Así es posible escuchar durante un viaje en colectivo a las nueve de la mañana a una mujer flaquita, con el pelo algo reseco y unos zapatos bastante caminados, que extrae de su cartera un telefonito de última generación y grita: ‘¡a los sorrentinos les voy a poner salsa rosa!’, o ‘¡ayer Jonathan me miró fijo y me dijo que nos seguimos eligiendo!’. Luego finaliza la conversación, guarda su teléfono y mira alrededor como si hubiera inventado el agua caliente.
No los voy a aburrir con más ejemplos, aunque podría seguir ad nauseam.
Lo importante es remarcar, más allá de la tremenda potencia analítica del teorema y de su exquisita aplicabilidad, lo importante es remarcar decía, que la mejor manera de fracasar es sin paraguas. Y en silencio.
4 comentarios:
Claro, voy con impermeable, callado y mirando por la ventana... si me pasase algo nadie sabría decir nada sobre mi a la policía :)
*beauséant! basta que usted entienda que su vida tiene la relevancia de un pedo en medio de una tormenta eléctrica. si entiende eso, va a andar todo bastante bien. saludos.
Tengo un paraguas m&p hombre plegable automático con una varilla rota, que trajo mi hermano en un container (entre otras muchas cosas) cuando volvió de La Coruña.
Lo abrazo, con un dejo de tristeza
*frodo! punto para su hermano que estaba en la coruña. usted ya fracasó, hace quizás demasiado tiempo. saludos.
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