–No sé –le digo, porque no lo sé.
Estoy en la calle, en una esquina esperando para cruzar, y viene alguien y me pregunta si hay vida en Marte, si es cierto que ya hay marcianos en la tierra viviendo entre nosotros preparando un plan para transformarnos en sus esclavos. Si es verdad que los marcianos son fanáticos de las minas más bien culonas y de comer galletitas con dulce de membrillo.
–No sé –le digo, porque no lo sé.
Estoy comprando fruta en una frutería, si estuviera comprando carne sería en una carnicería, así funciona la cosa, estoy comprando un kilo de duraznos blancos y una señora viene y me pregunta si hay vida en el fondo del mar, si existió alguna vez la Atlántida.
–No sé –le digo, porque no lo sé.
Soy un genio, todo el mundo se da cuenta. Un genio que sólo sabe de qué gusto pedir la pizza, a veces empanadas.