la tristeza se para en dos patas como un oso peludo y te sienta de una trompada y no te recuperás más". Luego de unos años, comprendí. Luego, bien, acá andamos, la monada controlada. Lo saludo con genuino afecto.

J. Hundred dijo...

*anónimo alberto baru! en argentina tenés que saltar y el paracaídas te lo dan abajo. por decir algo nomás, lo abrazo again.

*diego! qué bien lo de la tristeza que se para en dos patas como un oso peludo y te sienta de una trompada y no te recuperás más, casi le diría que me desconozco. me vino a la memoria un episodio, no sé por qué. pero ya lo he escrito demasiadas veces, así que le resumo para no aburrirlo. antes que muriera el señor adrián ‘facha’ martel, lo llevó a algunos de sus programas el señor gelblung. de más está decir que el señor martel venía barranca abajo mal, trabajaba en un circo, la vida lo había pasado por encima como un flechabus de de dos pisos, en fin. el señor gelblung, que probablemente sea un repugnante ser con todo lo que eso implica, lo llevó a un programa para entrevistarlo, para preguntarle alguna que otra pelotudez sobre la cocaína, sobre olmedo, en fin. el asunto. en determinado momento el señor gelblung le pasa un tape, un par de minutos nomás, al señor martel. el tape es sobre una película, ‘los bañeros se divierten’. en la película, donde creo que actuaban emilio disi y berugo carámbula, aparece en alguna escena de playa el señor martel, en cueros, con un shorcito rojo y el silbato colgando. la escena, el gag, no tiene la menor importancia, el señor disi y el señor carámbula hacen de jerrys lewis de berazategui y el señor martel hace de galán, aparece, en la escena en cuestión, en la playa, en cueros.
entonces termina el tape y la cámara vuelve al estudio y el señor martel se está agarrando la cabeza con una mano, ojeroso, hinchado de alcohol, enfermo. y el señor martel mira al señor gelblung y le dice, refieriéndose a él mismo: viste, chiche? viste lo que era?
no sé por qué recordé este ilustrativo episodio. pero quizás lo que podría agregar es que lo sabía, lo sabía y lo dije de una manera genial. y saberlo y contarlo de una manera genial no cambia nada. siempre es bueno hablar con usted, lo vuelvo a abrazar.

José A. García dijo...

La solución entonces es dejar de vivir.

Saludos,

J.