12.12.13

Cul-de-sac


         El mejor operativo de prensa del mundo, la mejor campaña de marketing que yo pueda recordar.
         Le hicieron creer, a la gente, que se puede ser feliz. Con eso alcanza, con eso es más que suficiente para tenerlos, embotados y aturdidos, por el lapso de tiempo que dura aquello que se ha dado en llamar, de alguna manera hay que llamarlo, vida.
         Es como si les mostraran alguien con el alma photoshopeada. Aunque lo sientas lejano, aunque dudes, la imagen te pega y no se te va más. De nada sirve que un par de años después alguien publique una foto donde vos ves que a Jennifer López le tienen que llevar el culo en un carrito de supermercado, entre dos asistentes. Cuando se cae el decorado, cuando se corre el velo, vos ya te pasaste tus buenos años combatiendo contra la absurda realidad. Armaste un plan de vida hecho a base de esfuerzo y tratamientos para lograr algo que, sencillamente, no existe. La imaginaria zanahoria para el burro real.
         Lo mejor que podrían hacer es explicarle a los chicos, en la escuela primaria, que la felicidad no existe, no vinimos para eso. No persigan amores imposibles, ni sueñen con millonarios premios de lotería. No aspiren a playas del Caribe ni automóviles descapotables, ni dulces indiecitas con la piel té con leche y tetitas puntiagudas.
         La distancia entre lo que sos y lo que querés ser te va a masticar el alma como un hurón en camiseta. Tomate un vaso de vino, comete un pedazo de dulce de membrillo, cogete algo que se mueva. No insistas con la felicidad, no jodas con eso.

11 comentarios:

Angel dijo...

Critico, duro, un poco seco y hasta desalmado. Digno de usted hundred.
Pero bueno, debe quedar algo para soñar, muertos dios y la vida enterna, hay que hacer valer el tiempo que no tenemos por decir de algun modo.

Brindo por lo del vino

Salut.

Pipipi 7 dijo...

uff..justo tenía que leer esto ahora.

tomate un vino y olvidate!

Juan Sebastián Olivieri dijo...

¡Pero por supuesto!
El maldito problema es justamente que sabemos que no existe.
Todos asentimos con la cabeza mientras leemos tu credo. Pero cinco segundos después descansamos otra vez en el regazo de la indiecita con la piel te con leche.
Necesitamos imaginar que existe. Instinto.
Y necesitamos leerte, cada tanto, para que lo imaginado no se vuelva creencia.

Viejex dijo...

La felicidad es una utopía, en eso estamos de acuerdo, Hundred. Pero aún siendo una zanahoria imaginaria hay que perseguirla. Aunque esa persecución "nos carcoma el alma como el hurón en camiseta". Usted sabe, supongo, que me gustan las citas. Copio a continuación una que usualmente se atribuye a Galeano, pero que en realidad parece ser de un amigo suyo, el cineasta Fernando Birri.

Cuenta Eduardo Galeano que estaba con un amigo suyo, Fernando Birri, cineasta argentino de S. Fe, que estaban junto con estudiantes, en Cartagena de Indias, en Colombia, y que un estudiante le preguntó a Fernando que para qué servía la utopía. Y Fernando Birri después de tomarse unos segundos en silencio, comentó: “¿para qué sirve la utopía?, esta es una pregunta que yo me hago todos los días, yo también me pregunto para qué sirve la utopía. Y suelo pensar que la utopía está en el horizonte y entonces si yo ando diez pasos la utopía se aleja diez pasos, y si yo ando veinte pasos la utopía se coloca veinte pasos más allá; por mucho que yo camine nunca, nunca la alcanzaré. Entonces, ¿para qué sirve la utopía? Para eso, para caminar.

Dígame que soy un boludo incurable, pero a mi me parece una manera magnífica de encarar la vida.

Emprender una empresa sabiendo que se triunfará lo hace casi cualquiera. Pero subir al ring sabiendo de antemano que es inevitable salir con cuatro o cinco dientes menos será una soberana estupidez, pero una estupidez heroica, épica.

