10.8.25

Longitud de onda


Así como existe el teorema que dice que el tamaño del paraguas es inversamente proporcional al tamaño del pito de su portador, teorema que se aplica de manera tan invariable como implacable con los mamíferos medianos del sexo masculino (en el caso de las mujeres, el tamaño del paraguas indica simplemente el tamaño de la garompa que añoran, la garompa que les falta), existe otro teorema que afirma que el tono de voz empleado por una mujer en una conversación a través de un teléfono celular en un espacio público es inversamente proporcional a la importancia de la misma (de la conversación) y a la capacidad neuronal de la susodicha (de la mujer).
Así es posible escuchar durante un viaje en colectivo a las nueve de la mañana a una mujer flaquita, con el pelo algo reseco y unos zapatos bastante caminados, que extrae de su cartera un telefonito de última generación y grita: ‘¡a los sorrentinos les voy a poner salsa rosa!’, o ‘¡ayer Jonathan me miró fijo y me dijo que nos seguimos eligiendo!’. Luego finaliza la conversación, guarda su teléfono y mira alrededor como si hubiera inventado el agua caliente.
No los voy a aburrir con más ejemplos, aunque podría seguir ad nauseam.
Lo importante es remarcar, más allá de la tremenda potencia analítica del teorema y de su exquisita aplicabilidad, lo importante es remarcar decía, que la mejor manera de fracasar es sin paraguas. Y en silencio.

4 comentarios:

Beauséant dijo...

Claro, voy con impermeable, callado y mirando por la ventana... si me pasase algo nadie sabría decir nada sobre mi a la policía :)

J. Hundred dijo...

*beauséant! basta que usted entienda que su vida tiene la relevancia de un pedo en medio de una tormenta eléctrica. si entiende eso, va a andar todo bastante bien. saludos.

Frodo dijo...

Tengo un paraguas m&p hombre plegable automático con una varilla rota, que trajo mi hermano en un container (entre otras muchas cosas) cuando volvió de La Coruña.

Lo abrazo, con un dejo de tristeza

J. Hundred dijo...

*frodo! punto para su hermano que estaba en la coruña. usted ya fracasó, hace quizás demasiado tiempo. saludos.