30.8.23

En el universo no existe manifestación sin polaridad, ponele


Ya sé, ya sé, te cuesta entender, se te complica, no podés creer cómo es posible que yo sea un tipo tan genial. No lo analices, no le busques explicación, es lógico que hayas estado con gente antes de conocerme, estuviste con tipos, pichona, no naciste ayer. El planeta está lleno de tipos que cogen, que escriben, que les gusta el ajedrez y el whisky sin hielo, que hablan de una manera particular. Pero no es eso, te quedás en la superficie, no va por ahí, aunque me gusta que te brillen los ojitos y no puedas parar de sonreír, o te quedes a medio camino entre un suspiro y una exhalación de asombro, se nota que tu fascinación es genuina, estás contenta de verdad.
De chiquito, cuando tenía once años, nadie me quiso abrazar. Ya está, es eso nada más. Yo tenía once años, iba a algún cumpleaños de alguien del colegio, y cuando ponían los lentos yo iba como podía y sacaba a bailar a una chica, después a otra, después a otra más.
Y me decían que no, todas me decían que no, de ninguna manera, no había la más mínima posibilidad. Tenía la frente muy amplia, lo admito, ojeroso, narigón, una carita de loco, una desesperación que me masticaba el alma porque yo veía que el mundo estaba ahí, el árbol de la vida lleno de frutos y fragancias pero no había ni un durazno para mí. Nada, algo que venía dado y contra lo cual no se podía luchar.
Acá viene lo gracioso, lo divertido, quizás lo original. No maté esa sensación, ese dolor, esa tristeza de saber que nadie me quería abrazar. En lugar de volverme campeón de algo, pianista o un asesino serial, simplemente dejé que ese dolor habitase dentro de mí, lo dejé estar.
Se ve que pasa el tiempo y el dolor, como cualquier otro organismo vivo, va mutando, se transforma en otra cosa. Así como por la contraria, una chica que fue demasiado linda demasiado pronto se pone fea, se arruina. El cine está lleno de ejemplos así. La macaulayculkinización de la vida, podríamos decir.
El dolor segregó algo, una indefinible sustancia, una desesperada alegría sin la más mínima causa, algo que flota y canta su irresistible canción. Sin explicación ni motivo, ajeno a mi voluntad.

4 comentarios:

Beauséant dijo...

el problema es que una persona triste lo acaba cubriendo todo de tristeza, yo lo aprendí demasiado tarde...

J. Hundred dijo...

*beauséant! es bien probable como usted menciona, que una persona triste lo termine cubriendo todo de tristeza. pero es mi experiencia, me ha tocado ver, los seres donde no predomina la tristeza suelen ser básicamente de lo más boludos. y entonces, creo que usted va a poder adivinar de qué cubren todo, lo más bien. saludos.

Juan Sebastián Olivieri dijo...

Ese dolor, si habita lo suficiente da un extracto, un concentrado. Es como una cocción a fuego lento. A la larga brota lo mejor. Creo.

J. Hundred dijo...

*juan sebastián olivieri! exacto! si esto fuera una conversación entre cocineros estaríamos hablando de una ‘reducción’. pero yo no soy cocinero, y esto no es una conversación. en cualquier caso, ya me había olvidado lo bueno que es que a uno le entiendan lo que quiso decir, yo le agradezco. saludos.