Me excedí en el comentario, me temo. No se repetirá, lo prometo.

Saludos.

J. Hundred dijo...

*angel! ‘crítico, duro, un poco seco y hasta desalmado’. olvidó decir ‘genial’, pero se trata, seguro, de un error de tipeo (pecado de omisión, nada grave). no tengo mayores inconvenientes en brindar con usted.

*neleb! se percibe en su comentario una profundidad argumental y filosófica, una sesuda elaboración desde lo metodológico, desde la semiótica propiamente dicha. la saludo, en esta oportunidad, sin entusiasmo.

*juan sebastián olivieri! oiga, entre las dulces indiecitas con la piel té con leche y tetitas puntiagudas, y yo, bueno, usted no debiera dudar. lo saludo con resquemor.

*viejex! usted nos acerca lo que podríamos denominar una ‘estupidez edificante’ y no me parece mal, yo también tengo mis momentos. me tomé el trabajo de buscar si existen las nike ‘utopía’, o las adidas ‘utopía’, esperaba que hubiera en todo esto algún mensaje en clave. pero no. lo saludo con acostumbrado respeto.

Mr. Kint dijo...

No me iba a dejar otra que coincidir con el Sr. Viejex, con eso de que la felicidad es un horizonte. Pero entiendo que por los intersticios de sus declaraciones "pesimistas" se escapa el mensaje de disfrutar de lo que se dispone, de lo que se nos regala, como eso de cogerse algo que tenga 37 grados y se mueva.
Ah, leí un comentario suyo algo de la señora Hilda Lizarazu y ahora pone este título. No creo en las coincidencias.
http://www.youtube.com/watch?v=CZdcKSzRa2E

Un abrazo.

Dany dijo...

Quiza la distancia entre los que somos y lo que queremos ser nos carcoma el alma....pero a veces sirve para asomarse un poco fuera de la mediocridad. Igual soy del vino y del membrillo, por las dudas.
Abrazo!!

J. Hundred dijo...

*mr. kint! yo me atrevería a afirmar, siguiendo su línea argumental, que muchas veces los intersticios explican tanto más que las densidades. importante su mención respecto a la señora hilda, también me hubiera gustado que alguien como usted notara lo de las nike ‘utopía’ (una delicadeza de mi parte). todo no se puede, un abrazo.

*dany! lo importante, en la frase que usted menciona, era decir ‘… como un hurón en camiseta’. y me encanta, no tengo nada en contra que nos asomemos un poco fuera de la mediocridad. pero algo muy tremendo debe suceder fuera de la mediocridad, porque después de asomarse, la gente pega la vuelta. lo abrazo lleno de limitaciones.

Bob Harris dijo...

Puede que la felicidad sea la zanahoria, pero según me enseñaron, el asunto es mas complejo, ya que las zanahorias son dos, una delante y una detrás.
Un simple ejercicio de imaginación hará el asunto mas entendible,
Sacando conclusiones (seguramente equivocadas, si no no sería yo) del asunto, se puede decir que la zanahoria de adelante son las utopías que necesitamos para seguir (la felicidad como LA utopía) y la de atrás es la relidad, que en cuanto frenamos un poco nos ensarta como a una papa.

J. Hundred dijo...

*bob harris! es más que interesante lo que usted dice. porque la zanahoria de adelante, la ‘zanahoria de la felicidad’, bien puede ser imaginaria. pero la zanahoria de atrás, la ‘zanahoria de la realidad’, tiene toda la contundencia de lo fáctico. quiero decir, con saber que tenés que pagar las expensas alcanza para seguir andando.
permítame agregar, me parece por demás apropiado, lo siguiente. son pocas, poquísimas las veces que yo recuerde, en que un comentario haya agregado algo o mejorado un texto que yo haya escrito. pareciera que estamos en una de esas extrañísimas ocasiones. lo saludo y me siento un poco menos solo.

Dany dijo...

Si...si. Bien por Harris.